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Galicia ve nacer otro festival en plena pandemia: el Morriña, con público de pie
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Amaral, Nathy Peluso, La M.O.D.A...

Galicia ve nacer otro festival en plena pandemia: el Morriña, con público de pie

Las entradas para el festival, que se desarrollará la segunda quincena de agosto, se ponen a la venta el jueves de manera individual, para ver los conciertos día por día, sin abonos

Foto: Nathy Peluso y Amaral son algunos de los artistas que se subirán al escenario del Festival Morriña en Culleredo (A Coruña)
Nathy Peluso y Amaral son algunos de los artistas que se subirán al escenario del Festival Morriña en Culleredo (A Coruña)

Desde que empezó la pandemia de coronavirus, todo ha cambiado. La primavera pasada, con el estado de alarma y un confinamiento forzoso para todos los españoles, todo parecía que llegaba a su fin tal y como lo conocíamos hasta la fecha y los festivales de música no iban a ser menos: juntar a miles de personas en un mismo espacio, aun al aire libre, sin distancia de seguridad ni mascarillas y con alcohol de por medio no parecía muy buena idea. La mayor parte de los grandes eventos programados, conciertos y festivales, se han ido atrasando desde entonces, a la espera de que la situación epidemiológica permitiera, al menos, que una serie de personas pudieran convivir en el mismo espacio durante varias horas sin temor a nuevos brotes y en una cantidad suficiente para garantizar su viabilidad

Casi un año después de la enfermedad que ha dado la vuelta a todo, Love of Lesbian se convirtió en el primer grupo en dar un concierto multitudinario sin distancia de seguridad —aunque sí con mascarillas FFP2 y test de antígenos previo—, una prueba piloto en la que participaron unas 5.000 personas en Barcelona y que acabó únicamente con dos personas contagiadas. Ahora, con las autoridades sanitarias debatiendo si este verano será o no obligatoria la mascarilla en espacios abiertos, un nuevo festival de música ha visto la luz: el Festival Morriña acogerá, durante la segunda quincena de agosto, una serie de conciertos a los que se podrá asistir de pie.

Del 19 al 29 de agosto la localidad coruñesa de Culleredo acogerá, de la mano del patrocinio de Estrella Galicia, una serie de actuaciones, entre las que se encuentran la de Love of Lesbian, Nathy Peluso, Amaral, Morat, Lola Índigo o La Maravillosa Orquesta del Alcohol, más conocidos como La M.O.D.A. "Concierto seguro... ¡y de pie!", escriben desde las redes sociales Eva y Juan, miembros del grupo zaragozano Amaral. Los conciertos tendrán lugar en el Jardín Botánico de O Burgo, y arrancará con la actuación de la argentina Nathy Peluso, el primer día del festival. Los conciertos se sucederán por días, y las entradas, que salen a la venta el jueves 17 de junio, serán también individuales, sin que exista un abono que englobe todas las actuaciones.

Además del aforo limitado, como es obvio, el recinto de las actuaciones estará "dividido en pequeños sectores para garantizar la seguridad de los asistentes", pero a diferencia de lo que ocurre en la mayor parte de los conciertos que tienen lugar en la actualidad, sí se podrá estar de pie. Aún faltan por confirmar nuevos artistas para la programación, pero hasta el momento estos son los que sí han asegurado que participarán:

  • 19 de agosto: Nathy Peluso
  • 20 de agosto: Morat
  • 22 de agosto: Amaral
  • 25 de agosto: Lola Índigo y Chica Sobresalto
  • 27 de agosto: La M.O.D.A y True Mountains
  • 29 de agosto: Love of Lesbian

Desde que empezó la pandemia de coronavirus, todo ha cambiado. La primavera pasada, con el estado de alarma y un confinamiento forzoso para todos los españoles, todo parecía que llegaba a su fin tal y como lo conocíamos hasta la fecha y los festivales de música no iban a ser menos: juntar a miles de personas en un mismo espacio, aun al aire libre, sin distancia de seguridad ni mascarillas y con alcohol de por medio no parecía muy buena idea. La mayor parte de los grandes eventos programados, conciertos y festivales, se han ido atrasando desde entonces, a la espera de que la situación epidemiológica permitiera, al menos, que una serie de personas pudieran convivir en el mismo espacio durante varias horas sin temor a nuevos brotes y en una cantidad suficiente para garantizar su viabilidad

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