La policía manipuló 164 testimonios, ocultó otros 116 y filtró falsas informaciones a la prensa

96 muertos, centenares de familias destrozadas y miles de personas que acabaron con daños físicos y psicológicos. Una sarta de mentiras que ha estallado 23 años después en Inglaterra. Desde declaraciones de testigos que fueron cambiadas para que las culpas no recayeran en los agentes del Sur de Yorkshire hasta realizar controles sanguíneos a los muertos, niños inclusive, en pos de encontrar restos de alcohol para determinar que esa era la cause del desastre. La realidad es que según apunta el informe, 41 de las 96 victimas podían haber sobrevivido si la actuación  de los servicios de emergencia y la policía hubiera sido más eficaz.

La mayor tragedia en la historia del deporte en el Reino Unido ha vivido este miércoles un vuelco que ha conmocionado al país. El primer ministro británico, David Cameron ha tenido que confesar que “siente profundamente” los fallos que provocaron la masacre de Hillsborough. Cameron se ha pronunciado en el parlamento afirmando que los nuevos datos  aportados son “francamente estresantes”. Así mismo, ha añadido que “con el peso de las nuevas evidencias, hoy debo, como primer ministro, pedir perdón a las familias de los 96 afectados.  En nombre de este gobierno, y por ende, de este país, ofrezco mis más sinceras disculpas de que esta doble injusticia haya sido dejada sin corregir por tanto tiempo”.

El informe realizado por el Hillsborough Independent Panel concluye que la principal causa del desastre de Hillsborough fue el “fracaso policial” a la hora de controlar a los aficionados, pero también señala “múltiples errores en el resto de organizaciones” que debían velar por la seguridad de los aficionados. Los intentos de la policía del Sur de Yorkshire y las ambulancias de cubrir la falta de personal en el estadio fue un “estruendoso fracaso”.

Las evidencias concluyen que los aficionados de Liverpool “ni causaron ni contribuyeron a las muertes”. Los documentos que han salido a la luz este miércoles señalan que altos cargos de la policía de Yorkshire y el Miembro del Parlamento Conservador, Irvine Patnick, fueron los que filtraron tales historias a la ‘Whites News Agency’ en Yorkshire.

Dichas filtraciones fueron  las que derivaron en la infame portada de The Sun:’ The Truth’, que acusó a los aficionados del Liverpool de robar las carteras a sus propios compañeros muertos y orinarse sobre sus cadáveres. Así mismo, la portada añadía que los citados aficionados pegaron a los policías que tratabn de ayudar a los heridos. Estó  provocó un boicot que todavía permanece en Liverpool contra el diario The Sun.

“La Policía federal, habiendo sido informada por los jefes de la policía del Sur de Yorkshire, desarrolló y publicó una versión de los hechos que estaba basada en las alegaciones de los policías que señalaban que los aficionados iban ebrios, sin tickets y ejerciendo la violencia. Esta información llegó hasta los parlamentos.” La comisión de investigación agrega que “tras revisar todos los documentos, todas las imágenes de televisión y las cámaras de seguridad CCTV no hay ninguna evidencia de esas supuestas alegaciones, a parte de algún que otro caso aislado. La gran mayoría de seguidores que se encontraban en el campo se dedicó a asistir, rescatar y evacuar a los heridos y muertos”.

También se ha descubierto que hubo 164 declaraciones  de testigos que fueron cambiadas por la policía, amén de otros 116 que fueron eliminados ante las quejas  en contra de la operación policial, así como de su falta de liderazgo. Otro dato escalofriante es que los agentes de policía llevaron a cabo un chequeo informático de los afectados para “poner en entredicho la reputación de los difuntos”, según la propia comisión.

El líder del partido Laborista, Ed Miliband, también se ha disculpado en nombre de su partido por no haber hecho más por descubrir la verdad en los 13 años que estuvieron en el gobierno (1997-2010). “Debemos pedir disculpas a las familias a las que no ayudamos lo suficiente”. 23 años después, tras la muerte de 96 hombres, mujeres y niños, las familias de los que murieron han mostrado sus respetos a la comisión, con una estruendosa ovación en la Catedral de Liverpool.