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"Almodóvar gustaba antes a izquierdas y derechas, algo maravilloso que perdimos"
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"Almodóvar gustaba antes a izquierdas y derechas, algo maravilloso que perdimos"

¿Por qué Almodóvar gusta más fuera que en casa? Su hermano y productor nos sacó de dudas mientras se cocía el escándalo de 'Los papeles de Panamá'

El azar suele jugar malas pasadas a los personajes de las películas de Almodóvar, y ahora se la ha jugado a él: solo una mezcla de casualidad y fatalidad podía hacer coincidir la publicación de 'Los papeles de Panamá', que dicen que los hermanos Almodóvar gestionaron una sociedad 'offshore' tras sus primeros taquillazos, con el estreno de su película número 20: 'Julieta'.

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Que ambos hechos hayan coincidido en el tiempo es puro azar, pero el factor temporal es importante para entender el significado de esta entrevista a Agustín Almodóvar (Calzada de Calatrava, 1956), realizada el pasado jueves durante la promoción de 'Julieta': el productor sabía antes de la entrevista que El Confidencial y La Sexta iban a desvelar el domingo su conexión 'offshore'. De lo que quizá no era aún consciente era del tamaño del quilombo que se le venía encima: el lunes tuvo que lanzar un comunicado reconociendo la existencia de la sociedad 'offshore', admitiendo su error y asumiendo toda la responsabilidad para eximir a su hermano. Aclaradas quedan las circunstancias de la entrevista para interpretar las palabras de Almodóvar en su justo contexto.

PREGUNTA. Un abismo separa a vuestras dos últimas películas: habéis pasado del desmadre al silencio, de lo desaforado a la contención absoluta. ¿Es 'Julieta' una reacción a un filme como 'Los amantes pasajeros', que no acabó de gustar?

Los ochenta fueron un espejismo de libertad: nuestro país no es tan progresista como pensábamos


RESPUESTA. 'Los amantes pasajeros' fue un enorme divertimento. Pedro y yo estamos entrando ya en la sesentena, yo los cumplo este año, y vivimos muy intensamente los años ochenta. Nuestra generación ve los ochenta como un espejismo de libertad: nuestro país no era y es tan progresista como pensábamos nosotros en esa época.

P. ¿Qué quieres decir con 'espejismo de libertad'?

R. Esto viene a cuento de lo siguiente: trasladamos ese espíritu de libertad a 'Los amantes pasajeros' y la gente lo consideró excesivo. Cuando los azafatos hablan de cuartos oscuros, genitales y drogas… a la gente le parece una pasada, pero para nosotros, desde nuestra mentalidad ochentera, no es más que una excusa para echarnos unas risas. La sociedad ahora es mucho más conservadora y recatada. Igual por eso 'Los amantes pasajeros' ha sido vista como un anacronismo. No trato de justificar el filme, sino explicar las causas de su alocamiento.

P. 'Julieta' está en las antípodas de 'Los amantes pasajeros': no hay ni un chiste en toda la película…

R. Son dos polos muy diferentes, pero tanto el pasote como la seriedad dramática caben en la mentalidad de Pedro. Eso sí: quizá 'Julieta' es más apropiada para esta época. Está basada en tres cuentos desoladores de Alice Munro sobre la pérdida; en otro mundo, el de Canadá, el anglosajón, que es más frío emocionalmente que el nuestro. Pedro ha trasladado esa desolación a un contexto más visceral: España y el sur de Europa.

Tráiler de 'Julieta'

P. ¿Por qué algunas de vuestras películas son mejor recibidas en el extranjero que en España? ¿Qué ven fuera que no vemos aquí?

R. No es sencillo de responder… Fuera tienen algo que no tenemos aquí: la distancia. Aquí se mezcla lo personal con la obra, fuera solo ven la obra. Que si Pedro se involucra en asuntos políticos, que si no se involucra, todo eso afecta a la percepción en España. El cine de Pedro en los ochenta y noventa era un cine absolutamente transversal. Los seguidores de Pedro iban de la derecha a la izquierda, fue algo maravilloso que hemos perdido. La sociedad pensaba que Pedro era moderno y daba una imagen moderna de un país que emergía en el mundo. Pero luego llegó la polarización...

P. ¿Por qué se torció esa percepción?

El punto de inflexión fue la guerra de Irak


R. El punto de inflexión fue la guerra de Irak, con el cine involucrándose en las protestas. La polarización fue una gran pérdida. Esto también tiene que ver con lo que te decía antes del espejismo de libertad de los ochenta, cuando parecía que el país era casi cien por cien progresista... Pues bien: fuera todo esto no llega, a Almodóvar se le juzga por su obra, y tampoco compite con otros compañeros de profesión: en el extranjero son ajenos a polémicas como si la Academia del Cine nos trata bien o mal. De algún modo, fuera son más objetivos a la hora de juzgar la obra de Almodóvar.

También nos ha podido perjudicar otra cosa en España: nos involucramos mucho en unas promociones tan intensas que pueden acabar alterando el contenido. Pero es que necesitamos estar en los medios de comunicación: el cine no está de moda y hay muchos otros soportes gratuitos de ocio. Hoy hay que llamar más la atención que hace 20 años, y aunque el exceso de promoción puede llegar a actuar en tu contra, no hay otro remedio: hacemos las películas para que se vean.

P. ¿Es el mercado español tan importante para vosotros? Lo digo dado vuestro nivel de venta al extranjero. ¿Está 'Julieta' más o menos amortizada antes incluso de llegar a las salas?

R. Has dado en la clave de la independencia de nuestro sistema de producción. Distribuimos en más de 40 países. Eso nos permite operar al margen de la situación en España, que ahora mismo es muy complicada si no estás en el ámbito de Antena 3 y Telecinco, donde no cabe el cine de Pedro porque se busca un cine más convencional. Sin la distribución sostenida en el extranjero, no podríamos levantar una película de siete u ocho millones de euros. La cobertura del mercado internacional nos permite autofinanciarnos y arrancar los proyectos cuando queremos. Esto ocurre casi desde que nos estrenamos como productores con 'La ley del deseo' (1987).

El azar suele jugar malas pasadas a los personajes de las películas de Almodóvar, y ahora se la ha jugado a él: solo una mezcla de casualidad y fatalidad podía hacer coincidir la publicación de 'Los papeles de Panamá', que dicen que los hermanos Almodóvar gestionaron una sociedad 'offshore' tras sus primeros taquillazos, con el estreno de su película número 20: 'Julieta'.

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