Pornocapitalismo, instrucciones de uso

¿Es posible sobrevivir sin caer en las redes de intereses del mundo actual? ¿Por qué luchamos? Y, sobre todo, ¿contra quién? Políticos, empresarios, millonarios, proxenetas, defraudadores y demás dueños de un mundo sin escrúpulos ocupan sus asientos de gallinero para asistir, una vez más, a la pelea por la supervivencia de unos gallos que son súbditos, pero también vencidos luchadores. Santi Senso vuelve en 'Pornocapitalismo, a sangre viva' con uno de sus actos íntimos al Teatro del Arte (11 al 15 de mayo), dentro de la programación del Festival Surge Madrid, acompañado por Ana Rujas y Cary Rosa Varona.

En un cuadrilátero de alambre esos gallos desahuciados, marginados, fieles y sumisos librarán su lucha contra una sociedad de vallas y naúfragos, convenciones sociales, líderes sin escrúpulos y ambición. Porque esa misma ambición y ese anhelo por trascender es la que hace iguales a los que batallan y a los que miran. Y porque cuando los que luchan mueran, los que miran también tendrán que luchar. "Lo que no saben los líderes es que si mueren los gallos, el corral desaparece", aseguran en esta función que, resume su dramaturgo y director, no busca otra cosa que analizar "el capitalismo sentimental".

"De repente acepto que todos somos capitalistas y me sale lo obsceno que conlleva, que está en la sociedad porque el capitalismo no solo es material. También te consume emocionalmente", explica Santi Senso. "Es pornocapitalismo por lo obsceno, porque el capitalismo es muy explícito". Senso y Rujas se dejan provocar por el espectador mientras libran su pelea por la supervivencia dentro de una jaula hecha con vallas de obra -la actriz garantiza que es agobiante: "me cabrea estar ahí dentro"- mientras analizan el consumo, la maternidad, las fronteras o el papel de la Iglesia en estos tiempos. Fuera, Varona recita, rapea y canta desde el otro cerco invisible que es la sociedad.

Un cerco, añade Senso, como el de Numancia o el de Siria. "Es un corral de pelea, que no de comedia, para luchar y aceptar que todos somos capitalistas emocionales. Es una pista de circo donde los niños no vienen a reír sino a llorar por los caídos, por los capitalistas emocionales". Por eso, sus personajes son gladiadores, explica, que sobreviven gracias al combate. "Siempre vendrá alguien más fuerte y estarás a punto de extinguirte. Ese es el punto de vista emocional del capitalismo, que no solo tiene que ver con el dinero. El sobrevivir para no caer en la derrota".

¿Quién no se ha vendido por algo?

"La primera vez que me vendí fue en el patio del colegio cuando me bajaba las braguitas y enseñaba mi vagina por un cromo", confiesa el personaje al que da vida Ana Rujas. "Me he vendido por amor, por caricias... ¿Quién no se ha vendido por algo: por un puesto de trabajo mejor, por estar con un amigo, por una pareja?", prosigue. La aceptación es necesaria e imprescindible, matizan. Es el primer paso para tomar conciencia de que todos somos capitalistas, consumistas y ambiciosos. "El capitalismo no nace sino que se hace y allí donde vayáis, consumiréis. Os consumiréis", reza como mantra este montaje.

"El capitalismo global existe y tenemos que aceptarlo para ser responsables. Nos sentimos débiles frente a los emperadores del metal, los que crean las monedas y las vallas", reflexiona Senso, creador de los actos íntimos, como 'Manada', 'Desnudando a los clásicos' u 'OrgiaME', que se basa en una dramaturgia viva para la que la desnudez, física y emocional, es el arma para reflexionar sobre la sociedad. En este 'Pornocapitalismo' pone sobre el ring que aunque el capitalismo material pueda ser efímero, el emocional está en cada uno de nosotros. Que haya escapatoria o no depende de cada uno.

"La opción es la aceptación. Convivimos con ello pero nos tenemos que hacer responsables para poder seguir vivos", asegura dándole a esta última palabra un matiz trascendental. El diseñador Fede Pouso, responsable de un vestuario reciclado para la obra acorde con su mensaje, también cree que es posible salir de la dinámica capitalista. "El problema es que nos quedamos en nuestra zona de confort. Eso para mí es el capitalismo: que nos dejan adormecidos. Sí se puede cambiar si lo haces llega a la gente. Eso es el cambio".

Rujas, por su parte, destaca la importancia de la reflexión. Es, de hecho, lo que le llevó a la televisiva actriz a participar en este proyecto. "Pensé que iba a ser algo muy político y reivindicativo". Sin embargo, al leer el texto vio que lo interesante era "la reflexión sobre dónde termina todo esto. Hacia dónde vamos", subraya a la par que destaca el interesante dinamismo de la escena off madrileña. Aunque todos abogan por acabar con ese off y llamarla on dada la vanguardia y la independencia del teatro alternativo actual.

"Nosotros tenemos la responsabilidad de quitarle el off de encima porque después nos quejamos de que somos los perroflautas del arte", apunta Senso. "Lo interesante es no depender de nadie. Hoy por hoy, yo prefiero hacer lo que siento y me mueve" porque, agrega, "este teatro muestra la otra cara: lo que la burguesía no se atreve a ver o comentar"... como lo pornográfico de nuestra sociedad capitalista y 'polite'.