Es noticia
El director japonés de pelis lentas que no teme al público: "Hago filmes para quedarme a gusto"
  1. Cultura
Ganador de Oscar y León de Plata en Venecia

El director japonés de pelis lentas que no teme al público: "Hago filmes para quedarme a gusto"

Ryūsuke Hamaguchi, creador de 'Drive my car', estrena 'El mal no existe', película reposada que se centra en los irremediables problemas entre el capitalismo imperante, la ciudad y la naturaleza

Foto: Hamaguchi ganó el León de Plata de Venecia en 2023 con 'El mal no existe' (EFE)
Hamaguchi ganó el León de Plata de Venecia en 2023 con 'El mal no existe' (EFE)

Enfrentarse a El mal no existe, la nueva película del japonés Ryūsuke Hamaguchi (artífice de Drive my car, que ganó el Oscar a Mejor película de habla no inglesa en 2022 y está basada parcialmente en un relato breve de Murakami) no será tarea sencilla para todo el mundo.

La cinta, que ganó el León de Plata en el Festival de Venecia en 2023, cuenta la historia de un pueblo cercano a un bosque que debe hacer frente a una compañía urbanita que pretende montar un negocio de glamping (mezcla de glamour y camping) en sus proximidades con todos los inconvenientes medioambientales que eso supone. Y no se caracteriza precisamente por su trama trepidante o sus escenas de acción.

El mal no existe es reposada, onírica, tranquila —ciertamente tarkovskiana— y se toma su tiempo en mostrarnos infinitos planos del bosque o viajes en coche en tiempo real, hasta el punto de que en ocasiones a Hamaguchi parece que se le ha olvidado apagar la cámara y se ha ido a comer. Y eso, en una sociedad impaciente a la que le cuesta prestar atención durante mucho tiempo seguido, es un riesgo. Pero Hamaguchi no parece especialmente preocupado por su público potencial pues, como confiesa en entrevista por zoom, hace las películas que quiere sin pensar en nada más.

"La película nació como un proyecto que me presentó la artista musical Eiko Ishibashi para acompañar a uno de sus espectáculos musicales", señala. "Lo primero que hice fue visitar el entorno donde vivía ella —un entorno de provincias— y buscar localizaciones de naturaleza. Lo que pasa es que solamente con filmar naturaleza no hay ningún contenido dramático. Me puse a hablar entonces con la gente que vivía allí para ver qué problemas tenían y resulta que en aquel lugar había un problema de glamping, fue así como comencé a investigar sobre el tema y me di cuenta de que era lo que estaba buscando".

placeholder El director Ryusuke Hamaguchi sdurante una conferencia de prensa. EFE
El director Ryusuke Hamaguchi sdurante una conferencia de prensa. EFE

El glamping es una tendencia cada vez más común, consistente en el camping de toda la vida pero en versión lujosa, con ciertas comodidades añadidas como pueden ser un sistema de calefacción, camas grandes o muebles. En general los expertos aseguran que suelen estar bastante integrados y no tienen por qué suponer mucho impacto medioambiental, a no ser que se convierta en turismo de masas. "No tengo una manera única de trabajar. En casos en los que hay un texto —como en Drive my car— lo que hago es leerlo varias veces y luego me pongo a escribir el guion. Si no tengo una historia de partida me dedico a documentarme, viajar a muchos sitios, recoger todo tipo de temas... y cuando voy escribiendo el guion aparece de alguna manera la línea principal y luego el resto de temas se agrupan de forma orgánica. Yo mismo me sorprendo de cómo evoluciona el guion a medida que escribo", señala Hamaguchi.

"Mi intención no es dar un mensaje con las películas, puede que esta lo tenga pero no es intencionado. Lo que intento es expresar el mundo tal y como yo lo siento, incluyendo las cosas que no entiendo (porque nunca entendemos todo lo que sucede a nuestro alrededor). Yo puse en imágenes mis sensaciones, lo que experimenté al vivir allí o en la ciudad y así el público reflexiona sobre el entorno en el que vive", señala.

De manera intencionada o no, la película es un claro canto a la naturaleza y una crítica a las prácticas capitalistas masivas, así como pretende mostrar los distintos puntos de vista de la ciudad y el campo (aquí podríamos extrapolarlo también a la famosa España vaciada). "Me preguntan a menudo si con esta película he querido reflejar el enfrentamiento entre la civilización y la naturaleza. Yo creo que son dos conceptos que no están enfrentados de igual a igual".

"La naturaleza evidentemente existe y la civilización es un constructo artificial que hemos creado nosotros. Por lo que respecta al capitalismo se dan situaciones que afectan no solo al entorno sino a la naturaleza misma dentro de nosotros. En Japón se dan situaciones increíbles como la muerte por exceso de trabajo y esto es sin duda es consecuencia del capitalismo. Lo que sucede tanto en las personas como en el entorno natural es que el capitalismo puede llevar a que no se regenere la situación original y esto es un peligro", indica.

"En Japón se dan situaciones increíbles como la muerte por exceso de trabajo y esto es sin duda es consecuencia del capitalismo"

Hamaguchi asegura que recibir el Oscar sin duda le ha dado facilidades para rodar y seguir siendo fiel a su estilo sin cambiar en exceso: "También recibio el Premio de la Academia Japonesa y para mí fueron como una casualidad, me sorprendí mucho. Fundamentalmente hago películas para quedarme a gusto conmigo mismo.

En el caso de El mal no existe, como empecé a hacerla para un espectáculo musical ni siquiera me planteé qué tipo de espectadores podían llegar a verla, no le daba importancia. Si bien es cierto que está un poco alejada de los gustos del público actual, pensamos que este solo existe en la ciudad y la naturaleza también forma parte de la sociedad actual. Con esta película yo quería poner en imágenes lo que veía en ese entorno que es tan importante como lo es el entorno urbano".

"Cuando comencé con el proyecto comencé a pasar tiempo en entornos naturales. Especialmente en mitad del invierno que no ves ninguna forma de vida la primera impresión que tienes es que el mal no existe. De alguna manera que el mal no exista parece un sinónimo de la naturaleza. A veces hay terremotos, tifones y desgracias naturales pero la gente no piensa que sea culpa de la naturaleza ni se enfada con ello directamente. Por eso mismo elegí ese título y le da cierta tensión a toda la película, especialmente con su clímax final", reflexiona Hamaguchi.

Enfrentarse a El mal no existe, la nueva película del japonés Ryūsuke Hamaguchi (artífice de Drive my car, que ganó el Oscar a Mejor película de habla no inglesa en 2022 y está basada parcialmente en un relato breve de Murakami) no será tarea sencilla para todo el mundo.

Cine
El redactor recomienda