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Harrison Ford sobre 'Blade Runner': "¿Soy un replicante? Es más divertido no saberlo"
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se estrena el 6 de octubre

Harrison Ford sobre 'Blade Runner': "¿Soy un replicante? Es más divertido no saberlo"

Harrison Ford y Ryan Gosling han pasado este martes por Madrid para promocionar la película más esperada del año, 'Blade Runner 2049'

Foto: Harrison Ford, Ana de Armas y Ryan Gosling en la presentación de 'Blade Runner 2049' en Madrid | Cordon Press
Harrison Ford, Ana de Armas y Ryan Gosling en la presentación de 'Blade Runner 2049' en Madrid | Cordon Press

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? ¿Son los 'blade runners' una versión futurista y distópica de los segadores de almas? ¿Tienen los replicantes, entonces, alma? Han pasado 35 años extradiegéticos —30 dentro del universo 'Blade Runner'— desde que el agente Rick Deckard se enfrentó por primera vez —con el cuerpo y el alma de Harrison Ford— al espejo aberrado de su existencia, mientras contemplaba cómo se apagaba el cuerpo de un replicante bajo la lluvia. "¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? ¿Cuánto me queda?". Corría 1982 y ni a la crítica ni al público le entusiasmó demasiado la interpretación de Ridley Scott sobre la novela más icónica de Philip K. Dick. Demasiado enrevesada. Demasiado críptica. Demasiado, en general. Si Scott fue, en su momento, un visionario, de la crítica y el público no se puede decir lo mismo: tres décadas después, 'Blade Runner' es una obra de culto que volvió a sublimar no uno, sino dos géneros —la ciencia ficción y el cine noir—, que habían quedado relegados a la serie B.

Resucitar un mito es una tarea peligrosa: las comparaciones no sólo son odiosas, sino también traicioneras. Pero dentro de la osadía, si se cuenta con un director como Denis Villeneuve, de momento infalible, al menos queda la sensación de pisar suelo seguro. El próximo 6 de octubre se estrena 'Blade Runner 2049', de nuevo con Ford en la piel de Deckard, y esta vez acompañado en el reparto por Ryan Gosling —otro seguro de vida— y Ana de Armas, que ya se ha hecho fuerte al otro lado del charco. Envueltos en un férreo secretismo, el reparto de 'Blade Runner 2049' ha presentado este martes en Madrid la que posiblemente será la película del año.

placeholder Ryan Gosling y Harrison Ford en una escena de la película. (Sony Pictures)
Ryan Gosling y Harrison Ford en una escena de la película. (Sony Pictures)

Gosling y Ford llegan a la entrevista a la vez, cruzándose miradas cómplices, pero en seguida el más veterano toma la voz cantante: Ford, que tiene fama de hueso duro, es todo bromas y chascarrillos. Ford presenta a su compañero de reparto como un tal Brian Gooseling y, entre risas, Gosling le corrige en una especie de teatrillo de compañeros-que-se-llevan-bien-pero-hacen-como-si-se-llevasen-mal. Ryan Gosling, Brian Gooseling, "bueno, tío, da igual, es casi lo mismo", representa Rick Deckard, Han Solo, Indiana Jones, tres en uno. Pero pronto pasan a lo que parecen halagos genuinos. "Trabajar con Ryan ha sido un gran placer, algo que ya había imaginado viendo su trayectoria", admite Ford. "Creo que con todas las diferencias que hay en nuestra trayectoria, en nuestra forma de abordar las cosas, en nuestra experiencia, he sentido que nos hemos cogido el paso muy fácilmente. Tiene esa 'gracia' de contador de historias; uno muy convincente. Y teníamos una historia muy difícil de contar, una que necesita matices, pasión, una comprensión emocional: el único desacuerdo que tuvimos en todo el rodaje fue sobre si debía poner su cara en de mi puño o si debía poner mi puño en su cara", bromea.

Foto: Ryan Gosling y Harrison Ford en una imagen promocional de 'Blade Runner 2049'

La última vez que nos encontramos con el agente Deckard, éste huía de su piso angelino junto a Rachael, su amor replicante. Tres décadas después, otro 'blade runner', el oficial K, debe buscarlo en los confines del Los Ángeles de 2049 para encontrar las respuestas a un dilema de vida o muerte. Dos generaciones de 'blade runners' encarnadas por dos de los actores más icónicos de —cada uno— su generación. Desde 2019 "las cosas han cambiado en el mundo y han evolucionado. No puedo revelar mucho, pero en general los 'blade runners' se han convertido en seres más aislados, una especie de marginados en la sociedad que viven en las sombras", explica Gosling. El oficio de 'blade runner' "nunca fue un trabajo de ensueño, pero ciertamente se ha convertido en un trabajo más solitario y emocionalmente complicado. Cuando conoces a mi personaje, ves que está luchando con esa etapa de la vida, buscando una identidad".

placeholder Un fotograma de 'Blade Runner 2049'. (Sony Pictures)
Un fotograma de 'Blade Runner 2049'. (Sony Pictures)

"En la mayoría —bueno, no en la mayoría, pero sí en muchos— de los guiones que uno lee, hay que esforzarse por extraer cosas que realmente no están ahí", admite Gosling. "Tienes que sacar de donde no hay", apostilla Ford. "Exacto", ríe otra vez Gosling. "Y con este guión ha sido totalmente lo contrario: es un mundo muy rico, enérgico, de una escala enorme pero emocionalmente íntimo, con unos personajes con dinámicas y desarrollos complejos. Había mucho de donde sacar y creo que el reto era asegurarse de que uno le hace justicia a toda esa complejidad".

Gosling: "El guión de 'Blade Runner 2049' es muy rico, enérgico"

En su momento, 'Blade Runner' se ganó un hueco en la vanguardia de películas que trataron temas que hoy son de una actualidad pasmosa: cambio climático, superpoblación, ingeniería genética. ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la humanidad en el mundo de 2049? "Creo que la película no intenta tanto ser visionaria, como tener un efecto, que es el de corregir las predicciones de algunas voces de la ciencia progresiva", reflexiona Ford. "Las condiciones no han mejorado respecto al medio ambiente, tampoco en el aspecto social, pero los seres humanos siguen intentando encontrar conexiones, valores, contexto en el mundo. Y eso nos da una relación emocional para sentirnos comprometidos y quizás reconfortados".

placeholder Gosling y Ford en 'Blade Runner 2049'. (Sony Pictures)
Gosling y Ford en 'Blade Runner 2049'. (Sony Pictures)

La primera vez que vio 'Blade Runner', Gosling tenía apenas 12 años. "Es decir, 10 años después de que se estrenase", apunta el actor canadiense. "Supongo que entonces entendí lo influyente que había sido en la cultura en la que me había criado. Como película en sí es una experiencia increíble, pero quizás lo más interesante es la experiencia que uno tiene después de verla: la forma en la que se queda contigo, con ciertos temas, como los recuerdos, la identidad. Especialmente, si la ves de pequeño se convierte en una parte importante de tu memoria o tu identidad, en algunos casos. Por eso ha perdurado en el tiempo, es algo que no te puedes sacudir de encima".


En el momento de su estreno, "la película no tuvo un recibimiento cálido", admite Ford. "Era escandalosamente novedosa y quizás requería más atención y era más exigente con el público de lo que era habitual en ese momento. Era complicada, tenía una voz en off un poco torpe que felizmente acabó eliminándose, y en algunos mercados —se ríe— iba en contra del final feliz. Años después, la gente empezó a entender lo ambiciosa que era, y a entender las claves de lo que trataba", reconoce.

Ford: "'Blade Runner' era escandalosamente novedosa y quizás más exigente de lo habitual con el público"

Aunque ya había interpretado a Han Solo y a Indiana Jones, Ford profesa una especial gratitud a Ridley Scott. "¿Sabes lo que significa la palabra 'Dios'? Hay una frase del filósofo y teólogo Paul Tillich que dice que 'si no te gusta la palabra 'Dios', coge aquello que sea el centro de tu vida o lo que le dé más significado y llámalo 'Dios'. Para mí Ridley es el origen, es la fuente, aunque ha habido más gente que ha contribuido, como Philip K. Dick, Hampton Fancher [guionista de las dos 'Blade Runner'], David Peoples [guionista de la primera 'Blade Runner'] y una gran lista de nombres que añadieron su talento a la película. Pero Ridley fue la energía de la primera película y es el culpable de que hoy estemos aquí".

placeholder Ana de Armas y Ryan Gosling en un momento de 'Blade Runner 2049'. (Sony Pictures)
Ana de Armas y Ryan Gosling en un momento de 'Blade Runner 2049'. (Sony Pictures)

Y en estos 35 años, la influencia de 'Blade Runner' ha sido tal que ha auspiciado uno de los grandes enigmas de la cinefilia: ¿es o no es Deckard un replicante? ¿Qué significa el unicornio de origami del final? ¿Tiene relación con un sueño previo? "No me gusta insistir en el tema. Para ser justos, creo que hubo un claro propósito en dejar sin resolver ese misterio", sentencia Ford. "Viendo la nueva película uno puede componerse una opinión: quizás se encuentren pistas para corroborarla o quizás no. Pero creo que Ridley lo ha mantenido vivo a propósito. Creo que es más divertido no tener un respuesta definitiva".

¿Es Deckard un replicante? "Creo que es más divertido no tener un respuesta definitiva", sentencia Ford

"Es interesante que todavía la gente lo pregunte después de todos estos años", se sorprende Gosling. "La parte más interesante es que, mientras damos vueltas a la película, parece que hay una sensación de que los replicantes son robots o cíborgs o inteligencias artificiales, cuando realmente no hay diferencia entre ellos y los seres humanos, aparte de la manera en la que fueron concebidos. Así que el falso escenario que se creó dentro de la película, en el que ellos tenían menos valor que nosotros, ha calado de alguna forma. Y parece que es lo que se extrae de la película, cuando la película nunca presenta tal cosa como la verdad".

placeholder Cartel de 'Blade Runner 2049'
Cartel de 'Blade Runner 2049'

"Parece como si estas criaturas biológicas no debieran tener las mismas libertades como los que nacieron fruto del afecto o por accidente o por la razón que fuere", lamenta Ford. "Son propiedad física de su creador y les pueden vender con propósitos que no tienen nada que ver con el destino, sino con un valor que les otorga el consumidor. Pueden ser esclavos, pueden ser amantes, pueden ser directores de cine [Gosling vuelve a soltar una carcajada] o actores, pero no pueden elegir su papel".

La promoción de la película está envuelta en un secretismo muy difícil de compaginar con, efectivamente, la promoción de una película. Los actores no pueden desvelar nada del argumento o de sus personajes y, después de un 'spoiler' por parte de un medio estadounidense, se han suspendido los pases de la película hasta la semana previa al estreno. ¿Qué opinan los protagonistas de esta inusual cerrazón? "Yo estaría comprometiendo mi valor comercial si se cuenta la película antes de que el público tenga oportunidad de verla", justifica Ford. "A ver, estoy siendo un poco simplista, pero de verdad, no queremos que la gente tenga la cabeza llena de información antes de tener la oportunidad de experimentar la película". "Pero creo que estamos hablando de algo interesante. Y es sobre qué significan, en general, estas ideas en la sociedad, si tienen un contexto real, si es sólo un entretenimiento, si tiene un valor emocional o complejidad intelectual…"

"El guión es muy misterioso, enorme, íntimo", apuntala. "Ha sido una gran experiencia leerlo sin saber nada de antemano, por eso están siendo tan reservados con el metraje y la trama, para ofrecerle al espectador la misma experiencia que nosotros tuvimos cuando lo leímos, que es totalmente inmersiva". Es lo que supone tener entre manos la película más esperada del año y, quien sabe, si de las tres últimas décadas. Denis Villeneuve debe de estar temblando.

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? ¿Son los 'blade runners' una versión futurista y distópica de los segadores de almas? ¿Tienen los replicantes, entonces, alma? Han pasado 35 años extradiegéticos —30 dentro del universo 'Blade Runner'— desde que el agente Rick Deckard se enfrentó por primera vez —con el cuerpo y el alma de Harrison Ford— al espejo aberrado de su existencia, mientras contemplaba cómo se apagaba el cuerpo de un replicante bajo la lluvia. "¿De dónde vengo? ¿Adónde voy? ¿Cuánto me queda?". Corría 1982 y ni a la crítica ni al público le entusiasmó demasiado la interpretación de Ridley Scott sobre la novela más icónica de Philip K. Dick. Demasiado enrevesada. Demasiado críptica. Demasiado, en general. Si Scott fue, en su momento, un visionario, de la crítica y el público no se puede decir lo mismo: tres décadas después, 'Blade Runner' es una obra de culto que volvió a sublimar no uno, sino dos géneros —la ciencia ficción y el cine noir—, que habían quedado relegados a la serie B.

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