Cuatro españoles en cada GP de Fórmula 1 para 2009

Hoy por hoy, al menos dos escuderías tendrían que sacar un tercer coche para que Bernie Ecclestone cumpla sus contratos televisivos. La empresa que dirige, la FOM (Formula One Management) firmó con las cadenas de televisión un mínimo de 20 bólidos en la parrilla de salida de cada Gran Premio. Actualmente existen nueve equipos tras el abandono de Honda que sumarían 18 monoplazas, Ferrari y McLaren no tendrían problema ninguno en dar el salto a Luca Badoer o Marc Gené y Pedro de la Rosa, respectivamente. De momento, según ha podido saber El Confidencial, la escudería británica no prepara un plan especial al respecto. Barriendo aún más para casa situaríamos a Jaime Alguersuari como el piloto mejor colocado para ser el tercer piloto de Red Bull.

Ecclestone sabe lo que ha firmado para que el gran circo funcione el año próximo. Y eso pasa porque haya un mínimo, sea como sea, de veinte coches en la salida de cada carrera. El británico de 78 años ya se lo ha comunicado a los equipos y -según la revista suiza Motorspor Aktuell- podrían abandonar la carrera después de haber dado unas vueltas. Parece un chiste pero es la manera que Ecclestone ha encontrado para no incumplir el contrato. A los equipos importantes y pudientes de la parrilla les viene muy bien en el apartado táctico; seguro que su interés les llevaría a concluir todas las vueltas si sus bólidos están bien posicionados.

De cara al campeonato de constructores, las escuderías que cuenten con tres flechas sólo sumarían con dos. En el de pilotos sí que sumarían puntos cada uno de ellos. Otro aspecto ventajista para los equipos con poder adquisitivo que no pongan reparo en el tercer piloto en pista. Para unos, una inversión con la que rentabilizar más al equipo; para otros un riesgo si los éxitos deportivos no llegan.

Esta idea real, no es rumor, la puede desbaratar David Richards. El jefe de Prodrive ha declarado que está “preparado para luchar” pero necesita “un poco de tiempo para pensar”. Pensar el gran reto que supone introducirse en un deporte que recorta gastos y que año tras año se irá abaratando; mientras que los ingresos y el impacto mediático no variará tanto. Richards estuvo en Benetton y dirigiendo BAR (posteriormente desembocaría en Honda) y Prodrive pudo haberse convertido en la filial de McLaren.