'GH Peregrino' y un Netflix cristiano, así se evangeliza hoy: "San Pablo sería youtuber"

Plantarse en mitad de una plaza a contar el evangelio a gritos no parece hoy la mejor vía para llevar la fe a quien aún no la ha encontrado o directamente no la busca. Tampoco suena muy prometedor, en el mundo de los smartphones, ir repartiendo ‘flyers’ con la buena nueva. Y con la misa pasa como en los mítines políticos: quien acude está más convencido que el propio orador. Según un estudio de Pew, España es el tercer país europeo con mayor abandono del cristianismo: el 92% fue educado como cristiano, pero solo el 66% se considera como tal.

En este contexto, la Iglesia y la comunidad cristiana saben que solo queda renovarse o perecer lenta y gradualmente. Muchos creyentes ajenos al clero se han sentido interpelados y buscan aprovechar las condiciones de la red para llevar el evangelio a cada pantalla, a cada hogar.

“San Pablo, si viviera hoy, sería youtuber y no escribiría cartas. Lo tengo claro”. Con este planteamiento, comenzaron Jesús García-Colomer (director) y Borja Martínez Echevarría ‘Mec’ (productor) a rodar ‘Hospitalarios’, un documental concebido como un ‘reality’ para enseñar a los creyentes la experiencia de quienes cada año acompañan a los enfermos que peregrinan al Santuario de Lourdes. “Yo pensé 'vamos a hacer un Gran Hermano'”, cuenta García-Colomer, pese a que en su film no haya ni rastro de Mercedes Milá ni de ‘El Yoyas’. Este escritor es uno de esos que se ha sentido apelado por la llamada del Papa Francisco -entre otros- a los laicos con fe: “Todo bautizado ha recibido una misión”.

Ambos formaron una productora con fines evangelizadores, que quiere ir más allá de quienes los domingos hacen cola para recibir la eucaristía. "Lo que estoy buscando es contar algo de forma entretenida. Cuando Jacques Cousteau hacía documentales sobre peces, no lo hacía solo para pescadores y buceadores, eran para todo el mundo". 'Hospitalarios', según sus creadores, se encuentra ahora mismo en veinte salas de toda España.

Pequeñas producciones

"Hemos hecho un proyecto muy digno, pero muy austero... Es como ir a la guerra con pistolas de agua”, admite el director, que ha dispuesto de casi 100.000 euros -fruto del ‘crowdfunding’- y que ha contado con otras cinco personas para realizar el documental. Lucía González-Barandiaran, de la distribuidora Bosco Films, explica que la inmensa mayoría de los proyectos no tienen financiación alguna de la Iglesia y que en general se trata de compañías independientes de bajo presupuesto. Aunque la edad dorada de este sector se vivió en los años 60, la distribuidora cree que hay un "renacer" de las "películas de fe" desde 2004, cuando irrumpió 'La Pasión de Cristo': "Han ido creciendo el número de producciones y de espectadores de manera progresiva. El público lo demanda y por tanto se produce y se ve".

González-Barandiaran reconoce que este tipo de proyectos independientes en España tiene una “complicada distribución”, pero incide en que “hay demanda”. Ella explica que estas películas pueden ser rentables, aunque no todas tienen la misma acogida, y que alguna incluso logran beneficios que multiplican sus costes. La distribuidora, con once años de experiencia en este ámbito, hace una radiografía de un sector humilde y que parte de iniciativas independientes. "Es difícil. Aquí todas hacemos de todo", resume González-Barandiaran, que incide en que su público no son solo los beatos.

'La Última Cima', con una recaudación de casi un millón de euros, continúa siendo uno de los referentes a nivel nacional de este tipo de cine. Ella calcula que, a día de hoy, puede haber entre cuatro o cinco empresas que estrenen largometrajes así cada año y que principalmente se concentran en Madrid, Valencia y Murcia. En producciones como 'Hospitalarios', antes de llevarla a las salas deben garantizar una demanda y es entonces cuando se ponen en contacto con los cines.

El retrato de este mundo en España parece estar a años luz de las grandes producciones de EEUU.

Al otro lado del Atlántico, los presupuestos tienen seis ceros y se realizan obras más ambiciosa con el respaldo de grandes productoras, entre ellas una filial de Sony. El último gran éxito: ‘Unplanned’, la historia de una activista abortista que se pasa a las organizaciones autodenominadas “provida” tras, supuestamente, ver una interrupción de un embarazo. Su presupuesto es de seis millones de euros.

Entre las producciones abundan biografías de personajes bíblicos, santos o las vivencias de gente de una profunda espiritualidad. Pero entre los catálogos de estas compañías, pueden observarse obras como una película sobre la importancia de la religión en el éxito del portero del Real Madrid Keylor Navas o un documental sobre el jugador de la NBA Jeremy Lin.

‘Hospitalarios’, tras cuatro años de trabajo, se estrenó por primera vez en algunos cines el pasado 17 de mayo, el mismo día, paradójicamente, que la última de ‘Hellboy’. A finales de 2016, Gospa estrenó su canal de Youtube, donde cuentan con más de 18.000 seguidores y más de 3 millones de visualizaciones. Otro paso más en ese intento de extender el Evangelio.

En la plataforma donde El Rubius es el rey, García-Colomer cuenta a diario distintos apartados del Evangelio en un minuto; al director le acompañan otros evangelizadores con su propia sección. “Cada uno tiene su cámara y se autogestiona”, comenta el escritor, que reconoce que la mitad del tráfico que reciben proviene de Latinoamérica. “Aquí hay mucho complejo. Mucha gente se horroriza de que yo haga un video diario explicando el Evangelio”.

Hay que dar de comer a la pecera, pero lo importante es salir a mar abierto

“Hacia la verdad plena”, “te da lo que buscas”, “hace mucho más de lo que esperas”, “salta al vacío y ten fe”, “ofrece pequeños sacrificios”, son solo algunos de los títulos de los videos diarios del canal de Youtube de Gospa, que bien podrían escucharse en una catequesis.

Precisamente, Hispanoamérica será el siguiente paso de ‘Hospitalarios’, una vez que finalice sus visionados en las salas españolas, algo que no sucederá al menos hasta septiembre.

Más allá de la gran pantalla y de Youtube, estas productoras temáticas son conscientes de que el consumo audiovisual también pasa hoy por plataformas de reproducción bajo demanda como Netflix.

Algunos ya han impulsado sus propias iniciativas. Es el caso de la norteamericana Crossflix, que se autodenomina “la alternativa cristiana a Netflix”, en la que proveen “contenido de entretenimiento, educativo e inspiracional apto para toda la familia”. González-Barandiaran asegura que en España ya hay personas tratando de crear una empresa similar, aunque desconoce si llegará a concretarse. “Hay que dar de comer a la pecera, pero lo importante es salir a mar abierto”, concluye García-Colomer.