Quién es Maxence Caqueret, el 'nuevo Modric' que derrocha talento y calidad

Como ya he contado alguna vez, la Premier League es una de mis competiciones fetiche desde muy joven. Siempre me ha gustado mucho el fútbol inglés, por la manera de entender el fútbol en las gradas y por el estilo de juego sobre el césped, donde muchos jugadores han hecho carreras increíbles que han pasado a la historia: Dennis Bergkamp, Thierry Henry, Alan Shearer, Frank Lampard, Steven Gerrard... Pero fue en 2012 cuando todas las miradas se pusieron en un 'desconocido': el Real Madrid fichaba por la nada desdeñable cantidad de 30 millones a Luka Modric y, desde muchos lugares, se criticó la operación. El tiempo ha cerrado muchas bocas.

Cuando se hablaba del interés de José Mourinho por traerse al croata, entre varios amigos empezamos a hablar sobre la necesidad de que el Real Madrid fichara a un nuevo mediapunta más, posición preferida de los blancos para traerse jugadores y, luego, reconvertirlos. Modric era un jugador tremendo, de mucho toque y llegada, pero no había explotado como futbolista total. Pero una de esas personas con las que hablaba dio una clave que seguimos recordando a día de hoy: "Modric lo tiene todo pero, si es capaz de jugar diez metros más atrás y hacer un esfuerzo físico extra, será titular durante diez años". Muchos nos reímos, pero aquella profecía no fallaba.

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Los primeros partidos en el Madrid no fueron sencillos. Le costó adaptarse, entrar en la rotación y ganarse el puesto de titular... pero todo cambió en Old Trafford. El croata entró en el minuto 59, revolucionó el partido, marcó el gol del empate y propició el 1 a 2 que dio el pase al Real Madrid a los cuartos de final de la Champions. Desde ese momento, la carrera de Modric es historia de la entidad blanca: lleva diez temporadas en el equipo, es pieza clave de los éxitos del equipo -con aquel córner de Lisboa en el recuerdo- e, incluso, fue el primer 'humano' en romper la dualidad Messi-CR7 en el Balón de Oro. Ahora, un menudo jugador sigue sus pasos.

Se trata de Maxence Caqueret, un jugador que recuerda absolutamente en todo a Modric. El joven francés, de solo 21 años, es uno de los mediocentros con futuro más prometedor del fútbol mundial y es prácticamente una copia en joven del croata: en la manera de moverse, de entender el fútbol, de colocarse y de desplazar el balón, 'calca' el gesto técnico y postural del centrocampista del Real Madrid. Debutó en la Ligue 1 hace dos temporadas y, desde entonces, se ha convertido en un habitual del Olympique de Lyon. Titular indiscutible en las dos últimas temporadas, su fútbol es tan brillante que ya ha empezado a sonar para los grandes de Europa.

Con poco más de 1,74 de altura, unos 63 kg de peso y un tren inferior muy potente, destaca en la creación y distribución, pero no rehuyé del contacto físico si tiene que ir al cruce o pelear por hacerse con un balón. ¿Les recuerda a alguien? De hecho, viéndole jugar es muy fácil confundirle con Modric e, incluso, en ocasiones el cuerpo del espectador pide que se 'invente' un desplazamiento con el exterior. En realidad, es mucho más posicional que el croata y mucho menos llegador, por lo que aquello en lo que es claramente inferior al madridista es en su disparo desde lejos. De hecho, en dos temporadas al alto nivel solo ha marcado un gol.

A pesar de su juventud, ya cuenta con más de 65 partidos en la primera división francesa y, de hecho, muchos expertos lo consideran como el sustituto natural de Modric, tanto por condiciones, estilo de juego, como por presencia en el campo. Pero es evidente que hay que salvar las distancias: el croata es una institución en el fútbol mundial, mientras que Caqueret acaba de comenzar en el mundo del balón. Tiene un presente increíble y un futuro realmente atractivo, pero solo el tiempo dirá si es capaz de coger el relevo al madridista: es un reto difícil, pero no imposible para un jugador que va quemando etapas a un ritmo imparable.

Diestro, con gran visión de juego, excelente distribuidor y un desplazamiento en largo de mucho nivel, Caqueret es uno de esos jugadores jóvenes que apuntan muy grandes maneras. Muchos grandes equipos han puesto sus ojos en él pues, a pesar de su escasa experiencia al más alto nivel, está demostrando personalidad y calidad suficientes como para rendir en condiciones de exigencia máxima. Hace ya más de una década, Modric enamoró en la Premier; ahora, un joven quiere seguir sus pasos en la Ligue 1. Sus cualidades le predisponen a ser un gran jugador: de cómo sepa tolerar lo que se espera de él y dónde marque su techo, dependerá su futuro.