Un engañabobos para adolescentes

Después del éxito cosechado por Antena 3 con la adaptación de las dos primeras novelas del escritor italiano Federico Moccia, Tres metros sobre el cielo y Tengo ganas de ti, Telecinco decidió hacerse con los derechos de Perdona si te llamo amor para adaptarla a la gran pantalla.

Sin embargo, una vez visto el resultado, no parece que su funcionamiento en taquilla vaya ni siquiera a acercarse. Y no lo hará básicamente porque al contrario de lo que sucedía con las dos anteriores cintas, en las que su argumento era bastante consistente, aquí nos encontramos con una historia completamente inverosímil y alejada de la realidad.

La cinta comienza bien, de forma entretenida, graciosa. De hecho aquellos que se sientan enamorados pueden llegar a verse sorprendidos esbozando una sonrisa cómplice. Parece lógico. ¿Quién no ha recuperado la ilusión perdida en el amor gracias a alguien con tanta alegría y desparpajo como Niki?

Sin embargo, a medida que la cinta avanza, que los protagonistas se dan de cara con la realidad, que Alex entiende que una relación con una adolescente de 17 años no va a ninguna parte por muy alegre y divertida que sea, la historia empieza a perder fuelle, a desmoronarse.

Y eso que resulta muy fácil enamorarse de la protagonista de la cinta, Paloma Bloyd, que irradia alegría en cada escena, con cada sonrisa, con cada locura; o de cualquiera de sus amigas. También de Daniele Liotti, con el que Bloyd consigue una gran química.

Sin embargo, Liotti no es Mario Casas. Y su público objetivo no es aquel adolescente lleno de ingenuidad que hizo que las películas protagonizadas por el madrileño arrasaran en taquilla. Aquí el público es otro y, lamentablemente para la cinta, sin tantos pajaritos en la cabeza.

Es ficción, dirán algunos. Desde luego. Y claro que hay historias idílicas, empalagosas, así de románticas. Pero tampoco es cuestión de engañar con tal farsa a nuestros adolescentes. Las relaciones con tal diferencia generacional no funcionan. No al menos cuando uno de los dos tiene 17 años y el otro 37. Es una realidad. Cruda, sí, pero realidad.

En Telecinco parece que han sido conscientes de ello ya que sólo hay que ver la escasa promoción que ha habido de la cinta para entender la confianza que tienen en ella. Algo que, evidentemente, anula cualquier posibilidad de la adaptación de su secuela, Perdona pero quiero casarme contigo. Mejor.