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De narices y (poca) relevancia
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80ª MOSTRA DE VENECIA

De narices y (poca) relevancia

Bradley Cooper opta por el León de Oro con 'Maestro', biopic sobre Leonard Bernstein, mientras que Roman Polanski deja mucho que desear con The Palace

Foto: Roman Polanski y Luca Barbareschi. (Festival Internacional de Cine de Venecia)
Roman Polanski y Luca Barbareschi. (Festival Internacional de Cine de Venecia)

Tengo un conflicto. Si escribo de la nariz de Bradley Cooper en Maestro, criticada por su supuesta intención antisemita, desvío la atención que merece otro tema más de fondo, y hasta menos tonto.

Pero ya que estamos, vamos con la historia porque lo que en apariencia lucía como intrascendente y que hace unas semanas había generado un pronunciamiento por parte de la familia del afamado y excepcional director y compositor Leonard Bernstein apoyando el uso de la prótesis y la película de Cooper, llegó con toda su algarabía a la Mostra de Venecia.

placeholder Oliver Massucir. (Festival Internacional de Cine de Venecia)
Oliver Massucir. (Festival Internacional de Cine de Venecia)

El especialista en maquillajes imposibles Kazu Hiro, presente en la conferencia de prensa de esta tarde, no se recuperaba aún del asombro; que no esperaba que se desatara tal polémica en torno a la nariz, que sentía mucho haber herido los sentimientos de la gente, que su finalidad —como la del director y protagonista —era "retratar a Lenny lo más auténticamente posible". A todas estas, y ya vista Maestro, hay que afirmar que el objetivo de Hiro y Cooper se ha cumplido a cabalidad.

Maestro no es un biopic de catálogo. Pone el foco en la relación entre Bernstein (una interpretación de Cooper de bastante altura) y Felicia Montealegre (una sobresaliente Carey Mulligan), un nexo que se inició en 1946 y se convirtió en un matrimonio de 25 años con tres hijos. Con saltos al pasado, la película parte con el anciano Bernstein al piano en una entrevista realizada en su casa, y durante dos horas vemos diferentes fases de sus vidas, profundizando en los personajes desde la perspectiva de la pareja.

Aunque no es una película rotunda, no hay que negarle que logra emocionar en ciertas escenas musicales como el concierto de la Resurrección de Mahler en la Ely Cathedral en 1973; las composiciones para musicales de Bernstein recorren la película, y es más que acertado el lenguaje cinematográfico para relatar las diferentes fases de vida. En un biopic las decisiones no deben ser sencillas, qué contar y cuánto se imagina un verdadero tormento, y en este caso la atención está puesta en la bisexualidad del músico —también como causa de las fricciones en la pareja— y menos en los procesos creativos.

Foto: Penélope Cruz como Laura Ferrari en 'Ferrari' (MOSTRA DE VENECIA)

Bradley Cooper, de vacaciones por Italia, hace unos días se había acercado al Lido para hacer las pruebas técnicas pertinentes. Que los actores, ni el mismo Bradley, no estén en la Mostra para presentar y defender la película, le tiene "devastado". Parte del equipo técnico sí que se acercó al Lido, así como Jamie Bernstein, la hija mayor de Lenny, quien también en nombre de sus hermanos dijo que se sintieron "honrados" por poder participar en este largometraje.

Maestro, que cuenta con la producción de pesos pesados de Hollywood tal como Steven Spielberg y Martin Scorsese, es el segundo intento como director de Cooper. Nuevamente, compite por el León de Oro en el certamen veneciano, después de su paso por aquí mismo hace un lustro con Ha nacido una estrella, su debut por la puerta grande con Lady Gaga como cómplice de aventuras. Atención, pues, con Maestro que promete hacer mucho ruido en la temporada de premios, quizás más ruido del generado en Venecia.

placeholder 'Maestro' que promete hacer mucho ruido en la temporada de premios. (Festival Internacional de Cine de Venecia)
'Maestro' que promete hacer mucho ruido en la temporada de premios. (Festival Internacional de Cine de Venecia)

Lo contrario de ruido es el silencio, ese mismo que reinó en torno a The Palace, la más reciente película de Roman Polanski, programada en la Mostra fuera de concurso. A estas alturas ya no se sabe si Polanski arrastra la polémica o la polémica a él, cierto es que ha sido muy discutida la inclusión de su película en esta cita cinematográfica.

Ya dicho esto, pasemos a The Palace, una comedia coral con Fanny Ardant, Joaquim De Almeida, John Cleese, Oliver Masucci, Mickey Rourke, entre otros. Se desarrolla en un exclusivo hotel en el medio de las montañas nevadas en Suiza la última noche de 1999. Para el cambio de milenio, el personal del hotel se prepara para recibir a una clientela de mucho dinero pero de poca clase. Mujeres operadas que parecen portar máscaras, rusos nuevos ricos, artistas venidos a menos, aristócratas decadentes que le dan de comer caviar carísimo al chihuahua. Un verdadero cuadro flamenco-suizo-trashy que una vez transcurridos los primeros 30 minutos comienza a producir vergüenza ajena, plagado de clichés, chistes facilongos y de mal gusto.

Más allá del caso Polanski, no se puede obviar una obra notable que —para bien o para mal— ha dejado una huella indeleble en el cine, y hasta con su película previa (El oficial y el espía) defendía su relevancia. Con 90 años recién cumplidos, tal vez The Palace sea la última del polaco, de ser así, de ninguna manera se podrá hablar de un lucido happy end.

Tengo un conflicto. Si escribo de la nariz de Bradley Cooper en Maestro, criticada por su supuesta intención antisemita, desvío la atención que merece otro tema más de fondo, y hasta menos tonto.

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