'Cine y moda, por Jean-Paul Gaultier': un 'enfant terrible' viste (y traviste) la gran pantalla

Entre la biografía y el autorretrato. Así es como el director de la Cinématèque Française, Frédéric Bonnaud, situaba la muestra 'Cine y moda, por Jean-Paul Gaultier', que se podrá ver en el CaixaForum Madrid hasta el 5 de junio. Los más de 100 trajes y proyecciones audiovisuales que se recogen en la exposición, una versión española de una previa realizada en París, son una especie de memoria material para comprender el trabajo de Gaultier, porque él mismo la ha dirigido y co-comisariado, ya retirado de los desfiles. El modisto ha asistido a la inauguración en Madrid, donde ha reconocido que su pasión por la moda nació de una pantalla.

"Fue al ver 'Falbalas', la película de Jacques Becker, con 13 años", ha reconocido ante los periodistas. Este largometraje de 1945 narra las conquistas del diseñador de moda Philippe Clarence y sus aventuras con las modelos. El movimiento, la iluminación y el vestuario de Marcel Rochas fueron su "única escuela de moda", como él mismo reconocía. Por eso 'Cine y moda' comienza como una muestra de los años cincuenta escondida tras un velo traslúcido, el sueño del Gaultier niño cuando imaginaba una de las piezas clave de su obra: el corsé mítico de Madonna, extraído de la lencería femenina y convertido en una pieza de alta costura.

Podría decirse, entonces, que la trayectoria de Jean-Paul Gaultier estuvo ligada al cine desde sus inicios porque nunca asistió a ninguna escuela de moda. La calle, las revistas y las pantallas fueron su universidad. Y la pantalla de cine, su aula magna. "Al ver los trajes, la iluminación y esas actrices... Decidí que quería dedicarme a la moda. La moda es mi vida y yo la aprendí de las películas", exclamaba el diseñador. Gaultier destaca, tanto en sus diseños como en su discurso, que moda y cine son un "espectáculo vivo", como un fluido en el que la sociedad vierte sus inquietudes. La liberación sexual, la ruptura del género y los arquetipos, se convierten en un ejercicio de la disidencia a través del vestuario. "Una puesta en escena de la evolución del mundo", en palabras del diseñador.

La exposición del CaixaForum no solo recoge diseños de Gaultier, sino que repasa la historia del cine a través de la mirada del modisto francés y los ecos en su trabajo. En las vitrinas pueden verse los trajes de chaqueta andróginos de Marlene Dietrich, el vestuario de Sharon Stone en 'Institnto básico' o los diseños que Grace Kelly llevaba en 'La ventana indiscreta'. Estructurada en cinco salas, 'Cine y moda' es una exposición multimedia, con trajes, imágenes, proyecciones y murales. Quizá algo abigarrada por ello, pero sólida en sus asociaciones entre imaginario cinéfilo y moda.

A la revolución del corsé de Gaultier le sigue la inversión de los roles de hombres y mujeres: la introducción de prendas femeninas en la silueta masculina se convirtió pronto en uno de los códigos de su lenguaje. Y la erotización del hombre, convirtiéndolo en un objeto sexual al modo de la representación tradicional de las mujeres, a través de su icónica camiseta marinera. "Es la mirada de la mujer sobre el hombre la que tomó relevancia". Como ejemplo en la pantalla, la exposición recoge los marineros de 'Querelle', la película de Rainter W. Fassbinder.

Gaultier y Almodóvar

Pedro Almodóvar y Jean-Paul Gaultier constituyen una de las alianzas más reconocibles del diseñador y el cine, en películas como 'Kika' o 'La mala educación'. "Nos conocimos en algunas salas, me pidió que hiciera el vestuario de una de sus películas. Estaba encantado porque Almodóvar tenía una idea muy concreta de lo que buscaba: los colores, las formas... Sabía qué universo quería crear y no muchos directores de cine pueden decirlo", explicaba Gaultier en el coloquio previo a la inauguración de la muestra.

El diseñador vio en las heroínas del cine una feminidad transgresora y con carácter, alejada del modelaje tradicional. Y encontró en las 'chicas Almodóvar' (Rossy de Palma, Marisa Paredes, Penélope Cruz, Victoria Abril...) una inspiración para sus diseños. Una de las piezas más icónicas de la obra del director manchego está expuesta en 'Cine y moda': el traje de motera de Victoria Abril en 'Kika'. "Almodóvar me habló de un personaje interpretado por Abril, Andrea Caracortada, que representaba el principio del 'reallity' en los noventa. Iba en moto, con una cámara en la cabeza...", contaba Gaultier.

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El director y la actriz viajaron al taller de Gaultier en París para probar el vestuario antes del rodaje, con un prototipo hecho de materiales endebles, todavía con medidas y lleno agujas. "Victoria Abril se probó el traje y los dos empezaron a reproducir un diálogo de la película, como si la hubieran ensayado. Fue increíble, pero para nosotros fue una faena porque todos los alfileres del traje se cayeron", recordaba el diseñador francés. La conexión con España culmina con la muestra de varios vestidos de Balenciaga, Pertegaz y Paco Rabanne.

La exposición 'Cine y moda' viajará por los CaixaForum de Barcelona y Sevilla, y estará acompañada de varias conferencias sobre el diseño como disciplina transversal. También intervendrá la actriz Rossy de Palma, amiga del diseñador y uno de sus nexos con el cine, como comisaria de un ciclo de películas en que las dos disciplinas constituyen una relación esencial.