"Jennifer Lawrence es una payasa"
El actor de 'Los juegos del hambre' presentó la película y comentó las anécdotas y lo difícil que es estar serio ante la protagonista de la saga
Casi dos millones de espectadores y más de 11 millones de eurosen España y864 millones de dólaresen todo el mundo.Esas fueron las espectaculares cifras de Los juegos del hambre: En llamas el año pasado. Los libros de Suzanne Collins se han convertido en una de las sagas más rentables de la historia del cine y han catapultado la trayectoria de sus jóvenes protagonistas: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson y Liam Hermsworth, a los que en las últimas entregas se ha unido Sam Claflin, que da vida al egocéntrico Finnick.
El actor británico acudió a Madrid a presentar Sinsajo, la última parte del esperado final de Los juegos del hambre, que llegará divididaen dos entregas para aprovechar el tirón comercial. El propio Claflin confirmabaque el factor económico era esencial para haber partido el filme, aunque añadía que el último libro de Collins estan “potente” que no le parecía mal.
Sam Caflin confiesa que todavía no se cree las oportunidades que ha tenidoy que sigue sintiéndose “fuera de lugar”. “Sólo espero continuar teniéndolas, pero al mismo tiempo no quiero encasillarme en papeles como estos toda la vida, quiero probarme en otros personajes y asumir nuevos retos”, añade.
Ya ha empezado a dar sus pasos en el cine más pequeño e independiente de la mano de Lone Scherfig (Italiano para principiantes) en The riot club, pero de momento los próximos años se los debe a la promoción de los dos últimos filmes que contarán la historia de Katniss, Finnick y compañía.
Los juegos del hambre abrió la veda de sagas que planteaban futuros distópicos y que luego han aprovechado otras como Divergente. A su vez sigue la herencia de adaptaciones cinematográficas de novelas dedicadas a adolescentes que pusieron de moda Crepúsculo y compañía.
Los filmes sobre Panem y sus distritos han salido vencedores ante sus competidores, probablemente porque son aquellas que mejor han conectado también con el público adulto. Cada filme que se ha estrenado ha ido oscureciendo su tono y planteando cuestiones políticas que entroncan con la realidad. Sam Claflin coincide en que ese es uno de los aciertos de Los juegos del hambre.
¿Entonces por qué gustan tanto a un público que todavía no entiende su mensaje revolucionario y político? Claflin no tiene una respuesta clara, y especula sobre por qué los chavales se sienten atraídos por estas visiones pesimistas del futuro: “Puede ser porque viven en un mundo completamente tecnológico, en el que las redes sociales e internet tienen mucho poder en sus vidas y les gustaría ver el futuro en el que estarán cuando sean mayores. Para mí, que crecí trepandoa los árboles y arañándome las rodillas y no con un Ipad o con Instagram es extraño. No sabemos dónde estaremos en 10 años, y eso es algo muy interesante”.
Las bromas de Lawrence
Viendo los filmes de Los juegos del hambre uno podía pensar que lo más complejo del rodaje serían las escenas de acción, el interactuar con un croma verde o la preparación física que requiere, pero no, lo más difícil para Sam Claflin tiene nombre y apellidos: Jennifer Lawrence.
La actriz ha demostrado en cada premiere y entrega de premios que no le faltasentido del humor, algo que confirma el intérprete: “Creo que lo más difícil del rodaje es estar serio delante de Jennifer Lawrence. Es una payasa, es muy divertida y yo tenía que estar deprimido, lo cual era difícil teniéndola al lado”, bromea.
Claflin se vuelve a poner serio para explicar el duro momento que vivió todo el equipo con la muerte de Philip Seymour Hoffman. “Es algo que nunca superaremos, fue chocante y traumático para todos. Él era una leyenda para mí, un héroe y uno de los mejores actores que hayamos tenido nunca”, añade.
Para los actores jóvenes estas películas han supuesto un trampolín hacia el estrellato. Sam Claflin admite que hay actores que trabajan en este tipo de filmes sólo para hacerse un nombre. En su caso fue porque le enganchó su historia, aunque también sabe que Los juegos del hambre le han ayudado a que llegaran nuevos proyectos: “Es una gran plataforma y estoy muy agradecido, pero no me metí en ella por eso”.
Casi dos millones de espectadores y más de 11 millones de eurosen España y864 millones de dólaresen todo el mundo.Esas fueron las espectaculares cifras de Los juegos del hambre: En llamas el año pasado. Los libros de Suzanne Collins se han convertido en una de las sagas más rentables de la historia del cine y han catapultado la trayectoria de sus jóvenes protagonistas: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson y Liam Hermsworth, a los que en las últimas entregas se ha unido Sam Claflin, que da vida al egocéntrico Finnick.