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La Academia firma el divorcio con los espectadores españoles
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sus filmes preseleccionados han fracasado en taquilla

La Academia firma el divorcio con los espectadores españoles

'15 años y un día' y 'Alacrán enamorado' son las dos películas ya estrenadas que optan a ir a los Oscar. Su paso por taquilla ha sido decepcionante y fugaz

Foto: 'Alacrán enamorado' de Santiago Zannou
'Alacrán enamorado' de Santiago Zannou

Qué lejos queda en el tiempo ese ¡Peeeeedro! gritado por Penélope Cruz al entregar el Oscar a su amigo Pedro Almodóvar, o aquel mítico “Quisiera creer en Dios para darle las gracias, pero sólo creo en Billy Wilder”, con el que Fernando Trueba rindió pleitesía a su ídolo cinematográfico. Desde 2004, cuando Alejandro Amenábar alzó la dorada estatuilla, ninguna película ha conseguido el ansiado galardón. Pero lo que es más preocupante es que desde entonces ni siquiera hemos estado nominados.

Para este año la Academia ha elegido cuatro propuestas que optarán a representarnos ante su homónima en Hollywood. Dos de ellas no se han estrenado todavía, ya que han realizado lo que se llama un estreno técnico (estrenar en una sala perdida de alguna pequeña provincia durante siete días consecutivos) para cumplir con las normas y conseguir subirse al carro de las preseleccionadas. Estas son La gran familia española, de Daniel Sánchez Arévalo (estreno este viernes); y Caníbal, de Manuel Martín Cuenca, que llegará a nuestras salas el 11 de octubre tras su exitoso paso por Toronto y competir en el próximo Festival de Cine de San Sebastián.

Las otras dos elegidas ya han pasado por las pantallas españolas, aunque si preguntas a la gente de la calle seguramente no sepan ni que estos títulos existen o se hayan estrenado. Se trata de 15 años y un día, de Gracia Querejeta; y Alacrán enamorado, de Santiago Zannou.

placeholder '15 años y un día' de Gracia Querejeta

Según la Academia estas son las dos películas más reseñables, mejores o más adecuadas para representarnos en EE.UU de todo lo estrenado hasta el momento. Algo que vuelve a poner en evidencia que el criterio de los espectadores dista mucho del de la institución, ya que ambas han tenido unos resultados económicos, como poco, decepcionantes.

La primera de ellas, dirigida por Gracia Querejeta, fue la gran triunfadora del Festival de Cine Español de Málaga al alzarse con el premio a la Mejor Película, al Mejor Guión y a la Mejor Banda Sonora. Su directora ya contaba con otras tres películas a sus espaldas y al frente del reparto se encontraba Maribel Verdú. La crítica además le dio su beneplácito, lo que todo hacía prever que a pesar de ser una película pequeña su boca a boca fuera bueno para poder tener una vida duradera en las salas. Su primer fin de semana ya fue peor de lo esperado: 174.500 euros, y 1.300 euros por copia, sin embargo siempre quedaba la esperanza de que el público hablara y recomendara el filme. La taquilla devolvió al cine español a la cruda realidad, 15 años y un día se desplomó un 61% en su segunda semana. Al finalizar su vida comercial ni siquiera ha podido llegar al medio millón de euros de recaudación (exactamente 382.584,49), lo que se traduce en 57.925 personas.

El caso de Alacrán enamorado es más sangrante. Se estrenó en 209 salas, un número propio de un estreno que despierta cierta confianza entre su distribuidora. Con dos guaperas adolescentes liderando el filme, Álex González y Miguel Ángel Silvestre, además de la colaboración de Javier Bardem. Los medios no fueron tan benevolentes como con el filme de Querejeta pero no hubo comentarios excesivamente negativos. Resultado: 140.000 euros, un promedio de 669 euros por copia, casi la mitad que 15 años y un día estrenándose en 79 salas más. Un fracaso en toda regla. Finalmente ni ha llegado a los 50.000 espectadores.

Por tanto la Academia ha apostado por dos películas que han quedado fuera de la atención del público y que tampoco han tenido una respuesta positiva por parte de la audiencia, viendo como su carrera comercial se ha visto hundida en pocas semanas.

Si bien es cierto que 2013 está siendo un año nefasto para nuestra taquilla, también lo es que existen una decena de películas que han conseguido más espectadores y que no han logrado estar entre las posibles candidatas al Oscar. Entre estas ausencias es destacable la de Isabel Coixet con Ayer no termina nunca y la de un clásico entre los nominados que escenifica el segundo divorcio de la institución en un mismo día.

¿Dónde está Almodóvar?

Repasando las cinco películas españolas más taquilleras en lo que va de 2013 se puede observar que quien ostenta el quinto puesto, Tesis sobre un homicidio, ha sido obviada por ser una coproducción con Argentina, y que tanto Los últimos días como El Cuerpo (cuarto y tercer puesto respectivamente) son unas propuestas demasiado de género como para que los miembros de la Academia se fijaran en ellas, pero cuando uno observa al número 2 ve el nombre de Pedro Almodóvar y sus amantes pasajeros. Un cineasta que desde Mujeres al borde de un ataque de nervios solo había quedado fuera de la lucha por representar a España en una ocasión, con Los abrazos rotos.

placeholder Escena de 'Los amantes pasajeros'

Su último filme ha supuesto un mazazo crítico para el manchego (especialmente en España), pero a pesar de ello sigue siendo el filme hablado en castellano que más dinero ha hecho este año y el nombre más internacional de todos los que han estrenado este 2013. Por tanto el filme de Pedro Almodóvar confirma su rechazo por parte de los académicos y puede ir despidiéndose de cualquier nominación para los próximos Goya.

Habrá que esperar a ver qué ocurre con La gran familia española y Caníbal, ver si su calidad viene refrendada por un apoyo y un vínculo especial con el público y, lo más importante, comprobar si la que finalmente resulte elegida puede terminar con los estremecedores datos sobre nuestro cine en los últimos años. Desde el año 2000 sólo se contabiliza una nominación al Oscar, datos muy alejados de cualquier década anterior, donde nunca bajamos de cuatro menciones. Parece ser que no sólo el espectador ha pedido los papeles de divorcio a nuestro cine.

Qué lejos queda en el tiempo ese ¡Peeeeedro! gritado por Penélope Cruz al entregar el Oscar a su amigo Pedro Almodóvar, o aquel mítico “Quisiera creer en Dios para darle las gracias, pero sólo creo en Billy Wilder”, con el que Fernando Trueba rindió pleitesía a su ídolo cinematográfico. Desde 2004, cuando Alejandro Amenábar alzó la dorada estatuilla, ninguna película ha conseguido el ansiado galardón. Pero lo que es más preocupante es que desde entonces ni siquiera hemos estado nominados.

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