'Los juegos del hambre' prenden la chispa de la revolución
La segunda parte de la adaptación cinematográfica de la saga de novelas escrita por Suzanne Collins incide en la idea del alzamiento popular contra el gobierno
Los disturbios en el barrio de Tottenham, en Londres, la primavera árabe en Egipto, los movimientos estudiantiles en Grecia, y ahora el distrito 12 de Panem. La sociedad sale a las calles a clamar contra las injusticias. Jóvenes que abandonan el sofá de su casa para iniciar una revolución que pueda cambiar el curso de los acontecimientos. Esa es la base sobre la que se construye En llamas, la segunda parte de la saga de Los juegos del hambre.
Adaptando los libros de Suzanne Collins, esta secuela hace hincapié en la idea de que un líder puede dar al pueblo la esperanza necesaria para desafiar al gobierno y luchar por sus ideales. Esa no es otra que Katniss Everdeen, interpretada por Jennifer Lawrence, que ha reconocido en la presentación de la película que la generación actual necesita una heróina como su personaje.
A pesar de reconocer lo actual del tema, Lawrence se ha mostrado cauta cuando ha sido preguntada por si los españoles deberían realizar una revolución como la que cuenta la película para protestar por la situación actual. La ganadora del Oscar del año pasado ha remarcado que “obviamente para conseguir la libertad hay que luchar” pero que sin embargo no quería instigar una rebelión entre los jóvenes en España. El realizador Francis Lawrence ha acudido en su ayuda aclarando que “hay momentos en los que se necesita esa revolución, pero no hay que idealizar estos procesos, también tienen consecuencias negativas”.
Obviamente para conseguir la libertad hay que luchar
Posteriormente, el director ha comentado a El Confidencial que ese paralelismo entre la actualidad y la película es una de las cosas que más le interesaba tratar en la película “Quería crear una filme de entretenimiento pero que hablara de la pérdida, de las consecuencias de la guerra… Hay muchas ideas en los libros que están en la vida real: la idea de la importancia de los medios, de la revolución, mira Egipto, son cosas que están pasando ahora”. Una unión con la realidad que cree que es una de las claves del éxito entre los adolescentes de esta saga literaria “Suzanne escribió para los jóvenes, pero no les trató como niños, sino como adultos inteligentes”.
Quizás por ello tantas películas que pretendían adaptar sagas literarias para adolescentes han fracasado, por su infantilización de los temas que interesan a la gente. Esa impresión la tiene también Francis Lawrence que opina que “todo el mundo quiere hacer una adaptación de una saga YA (para Young Adolescents), pero las productoras no miran el material, ni sus temas, ni su significado o su historia. Pero siempre pasa, cuando una película basada en un cómic funciona, de repente todo el mundo quiere hacer un filme sobre un cómic”.
En ese sentido Los juegos del hambre: En llamas juega sobre seguro. Superó los 400 millones de dólares en EEUU con su primera parte y se espera que esta secuela sea el filme más taquillero del año con un primer fin de semana que puede rebasar los 180 millones en sólo tres días. Cifras de vértigo para un título que además está recibiendo un apoyo crítico casi unánime. Este éxito podría asustar a otros directores, pero Lawrence confiesa que es un alivio tener la seguridad de que tu película va a ser vista.
Una atípica celebrity
Igual que Katnees, la protagonista de la saga, conquista a todo el mundo y se convierte en una celebridad, Jennifer Lawrence ha conseguido en pocos años ser una de las estrellas más queridas de Hollywood. Su frescura y espontaneidad han hecho que la nueva estrella del cine americano sea alguien que podría ser el vecino de al lado. Como muestra sólo hay que recordar su caída al recoger el Oscar o sus reacciones al ver a Jack Nicholson en la fiesta posterior a los premios.
En la presentación de la película en Madrid todos los ojos estaban puestos en ella, y no ha defraudado. Con su naturalidad habitual no ha dudado en decir que uno de los momentos más difíciles de la película fue “no vomitar” en la escena en la que gira la cornucopia o en amagar con escapar ante la pregunta sobre si apoyaría una revolución en nuestro país.
Genio y figura de Jennifer Lawrence, que tan pronto rompe una caja de caramelos en medio de la rueda de prensa provocando las risas de sus compañeros, como deja con la boca abierta al espectador con interpretaciones como la de Winter’s bone. Un ejemplo más de que los tiempos cambian, e incluso la sociedad demanda otro tipo de modelos a los que alabar.
Los disturbios en el barrio de Tottenham, en Londres, la primavera árabe en Egipto, los movimientos estudiantiles en Grecia, y ahora el distrito 12 de Panem. La sociedad sale a las calles a clamar contra las injusticias. Jóvenes que abandonan el sofá de su casa para iniciar una revolución que pueda cambiar el curso de los acontecimientos. Esa es la base sobre la que se construye En llamas, la segunda parte de la saga de Los juegos del hambre.
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