“En España preferimos cine bueno a uno que funcione en taquilla”

¿Producimos en España el cine que quiere ver el público? Esa es una de las eternas cuestiones a las que se enfrenta el sector audiovisual en nuestro país y sobre la que han debatido los actores en el encuentro organizado por la Fundación First Team con motivo de la presentación del código de buenas prácticas para intérpretes que están preparando.

En opinión de uno de los fundadores de la Fundación, el actor Scott Cleverdon, en España se prima más la calidad que la cantidad: “Hacer una película buena es una anomalía, aquí lo que hace falta es cine popular. La gente del cine intenta hacer algo bueno en vez de algo que funcione en taquilla” comentaba crítico.

En su misma mesa, el Secretario de la Unión de Actores, Iñaki Guevara, opinaba que ningún productor quiere hacer una obra que no guste al público “no son gilipollas”, argumentaba. Una idea que compartía con el actor Guillermo Ortega, visto en series como Aquí no hay quien viva, que defendía que siempre se intenta hacer la mejor película posible y que guste a la gente.

El público asistente, en su mayoría miembros del sector de los actores, entró al debate pidiendo un cine más popular para que la gente reconecte con nuestras películas. Mirar más hacia el cine de fuera y aprender de los gustos de los espectadores. Un nombre se mencionaba en la platea una y otra vez: Ocho apellidos vascos. ¿Habrá cambiado la concepción del cine español la película de Emilio Martínez Lázaro?

En todo este caos Assumpta Serna, otra de las fundadoras de la institución e impulsora del código de buenas prácticas, actuaba de mediadora asegurando que los actores han vivido desconectados de la gente: “Hemos estado mucho tiempo dentro de nuestra burbujay necesitamos saber qué opina el espectador, hacer estudios de mercado. Gran parte de la opinión pública está en contra del cine español y tenemos que estar muy orgullosos de él. Hay que crear una imagen mejor y reflexionar sobre lo que hemos hecho mal” explicaba la actriz de El maestro de esgrima.

Otro de los elementos que han conseguido poner a la sociedad en contra de los actores es la politización de la cultura por parte de los partidos. Todos los asistentes al debate han coincidido en que desde la gala de los Goya del ‘No a la guerra’ se estigmatizó a los actores creando una idea de que todos son unos “rojos” y unos “subvencionados”, como señalaba Iñaki Guevara.

Las subvenciones centraron otro de los momentos calientes del debate. Scott Cleverdon manifestaba que cuando un productor se juega su propio dinero se las apaña para no perderlo, al contrario de lo que ocurre cuando el dinero es público. A esta idease oponía Iñaki Guevara al considerar que ningún productor quiere que su película no funcione, lo cual no tiene nada que ver con que se entreguen subvenciones o no. Guevara puso el ejemplo de Alemania, que da 750 millones de euros a su cine o Francia, que da 500 millones, mientras que España entregó sólo 39 en 2013.

Mandamientos del actor

Entre tantas proclamas casi se olvida el motor del acto, el código de buenas prácticas que la Fundación First Team está preparando con el apoyo de la Unión de Actores y que presentarán dentro de poco al Ministerio de Cultura. Un código que sin embargo no ha recibido el apoyo de la Academia de Cine Española.

Su objetivo es dignificar el sector y la percepción de los actores en la sociedad, promoviendo para ello valores como la transparencia y la ética. Para ello han creado un manifiesto con los principios básicos que debe cumplir un actor, así como las condiciones que deben regir las relaciones entre los intérpretes y el resto de miembros de una película.

Una lista de condiciones mínimas que deben existir para que los actores trabajen en las mejores condiciones posibles. Condiciones que no siempre se cumplen, como ha recordado Iñaki Guevara poniendo el ejemplo de la serie Alatriste, de Telecinco, que se rueda en Hungría: “Ruedan fuera porque los técnicos pueden tener contratos de 60 horas y los decorados son más baratos, eso es competencia desleal.Están explotando a actores y técnicos”.

El secretario de la Unión de Actores pidió que se denunciaran las irregularidades en el momentoy no se hiciera a posteriori: “Hay miedo a denunciar¿Quién no se ha quejado de José Luis Moreno?, pero siempre a toro pasado, cuando ya te deben ochomeses de sueldo”.

Assumpta Serna quiere que este código también fomente la profesionalización del sector y ha pedido buscar un convenio que permita a los estudiantes de arte dramático o de cursos de interpretación realizar prácticas en filmes. Una batalla que ha encontrado detractores como Santiago Zannou, director de Alacrán enamorado, que no quiso que actores de laFundación participaran en su filme.

La fundadora de First Team cree que los actores “nos quejamos mucho pero hacemos poco”. Por ello quiere que este código cuente con el apoyo de todos los sectores del cine y está abierta a cualquier mejora que pudiera surgir.

En la propia jornada pudo apuntar temas que no se encontraban en su manifiesto. Por ejemplo la regulación de estrellas internacionales y de actores amateurs en películas españolas.

Assumpta Serna cree que debería existir una regulación al respecto que diga qué cuota de reparto puede ser extranjera para que un filme sea considerado como español o quiera optar a dinero público. Scott Cleverdon, por el contrario, recurrió a un símil futbolístico para defender esta práctica: “¿Cuántos españoles tiene el Barcelona? ¿Y el Real Madrid? Esto es como en el fútbol, hay fichajes de fuera porque quieren ganar y hay que invertir en ellos”.