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Feliz Día de la persona especial
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Feliz Día de la persona especial

Cuando los niños crezcan, que nadie se extrañe si uno de esos chavales le pega un puñetazo en la cara al profesor que lo ha frustrado

Foto: Un padre y su hijo en Valencia. (EFE/Ana Escobar)
Un padre y su hijo en Valencia. (EFE/Ana Escobar)
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Supongo que estáis al tanto: una maestra de Jerez mandó a los padres una nota de voz por WhatsApp en la que les informaba de que, este año, no iban a celebrar en el colegio el Día del padre, porque eso habría podido incomodar a los hijos de familias sin padre, y que en su lugar iban a optar por el "día de la persona especial". Es un nombre curioso. Me sonó como una actualización políticamente correcta del "día del subnormal" que se celebraba en los años ochenta. Pero no.

La tontuna había aposentado sus nalgas en el trono vaporoso de la diversidad. Explicaba la maestra que el cambio se debía a que ahora hay familias diversas, porque se conoce que antes no había ni huérfanos, ni madres solteras, ni bastardos, y que la "persona especial" podía ser la madre, una de las dos madres, el vecino de género fluido, el perro travesti o el primo poliamoroso, es decir, quien cada niño decidiera. Hasta el padre, en caso de que el niño fuera retrógrado.

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A mí esta bomba de remilgo no me sorprendió lo más mínimo porque coincidió con que hemos estado, mi mujer y yo, en varias jornadas de puertas abiertas de colegios del barrio. Ha sido un poco deprimente; lo bastante para intuir que el "día de la persona especial" de Jerez está en sintonía con lo que te puedes encontrar en Barcelona, por ejemplo. Es decir, que se llega antes de una ciudad a otra oyendo tonterías que en avión.

En general, en las escuelas que visitamos no se mencionaron verbos amenazadores como "estudiar" o sustantivos anticuados como "libro", sino que se nos habló de la sofisticada técnica con la que "el profesorado" acompañaría a "las criaturas" o "las infancias" en caso de que sintieran cualquier conato de ira, frustración o ansiedad. Era como si en vez de colegio nos estuvieran ofreciendo terapias.

placeholder Ralph es mi persona especial.
Ralph es mi persona especial.

Visto el percal, ¿cómo iba a sorprenderme con la ñoñería de la maestra de Jerez? Intuyo que no es una cosa extemporánea, sino la triste normalidad. Una de tantas expresiones de la generalizada dejación de funciones de nuestro sistema educativo, donde enseñar las tablas de multiplicar es pecado y explicar a un niño sin padre por qué hay un día del padre, crimen de lesa humanidad.

En caso de que el día del padre no fuera una cosa insustancial, como yo creía, y requiera seminarios explicativos, sería una excelente oportunidad para que la clase reflexione sobre la existencia de niños sin padre, y para que los niños sin padre entiendan que en el mundo donde viven suele haberlos. Pero no, ¡qué locura someter a un niño al tormento de integrar en su vida algo que le es ajeno!

Intuyo que no es una cosa extemporánea. Una de tantas expresiones de la dejación de funciones de nuestro sistema educativo

Lo más divertido es que precisamente llaman "enfoque de la diversidad" al que se esfuerza en convertir a los críos en seres incapaces de encajar la diferencia. ¿Día del padre habiendo niños sin padre? ¡Borrar, suprimir, cancelar! Perfecto.

En vez de ejercitar en los niños el difícil reto de integrar la diferencia consustancial en el mundo, esta óptica falsamente diversa pasa la apisonadora. En lugar de prepararlos para moverse en la desigualdad con la que inevitablemente se encontrarán, se les construye un mundo de yupi en el colegio donde se reparte mediocridad en vasos iguales para todos. ¡Mucho más sencillo suprimir algo que comprenderlo! ¡Dónde va a parar!

"Es, en suma, la consecuencia lógica de considerar al niño como un ser frágil, por una parte, y acojonantemente sabio, por otra"

Es la misma morralla de los "espacios seguros" de los campus anglosajones o los trigger warnings, esos avisos de que lo que alguien puede decir algo virtualmente desagradable para el más hipersensibilizado de la clase; es la misma bazofia de quitar de cuentos infantiles palabras o ideas que podrían molestar, pero que existen. Es, en suma, la consecuencia lógica de considerar al niño como un ser extraordinariamente frágil, por una parte, y acojonantemente sabio, por otra.

¿Explicarles cosas? ¿Ayudarles a entender? ¿Afrontar lo problemático? ¡Qué va! ¡Máximo respeto a sus sentimientos, incluso a los sentimientos que los pedagogos se imaginan que tienen los niños! Después, cuando crezcan, que nadie se extrañe si uno de esos niños le pega un puñetazo en la cara al profesor que lo ha frustrado en lo más mínimo, o si es un adolescente deprimido y frito a pastillas por no ser capaz de sostener sobre sus hombros el peso intolerable de la realidad.

Que nadie se sorprenda, vaya, si alguno acaba convertido en un idiota, porque se empieza celebrando el día de la "persona especial" y se acaba convertido en una.

Supongo que estáis al tanto: una maestra de Jerez mandó a los padres una nota de voz por WhatsApp en la que les informaba de que, este año, no iban a celebrar en el colegio el Día del padre, porque eso habría podido incomodar a los hijos de familias sin padre, y que en su lugar iban a optar por el "día de la persona especial". Es un nombre curioso. Me sonó como una actualización políticamente correcta del "día del subnormal" que se celebraba en los años ochenta. Pero no.

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