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Otra cultura es posible en Málaga: historia de una casa (invisible) al borde del desalojo
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Otra cultura es posible en Málaga: historia de una casa (invisible) al borde del desalojo

Tras casi quince años de actividades culturales por las que han pasado todo tipo de creadores, La Casa Invisible, de gestión colectiva, se enfrenta a su final

Foto: La Casa Invisible en una imagen de archivo
La Casa Invisible en una imagen de archivo

Fue un sábado de primavera. Floren Cabello, entonces estudiante de Comunicación y en paro, se acercó por la calle Nosquera hasta aquel antiguo palacete de 1876 que llevaba dos años abandonado y que antes había tenido mil vidas como discoteca, colegio y hasta internado para niñas. Venía acompañado del actor Pepe Rovira, que había presentado la película ‘El taxista ful’ en el Festival de San Sebastián con gran éxito. “Llegué y cuando entré por el pasillo y vi el patio me di cuenta de que aquello era un oasis. Estaba abandonado, pero no destartalado. Limpiamos las hojas y por la tarde ya estábamos”, cuenta a este periódico. Era el 10 de marzo de 2007 y acababa de nacer en Málaga ‘La casa invisible’, un centro social y cultural de gestión colectiva que después de quince años de actividades ininterrumpidas se encuentra al borde del desalojo por una orden del ayuntamiento. Y con muy pocos visos de llegar a un acuerdo.

El edificio al que llegó Cabello junto al grupo de personas que se hacían llamar ‘Creadores invisibles’ y que ocupaba 2.000 metros cuadrados en pleno casco antiguo de la ciudad era de titularidad municipal. Por este motivo, desde el principio hubo tensiones con el consistorio. Sin embargo, también desde el inicio estos creadores dejaron claro que su intención no tenía nada que ver con ocupar el inmueble para uso residencial sino cultural y social.

placeholder El patio de La Casa Invisible en una imagen de archivo
El patio de La Casa Invisible en una imagen de archivo

“Este no fue un proyecto que surgió de un día para otro sino que provenía de años de organización ciudadana con gente que intentaba trabajar en el ámbito de la cultura y la educación”, rememora Cabello, hoy portavoz de este centro. Ya el año antes habían llevado a cabo la “okupación” del antiguo cine Andalucía -que también estaba abandonado- durante 24 horas. Querían reivindicar “que en la ciudad se estaba fomentando un tipo de cultura que dejaba a los creadores invisibilizados”, resume otro de sus portavoces que prefiere mantener su nombre dentro del colectivo. Para el año siguiente decidieron tener una sede permanente.

Querían reivindicar “que en la ciudad se estaba fomentando un tipo de cultura que dejaba a los creadores invisibilizados”

No lo hicieron de tapadillo. El mismo día en la que se asentaron en el edificio de Nosquera colgaron en una página web la programación del Festival de Cultura Libre, varias jornadas en las que se proyectaron películas como ‘El taxista ful’, hubo debates, lecturas de tesis, presentaciones de proyectos arquitectónicos -sobre los baños del Carmen y Guadalmedina-. “Se trataba de hacer una reflexión sobre una cultura libre, más democrática, que entonces iba en contra de la cultura de la espectacularización con eventos como el festival de cine de Málaga, aunque es verdad que este ahora ha cambiado y está mejor”, sostiene Cabello.

Mientras por la ciudad iban brotando museos franquiciados, La Casa Invisible se asentaba entre los círculos culturales alternativos. Por allí comenzaban a pasar bailaoras como La Chachi -hoy se sube a teatros de todo el país-, el grupo de circo RolaBola - Premio Nacional de Circo en 2017- la poeta Chantal Maillard - premio nacional de Poesía- y pensadores ligados a la izquierda como Richard Stallmann, Toni Negri, Marina Garcés y Silvia Federici más directores de museos como Manuel Borja-Villel -entonces al frente del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) y después como director del Museo Reina Sofía- y Santi Eraso, que había sido el director del Arteleku en el País Vasco. “Creo que mucha gente encontró un espacio cotidiano como en Madrid podría ser el Medialab Prado. Un sitio para pensar la cultura de otra forma”, reflexiona Cabello, que hoy es profesor en la Universidad de Málaga.

Tensiones con el ayuntamiento

Si bien las tensiones con el ayuntamiento nunca cejaron, al principio hubo cierta negociación. “El ayuntamiento vio que no era una okupación como tiene en su imaginario sino un proyecto cultural y urbanístico sólido con gente como Eduardo Serrano, urbanista y diseñador del parque del oeste de Málaga”, recuerdan desde La Casa. De ahí que en enero de 2011 se llegara un acuerdo de intenciones entre el propio ayuntamiento -ya lo dirigía el actual alcalde Francisco de la Torre, del PP-, la diputación provincial de Málaga y el Museo Reina Sofía para que el grupo se pudiera quedar en el edificio. Se pedía que constituyeran una fundación privada -lo hicieron en noviembre de 2011, la Fundación de los Comunes- y entregaran información trimestralmente de las actividades que llevaban a cabo, lo cual, afirman sus portavoces, también hicieron. Al año debía ser ratificado para que hubiera una cesión por diez años. El ayuntamiento nunca lo llegó a firmar.

placeholder Parte de La Casa Invisible
Parte de La Casa Invisible

Sin embargo, “se entró en un periodo de calma chicha”, sostienen. Del consistorio nunca llegaron a recibir nada, pero la casa subsistía con las aportaciones de los socios, con la venta de bebidas, camisetas, con las aportaciones de otras instituciones públicas- el Reina Sofía y el Arteleku- o con la inclusión en el circuito de presentaciones de libros por parte de las propias editoriales que sufragaban los gastos de los escritores. “¡Y hasta el alcalde mismo llegó a presumir de La casa invisible!”, reconoce Cabello.

Hasta que llegó Ciudadanos

En 2015, la relación entre el ayuntamiento y la casa se hizo más problemática, sobre todo, dicen los portavoces de este centro, por el apoyo de Ciudadanos al nuevo equipo de Gobierno del PP. “Conseguimos llegar a un acuerdo para que fuera declarada Entidad de Interés Público Municipal. Uno de los requisitos era la justificación de todas las actividades. Y se presentó el dossier. El otro requisito era un proyecto de rehabilitación con ejecución por fases para que pudieran coexisitr las actividades con la rehabilitación”, cuenta a este periódico la abogada de La Casa Invisible, Amanda Romero.

placeholder El arquitecto Eduardo Serrano, uno de los portavoces de La Casa Invisible, junto a la abogada y encargada de llevar los asuntos jurídicos de 'la Casa', Amanda Romero (EFE)
El arquitecto Eduardo Serrano, uno de los portavoces de La Casa Invisible, junto a la abogada y encargada de llevar los asuntos jurídicos de 'la Casa', Amanda Romero (EFE)

Este proyecto lo llevó a cabo el arquitecto José Manuel López Ossorio. Estaba basado en directrices como las que practican los franceses Lacaton & Vassal -ganadores del último Pritzker- que no suelen desalojar a las personas que viven en los edificios que rehabilitan. “Y con todo esto se inició el proceso de adjudicación directa que está justificada porque los edificios se ceden a entidades que están reconocidas como de interés público”, apostilla Romero.

Pero los problemas se agudizaron. También con algunas exposiciones que se hicieron en La Casa como la de ‘La guerra. Espacios-tiempos del conflicto’, de varios artistas, en 2017. En la fachada del edificio se expuso una bandera de España con forma de horca que provocó indignación en las redes sociales, por lo que se metió dentro del edificio. Eso no evitó, sin embargo, que volvieran a surgir los cantos de desalojo entonados, principalmente, desde Ciudadanos.

En 2017 en la fachada del edificio se expuso una bandera de España con forma de horca que provocó indignación en las redes sociales

Los últimos años han sido los más difíciles para La Casa Invisible, según resume Romero. En 2018 se denegó la adjudicación del edificio a la Fundación “y como consecuencia se inició un expediente de desalojo del inmueble que se paralizó en agosto de 2018 por el propio alcalde”, afirma la abogada. No obstante, la Fundación de los Comunes decidió llevar el asunto a los tribunales. Y ahí estaba cuando, ya con Ciudadanos al frente de la Concejalía de Cultura desde 2019, este verano se llevó a cabo una nueva inspección técnica del edificio del cual se ha emitido un informe que, dicen desde la concejalía, retrata el mal estado del inmueble y la necesidad imperiosa de su desalojo. Algo que, por otra parte, niegan desde la Casa Invisible que se quejan de no haber visto este documento.

placeholder Entrada a La Casa Invisible (EFE)
Entrada a La Casa Invisible (EFE)

En este estado de la cuestión, fue el pasado 13 de diciembre cuando la Casa recibió la orden de desalojo. A partir de ahora comienza el proceso administrativo: quince días para irse por su propio pie; si no, otra orden y otros ocho días. Y si no hay un desalojo voluntario, habrá una autorización judicial para desalojar el inmueble, a lo cual la concejalía está dispuesta a llegar.

Sin embargo, desde la Casa no se arredran y han organizado un congreso, Multipli-city, para los días 25-27 de febrero de 2022 en el que se pretende abordar el tema de las ciudades múltiples y diversas. Ya están confirmados asistentes como el director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, Bernard Blistene, ex director del Pompidou y la concejala de cultura de Viena Veronica Kaup-Hasler. Los portavoces de La Casa destacan que son este tipo de actividades las que molestan a algunos dirigentes.”La Invisible molesta porque está haciendo una cultura que tiene que ver poco con el espectáculo y más con la creación. Poco con atraer visitantes y más con devolver a la propia ciudadanía lo que surge de la propia ciudad, que tiene que ver más con la experimentación, con la muestra, con la creación y exhibición y con lo social. No se entiende una cultura desligada de lo social. Si estás haciendo una cultura solo enfocada en los visitantes la estás desligando de la realidad social”, aseguran.

”La Invisible molesta porque está haciendo una cultura que tiene que ver poco con el espectáculo y más con la creación"

placeholder La concejala de Cultura de Málaga, Noelia Losada (EFE)
La concejala de Cultura de Málaga, Noelia Losada (EFE)

Por supuesto, para este reportaje también se pidió hablar con la otra parte, con la concejalía de Cultura. Y su responsable, Noelia Losada, (Ciudadanos), accedió a contestar a las preguntas que teníamos sobre La Casa Invisible. Son las siguientes:

PREGUNTA: ¿Por qué quiere desalojar La Casa Invisible que lleva casi 15 años con actividades culturales en Málaga?

RESPUESTA: Todos sabemos que La Invisible fue un edificio que se okupó hace más de una década. Un edificio que les costó a los malagueños más de cuatro millones de euros [la compra del edificio por parte del ayuntamiento en 2004]. A partir de ahí es un edificio que está en muy mal estado urbanísticamente hablando. No tiene ningún informe favorable de los técnicos de gerencia de urbanismo. No tiene agua, no tiene luz. Y es un edificio que da bastante miedo que haya actividad dentro de él. Ciudadanos tiene cero tolerancia con la okupación y por lo tanto creíamos que ya era el momento de desalojar La Invisible, rehabilitarla y, posteriormente, si hay un proyecto cultural con entidad, pues concurrirá con las mismas reglas que nos hemos dado todos con otros proyectos magníficos que hay en la ciudad.

Pero eso no quita para que ese edificio ahora mismo desde luego no reúne las condiciones para mantener actividad. Por no hablar ya, independientemente del contenido cultural, de la competencia desleal que esa cafetería les está haciendo a los comercios de la zona. Ojalá lo hagan de forma voluntaria y no haya que recurrir al procedimiento coercitivo. Yo preferiría que fuera de mutuo acuerdo. Pero bueno, las razones son la seguridad y que nadie puede estar okupando un edificio por las bravas. Pero que quede claro: yo no le veo ninguna otra utilidad a ese edificio que no sean fines culturales. No se va a especular con ese edificio mientras Ciudadanos esté en el Gobierno.

"Es un edificio que está en muy mal estado urbanísticamente hablando. No tiene ningún informe favorable de los técnicos de urbanismo"

P: Habla de esos informes de la inspección técnica. Desde La Casa Invisible señalan que no han visto los informes y que, por tanto, el edificio no está en tan malas condiciones como alegan desde el ayuntamiento.

R: Eso es una apreciación subjetiva de quien la está utilizando y que no quiere dejar de utilizarla. Entiendo lo que dicen pero de lo que me tengo que fiar es de los funcionarios de la gerencia de urbanismo, de los funcionarios de EMASA [Empresa Municipal de Aguas] que dicen que está funcionando una cafetería sin agua. Me gustaría saber a mí cómo es posible esto. Me gustaría saber cómo es posible que sin agua y sin luz se puedan albergar una fiesta de Halloween que se hizo hace poco. Me parece un peligro. Desde hace un tiempo tienen clausuradas zonas del edificio porque el suelo no es horizontal. Es cóncavo completamente. O sea, miedo no, lo siguiente. Nosotros como administración tenemos que velar porque eso sea seguro y nos tenemos que fiar de los técnicos de la gerencia de urbanismo. Y todos los informes técnicos son desfavorables.

P: A lo largo de estos quince años, el propio alcalde Francisco de la Torre en algunos momentos ha frenado otros intentos de desalojo.

R: Desconozco cuáles fueron las razones que llevaron en otros mandatos al alcalde Paco de la Torre a ceder ante las presiones del colectivo okupa. Ahora mismo, desde luego, hay un cogobierno con PP y Ciudadanos del que soy portavoz y entre los acuerdos para poder llevar a cabo este cogobierno estaba abordar el desalojo de La Invisible por la doble vertiente: Ciudadanos tiene cero tolerancia con la okupación y porque me parece muy peligroso ese edificio y yo no quiero ser corresponsable y no haber denunciado públicamente el estado en el que se encuentra porque cualquier día ahí va a ocurrir una desgracia si no actuamos.

"Desconozco cuáles fueron las razones que llevaron en otros mandatos al alcalde Paco de la Torre a ceder ante las presiones del colectivo okupa"

P: Como concejala de Cultura, ¿cómo observa que sea un centro que esté tan apoyado por instituciones tan relevantes como el Museo Reina Sofía, el Pompidou y otras autoridades culturales europeas?

R: No quiero entrar a valorar el proyecto cultural porque es independiente de lo que estoy comentando. Hace poco cuando ha habido la orden de desalojo rápidamente se han puesto en contacto con el Reina Sofía para llevar a cabo un congreso. Yo he enviado una carta al director del Reina Sofía explicándole el proceso en el que se encuentra ese edificio y diciéndole que le ofrezco otros lugares seguros de la ciudad si el contenido cultural, que me parece que sí que lo tiene, es importante. Pero ese edificio tiene una orden de desalojo y no me parece un lugar en el que se tiene que llevar a cabo cualquier actividad. No quiero valorar lo cultural que ahí se haga porque no creo que eso justifique que el edificio no haya que rehabilitarlo y que no haya que empezar a hacer las cosas bien. Si ese proyecto cultural es estupendo pues como todo proyecto cultural en Málaga, si es bueno, tiene un espacio. Pero con un proceso, o de adjudicación o concesión o concurrencia, ajustado a derecho.

P: ¿Qué medidas piensa tomar la Concejalía si no hay un desalojo voluntario?

R: El proceso administrativo continuará. Yo espero que sí que lleguemos a un acuerdo porque cuanto antes lleguemos más fácil será para todos, antes se abordará la rehabilitación. Les hemos ofrecido que cuando tengan reuniones, talleres les podemos buscar espacios en la ciudad donde llevarlos a cabo. Pero un acuerdo no es que una parte haga todo de la manera en la que quiere la otra. Ellos quieren rehabilitación sí, pero con ellos dentro, y eso a los técnicos de la gerencia de urbanismo no les parece seguro.

"Yo no le veo ninguna otra utilidad a ese edificio que no sean fines culturales. No se va a especular con ese edificio"

P: De hecho, ustedes tienen ese proyecto de rehabilitación encargado por la propia Casa Invisible desde el año 2016. ¿No se puede ejecutar?

R: Y seguro que es estupendísimo, pero como esa rehabilitación quien tiene que firmarla son los técnicos de gerencia de urbanismo que son los que se responsabilizan, y si ellos consideran que una rehabilitación con garantías hay que hacerla desalojando pues evidentemente tenemos que hacer caso a quien se tiene que responsabilizar de lo que ahí va a ocurrir.

Fue un sábado de primavera. Floren Cabello, entonces estudiante de Comunicación y en paro, se acercó por la calle Nosquera hasta aquel antiguo palacete de 1876 que llevaba dos años abandonado y que antes había tenido mil vidas como discoteca, colegio y hasta internado para niñas. Venía acompañado del actor Pepe Rovira, que había presentado la película ‘El taxista ful’ en el Festival de San Sebastián con gran éxito. “Llegué y cuando entré por el pasillo y vi el patio me di cuenta de que aquello era un oasis. Estaba abandonado, pero no destartalado. Limpiamos las hojas y por la tarde ya estábamos”, cuenta a este periódico. Era el 10 de marzo de 2007 y acababa de nacer en Málaga ‘La casa invisible’, un centro social y cultural de gestión colectiva que después de quince años de actividades ininterrumpidas se encuentra al borde del desalojo por una orden del ayuntamiento. Y con muy pocos visos de llegar a un acuerdo.

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