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Demarco Flamenco, de butanero a estrella pop... con ayuda de Sergio Ramos
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autor de la 'isla del amor'

Demarco Flamenco, de butanero a estrella pop... con ayuda de Sergio Ramos

El defensa del Real Madrid subió subió imágenes a su Instragram de cómo le retocaban un tatuaje mientras sonaba de fondo el tema estrella de este andaluz de Utrera

Foto: Demarco Flamenco
Demarco Flamenco

Seguramente han escuchado la canción, pero desconocen a su autor. Hablamos 'La isla del amor', el pelotazo pop que arrasó el pasado verano en discotecas, terrazas y chiringuitos. Sobre todo, atronó el remix electrolatino, ideal para descansar de Maluma, J. Balvin y Luis Fonsi sin necesidad de cambiar de tercio. El artista detrás del éxito se llama Manuel Borrego López, alias Demarco Flamenco, que asaltó por sorpresa -y con mucha fuerza- el planeta pop español. Un gesta complicada para alguien que ronda los cuarenta años. “Crecí en Utrera, con un padre aficionado a cantar flamenco y rumba, que me contagió su amor por la música”, recuerda.

Los vecinos de su pueblo decían que el chaval también cantaba muy bien, algo evidente al escuchar su primer álbum, titulado 'Uno'. Gracias al éxito, pudo solicitar una excedencia de su trabajo: repartir bombonas de butano por los pueblos de Sevilla. El permiso acaba el próximo verano, momento donde tendrá que decidir si da un paso atrás o adelante. “Puede parecer cobarde, pero soy padre y no está el mercado laboral para tomar muchos riesgos”, explica. El experimento no ha podido ser más exitoso. Solo el remix de 'La isla del amor', realizado por Juan Magán y el productor Maki, supera los cinco millones de visitas en Youtube. La versión sin remezclar se acerca a los 47 millones. El vídeoclip oficial suma otros cuatro.

Efecto Sergio Ramos

Demarco Flamenco vivió una promoción atípica, ya que uno de los momentos estrella fue un 'post' de Instagram de Sergio Ramos, capitán del Real Madrid. El legendario defensa, conocido por su falta de esnobismo, subió a la red social imágenes de cómo le retocaban un tatuaje mientras sonaba de fondo “La isla del amor”. El futbolista no pudo resistirse a cantarla. Poco después, la popularidad del artista de Utrera se disparó. Aunque lo parezca, no es una simple anécdota. El Arrebato ya vivió uno de sus mayores momentos de gloria mediática al componer el himno del Sevilla. Dioni de Camela canta en la versión grabada de un par de tonadillas emblemáticas del Real Madrid. ¿Se convertirán las estrellas de la Liga en la mejor forma de promoción del flamenco pop?

Hace un lustro el vestuario del Madrid vivió una guerra entre hipsters (Xabi Alonso, Granero) y electrolatinos (Sergio Ramos, Marcelo)

Esto sirve para recordar que, hace un lustro más o menos, el vestuario del Real Madrid vivió una guerra cultural entre hipsters (Xabi Alonso, Granero…) y electrolatinos (Sergio Ramos, Marcelo…). Los primeros miraban torcido a sus alegres compañeros por pinchar demasiadas veces “Te pintaron pajaritos”, de Yandar & Yostin, mientras ellos preferían a Wilco, Belle & Sebastian y Russian Red. La guerra pop entre entender la música como disfrute o como factor de distinción. Hoy el electrolatino es un rodillo comercial. “Muchos piensan que es una moda con fecha de caducidad, pero yo creo que estamos al comienzo de un ciclo. Tenemos electrolatino para muchos años, ya que a la gente le ha llegado muy dentro y hay muchos géneros musicales en España y América Latina para poner al día con ritmos electrónicos modernos”, explica.

Conflictos cotidianos

Estamos ante un artista de recursos. Manuel es devoto de Camarón, admira el talento pop de Niña Pastori y disfruta versionando a Los Chichos. Su voz, cálida y con matices, está a la altura de sus aspiraciones. La mayoría de sus historias tratan sobre desamor, no sabe muy bien por qué. Alguna vez le pinchan para que hable de otra cosa. “Mi mujer me dijo que casi todas las letras sonaban tristes, así que le dediqué 'Como te imaginé', donde explico lo feliz que soy por tenerla. Para mi madre compuse 'Aquí me tienes', un mensaje de apoyo y cercanía después del fallecimiento de mi padre”, explica. Las letras no esquivan los tragos amargos, pero en directo se impone el lado más festivo y hedonista. Manuel no solo ha triunfado con el público, si no también con sus compañeros de profesión, que ya empiezan a pedirle composiciones para sus discos. Cuando apuestas por un estilo tan sencillo y directo, no cabe trampa ni cartón. O transmites o no transmites. Es un campo de batalla que ha hecho triunfar a Camela por encima de prejuicios y que se ha cobrado víctimas como David de María, a pesar de tener todo el apoyo de la industria.

Fin de la discriminación

Esta historia de éxito confirma que vivimos un cambio de percepción respecto a llamado flamenquito o flamenco pop. “Cuando era joven, en Utrera, ponía a mis artistas favoritos en el radiocasete del coche y algún amigo me decía que los quitara. Preferían escuchar las novedades anglosajonas de Los 40 Principales. Yo les decía que no, que era mi coche y ponía la música que yo quería, fuese Gaspar de Utrera, Enrique Morente o Los Chichos. Ahora los chavales jóvenes no tienen esos prejuicios. No relacionan el sonido flamenco con música para 'canis', sino con canciones hechas en su idioma, de las que no hay por qué avergonzarse”, celebra.

Al público hay que tenerle en cuenta. Yo no hubiera vendido lo mismo si hubiera hecho un disco de flamenco clásico

Manuel no es un artista con un discurso articulado, pero le brillan los ojitos al hablar de música. Como la mayoría de compositores de su tradición, se guían más por intuiciones que por elaborados planes estratégicos. “Al público hay que tenerle en cuenta. Yo no hubiera vendido lo mismo si hubiera hecho un disco de flamenco clásico.

De hecho, ya no tenemos un referente tan potente como Camarón, pero si muchos buenos artistas de altura, por entre ellos Miguel Poveda y Arcángel, que me encanta. No veo el flamenco pop como un sucedáneo del flamenco, sino como un primer paso para meter los pies en el agua de un mar grande y bonito”, explica.

Seguramente han escuchado la canción, pero desconocen a su autor. Hablamos 'La isla del amor', el pelotazo pop que arrasó el pasado verano en discotecas, terrazas y chiringuitos. Sobre todo, atronó el remix electrolatino, ideal para descansar de Maluma, J. Balvin y Luis Fonsi sin necesidad de cambiar de tercio. El artista detrás del éxito se llama Manuel Borrego López, alias Demarco Flamenco, que asaltó por sorpresa -y con mucha fuerza- el planeta pop español. Un gesta complicada para alguien que ronda los cuarenta años. “Crecí en Utrera, con un padre aficionado a cantar flamenco y rumba, que me contagió su amor por la música”, recuerda.

Música Sergio Ramos
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