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Nil Llop, de romperse cinco huesos a hacer historia para el patinaje de velocidad español
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primera figura española en esta disciplina

Nil Llop, de romperse cinco huesos a hacer historia para el patinaje de velocidad español

El patinador Nil Llop se convirtió hace unos días en Lausana (Suiza) en el primer español en ganar una medalla en unos Juegos Olímpicos de Invierno de la juventud

Foto: Nil Llop ganó la plata en la prueba de 500 metros de los JJOO de la juventud en Lausana. (Foto: Nil Llop)
Nil Llop ganó la plata en la prueba de 500 metros de los JJOO de la juventud en Lausana. (Foto: Nil Llop)

El 1 de junio de 2018, el patinador Nil Llop estaba entrenando en Sant Boi cuando a la salida de una curva, rodando a toda velocidad, se encontró a un niño en dirección contraria. "Y por no matarlo lo esquivé y me comí un árbol", recuerda. "Me rompí el fémur, el tobillo, la mandíbula por cuatro sitios, el pómulo, un dedo de una mano... Jamás pensé que volvería a patinar a este nivel". Tampoco eran muy optimistas los médicos, pero un año después Llop estaba ganando una medalla de oro en los World Roller Games de Barcelona. Y seis meses más tarde, hace solo unos días, se convirtió en el primer deportista español que gana una medalla en unos Juegos Olímpicos de Invierno de la Juventud.

Llop ganó la plata en la prueba de 500 metros, la primera de las cinco medallas que ya ha conseguido la delegación española en Lausana (Suiza). En su corta carrera, el patinador ha superado varios obstáculos hasta lograr este éxito. Además del grave accidente, también ha sufrido la falta de instalaciones para entrenar o la inexistente tradición de este deporte en España. Ni siquiera él creció practicándolo.

"Yo toda la vida he hecho patinaje de velocidad sobre ruedas", explica Llop. "Pero no es olímpico. Por eso empecé con un proyecto que se realizó para la transición de las ruedas al hielo". Ese programa, impulsado por la Real Federación Española de Deportes de Hielo (RFEDH), buscó a patinadores para que cambiaran de disciplina y Llop, que destacaba con las ruedas, dio el salto con el sueño olímpico en mente, aunque sigue compaginando ambas disciplinas.

Entrenaba en la pista del Barça

Al hacerlo se encontró con un problema: la falta de instalaciones para entrenar. "Íbamos a la pista del Barça, en el Camp Nou, pero solamente podíamos hacer técnica porque era muy pequeña. No podíamos alcanzar grandes velocidades. Hay un momento en que si no pones la técnica en práctica con velocidad, con series, etc., no hay mejora", explica Llop.

placeholder Nil Llop después de lograr la plata. (@COE)
Nil Llop después de lograr la plata. (@COE)

Por eso decidió marcharse el año pasado a los Países Bajos, una potencia en el patinaje de velocidad sobre hielo. Con la ayuda del programa de Becas Podium impulsado por Telefónica entró en la Thialf Academy, uno de los centros más prestigiosos del mundo en su deporte. Allí ha estado los últimos seis meses. "Aquí (en España) no tenía pista para entrenar, Y hay un momento en el que, por mucha técnica y por mucho físico que hagas, necesitas entrenar sobre hielo. Optamos por irnos. Allí son los mejores. Me entrenan dos chicos holandeses que antes patinaban", dice Llop, que este miércoles compitió en el relevo español mixto que acabó en cuarta posición.

"Llegué allí con ganas de mejorar y aprender. Le he echado muchas horas para llegar aquí con un buen nivel. Desde el primer momento me sentí bien en el grupo", dice sobre su experiencia en la Thialf Academy, que le felicitó por su medalla en Lausana.

Llop, de 17 años, espera que poco a poco el patinaje de velocidad sobre hielo vaya adquiriendo notoriedad. "Ahora somos 30 patinadores en España. Y los conozco a todos", dice. El próximo mes debutará en la Copa del Mundo absoluta y, más adelante, quiere consolidarse en su deporte y llegar a unos Juegos Olímpicos. "Espero en un futuro poder vivir de lo que más me gusta", dice.

El 1 de junio de 2018, el patinador Nil Llop estaba entrenando en Sant Boi cuando a la salida de una curva, rodando a toda velocidad, se encontró a un niño en dirección contraria. "Y por no matarlo lo esquivé y me comí un árbol", recuerda. "Me rompí el fémur, el tobillo, la mandíbula por cuatro sitios, el pómulo, un dedo de una mano... Jamás pensé que volvería a patinar a este nivel". Tampoco eran muy optimistas los médicos, pero un año después Llop estaba ganando una medalla de oro en los World Roller Games de Barcelona. Y seis meses más tarde, hace solo unos días, se convirtió en el primer deportista español que gana una medalla en unos Juegos Olímpicos de Invierno de la Juventud.

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