Es noticia
‘Mi querida cofradía’: una visión feminista de cristos, vírgenes y el poder religioso
  1. Cultura
  2. Cine
cineasta formada en la escaC de barcellona

‘Mi querida cofradía’: una visión feminista de cristos, vírgenes y el poder religioso

La ‘opera prima’ fresca y amable de Marta Díaz (Ronda, 1988), fue una de las favoritas del público del Festival de Málaga y se estrena hoy en cines. Estelar papel de la actriz Gloria Muñoz

Foto: Detalle del cartel de la película 'Mi querida cofradía'
Detalle del cartel de la película 'Mi querida cofradía'

La vocación de Marta Díaz de Lope Díaz (Ronda, Málaga, 1988) es escribir historias. El cine le encantaba y en la prestigiosa ESCAC de Barcelona cinceló su formación como guionista y directora de cine. Tras los cortos, no llega la calma. Es el momento de confirmarse como una cineasta de talento. Díaz aspira a convertirse con “Mi querida cofradía” en una suerte de Carla Simó de ‘Verano 1993’, la triunfadora del pasado Festival de Málaga.

La cinta de Díaz se estrena hoy con 80 copias en cines. Sus credenciales artísticas apuntan buenos mimbres: se trata de una comedia fresca y amable (también con su punto crítico, sin aspavientos, al poder religioso) que podría haber traspasado la frontera del ridículo y de la parodia. No lo hace. Se contiene. La música de las marchas procesionales, la atmósfera de la emoción que la directora sintió hace cinco años viendo una procesión en Ronda, le animó a escribir este guion filmado en estado de gracia, con el equipo artístico y técnico tragándose las risas en pleno rodaje.

El personaje de Carmen que interpreta Gloria Muñoz atesora un aliento de nominada al Premio Goya. Está en casi todas las secuencias. Y Carmen es una hermana mayor (una presidenta en términos cinematográficos), la que manda en una cofradía que aspiraba a ser la ‘número 1’ de la hermandad y tiene que luchar contra el machismo de los cofrades que no aceptan en ese puesto a una mujer.

La Semana Santa le ofrecía a la directora un contexto y unos elementos dramáticos “muy potentes” en algo tan pasional e intenso donde se mezcla el luto y la devoción. En su piso de Barcelona, escribía y en sus auriculares (sin molestar a los vecinos, aclara) sonaban marchas procesionales. Esa música le servía de inspiración para darle vueltas al argumento. “Pensé en una mujer hermana mayor que no la eligen y a partir de ahí a ver qué ocurría", explica.

Ronda, monumental y con "mucho carácter"

Decidió rodar en Ronda y no en otra Semana Santa de referencia como las de Sevilla o Málaga porque le interesaba un sitio “más pequeño” que le permitía introducir unos elementos de guion dentro de una ciudad “muy monumental y con mucho carácter”. En efecto, Carmen es una señora de mucho carácter. El señorío de Ronda. Se ve desde el primer plano donde atraviesa, con decisión y mirada al frente, el puente del Tajo de Ronda. Y allí va la aspirante a ganar las elecciones de su hermandad. Frente a ella, un recién aterrizado en el mundo cofrade, favorito del director espiritual de la hermandad.

En una secuencia clave, próxima al desenlace, figura un mensaje/emblema de la película. Esta frase:

- Si no fuera por mujeres como tú y como yo, no sé que sería de todo esto- llega a decir Carmen, mirando de frente a la Virgen. Carmen está subida en el mismo trono procesional, listo para salir desde el interior de la iglesia.

O esta otra cuando, vestida con mantilla negra, se dirige a sus hermanos cofrades: "Tenemos unas normas impuestas por hombres. Estas normas van a cambiar ahora".

"Siempre hablo de mujeres. Me gusta el sentimiento de solidaridad que podemos tener entre nosotras", apunta la cineasta

La película, rodada en ocho semanas, cuenta con memorables personajes secundarios como el amigo cofrade cómplice de la protagonista, el alcalde que ningunea a su mujer y solo busca hacerle la pelota al delegado provincial, o Juana, la vecina que pasaba por ahí y que no para de cocinar torrijas (sin mucho éxito). "Siempre hablo de mujeres. Me gusta el sentimiento de solidaridad que podemos tener entre nosotras", apunta esta directora que seguirá rodando siempre con sus guiones. "El próximo proyecto quizá vaya sobre la familia", vaticina. "¿Que cómo se atrae al público joven? "La gente no se puede resistir a las buenas historias. Hay que hacer las mejores posibles".

En el pasado Festival de Málaga se escucharon carcajadas durante la proyección. Aplausos y vítores del público que casi llenaba el Teatro Cervantes. Habían entrado en el mundo cofrade a través de unos personajes tan bien diseñados que dan ganas de comer con ellos... más torrijas. Y que las prepare, por favor, el personaje interpretado por Pepa Aniorte.

La vocación de Marta Díaz de Lope Díaz (Ronda, Málaga, 1988) es escribir historias. El cine le encantaba y en la prestigiosa ESCAC de Barcelona cinceló su formación como guionista y directora de cine. Tras los cortos, no llega la calma. Es el momento de confirmarse como una cineasta de talento. Díaz aspira a convertirse con “Mi querida cofradía” en una suerte de Carla Simó de ‘Verano 1993’, la triunfadora del pasado Festival de Málaga.

Machismo
El redactor recomienda