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El bigote de Dalí: los retratos de Halsman que inmortalizaron al artista
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112 aniversario del nacimiento de un genio

El bigote de Dalí: los retratos de Halsman que inmortalizaron al artista

El Teatro-Museo Dalí organiza una exposición temporal de 23 instantáneas del pintor catalán tomadas por uno de los fotógrafos que mejor ha sabido reflejar su genio

Foto: Dalí fotografiado por Philippe Halsman. (1954)
Dalí fotografiado por Philippe Halsman. (1954)

El bigote de Dalí fue uno de los rasgos más característicos de su estrambótica imagen; un complemento del que solía decir era “esencial” para la creación artística y al que acudían las moscas a posarse, sobre todo en la época en que se untaba azúcar de dátil en las puntas para convocarlas. La fascinación por su bigote a menudo fue contagiosa, y eso fue lo que le ocurrió al fotógrafo letón Philippe Halsman, quien con afán de profundizar en “una pequeña (y puntiaguda) parte” de su personalidad, los inmortalizó, a Dalí y a su bigote.

Hoy celebramos el 112 aniversario del nacimiento de un genio y su bigote repasando algunos de los 23 retratos del pintor que se exhiben hasta el 31 de diciembre en el Teatro-Museo Dalí, en el marco de la exposición temporal 'Variantes de Dali's moustache' y que forman parte de un libro ('Dali's moustache') en el que colaboraron Halsman y el artista. En él, Halsman escribió: "En 1954, el bigote de Dalí creció milagrosamente. Cuando el pintor volvió a Nueva York me quedé perplejo".

[Pincha en la imagen para ver los retratos de Salvador Dalí realizados por Philippe Halsman]

Tuvo muy claro entonces que si Dalí era exceso y provocación, sus bigotes no lo eran menos, y los convirtió en el 'punctum' retorcido y peludo de Barthes: “Las puntas del bigote estaban por encima de sus cejas. Vi cuál era mi deber y comencé a fotografiar el juego y la interacción de su bigote. Necesitaba el consentimiento de Dalí y me dirigí cautelosamente al gran surrealista", explicaba Halsman.

Dalí habla de su bigote en una entrevista.

La colaboración entre fotógrafo y pintor se inició en 1941, cuando ambos coincidieron en el trabajo "Labyrinth", que los Ballets Rusos desarrollaron en la Metropolitan Opera House neoyorquina. Desde entonces trabajaron juntos en ocasiones con nuevos encargos realizados sobre todo por ballets, aunque también se embarcaron en proyectos propios, como "Dali's Midsummer Night's Mare", "Dali Atomicus", "Escultura de Luz" o "Voluptate Mors".

Además, el artista letón, en el marco de esta estrecha relación, documentó el rodaje de la película "Dali, Chaos and Creation", de 1960.

El bigote de Dalí fue uno de los rasgos más característicos de su estrambótica imagen; un complemento del que solía decir era “esencial” para la creación artística y al que acudían las moscas a posarse, sobre todo en la época en que se untaba azúcar de dátil en las puntas para convocarlas. La fascinación por su bigote a menudo fue contagiosa, y eso fue lo que le ocurrió al fotógrafo letón Philippe Halsman, quien con afán de profundizar en “una pequeña (y puntiaguda) parte” de su personalidad, los inmortalizó, a Dalí y a su bigote.

Salvador Dalí Fotografía
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