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Íñigo Méndez de Vigo: “Seré un ministro de Cultura leal al ministro de Hacienda”
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Íñigo Méndez de Vigo: “Seré un ministro de Cultura leal al ministro de Hacienda”

El cargo recién llegado aseguró sobre su breve mandato: “En la prórroga también se meten goles”, y sonó a un anuncio de bajada del IVA antes de las Elecciones

Foto: El ministro de Cultura en su comparecencia en el Senado. (Efe)
El ministro de Cultura en su comparecencia en el Senado. (Efe)

Primera intervención pública de Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deporte, para descartar, a petición propia, los objetivos que se ha planteado cumplir para el sector cultural antes de las Elecciones Generales. Ha sido en el Senado y con un cuarto de su mandato consumido. La última vez que los senadores de la Comisión de Cultura escucharon a un ministro en sus salas fue hace más de tres años, cuando José Ignacio Wert, marido de Montserrat Gomendio, les visitó por primera y última vez.

Entre las dos intervenciones, la Cámara Alta ha visto cómo la campechanía sustituye a la soberbia. El ex secretario de Estado para la Unión Europea y IX barón de Claret ha bromeado con todos, contestado de buen talante, replicado con chascarrillos y chistes, anécdotas sobre las clases con sus alumnos de Derecho, se ha declarado admirador del Orfeón Donostiarra, del Liceo, la Zarzuela, la Real Sociedad y el baloncesto, ha llevado el tono de la comparecencia al del profesor dialogante que premia a sus alumnos con un aprobado general (y los alumnos, que aquí son los que examinan le han felicitado), quiere llegar a acuerdos con todos, habla catalán y euskera en su intimidad, le gusta “acariciar los lomos de los libros” y “sentir el roce de las páginas de papel”, suele citar al Evangelio, le preocupa la educación porque tiene una hija pequeña, al Odyssey lo llama “Odesi” y tampoco sabe pronunciar INAEM. Escucharle es recordar a Félix Rodríguez de la Fuente, aunque el naturalista conocía el lado más salvaje de la fauna.

El margen de maniobra para bajar el IVA no es grande. Hay que tomar una decisión que no es libre. La Comisión Europea lo puede echar atrás

Incluso aguantó con buen talante la lluvia de símiles deportivos con los que la imaginación de los políticos de la oposición le rociaron al mencionar la caducidad de su cargo: “Va a disfrutar de los minutos de la basura”; “Está cantado que hará gol en el último minuto desde el córner y bajarán el IVA cultural a las puertas de las Elecciones”. Alberto Gutiérrez, del PP, subió el nivel y citó a Pessoa: “Lo importante de las cosas no es el tiempo que dura, sino la intensidad con la que se desarrollan”. El recién llegado despejó en la línea de sus compañeros de oficio: “En la prórroga también se meten goles”, y sonó más a un anuncio que a una declaración.

Mientras llega el maracanazo de la reducción del 21% del IVA, el más alto de Europa, Méndez de Vigo –al que el socialista Félix Montes confundió con Méndez de Lugo- se descubrió como el ministro del crowdfunding y del hecho en casa. Arrancó su ponencia insistiendo en que la cultura “no es un gasto, es una inversión”, pero el río de las declaraciones sin papeles delante le llevó a asegurar que “nuestros creadores han demostrado que sin dinero también se sale adelante”.

Nuestros creadores han demostrado que sin dinero también se sale adelante

Méndez de Vigo justificó la subida del IVA: “Se nos cayó la recaudación y de alguna parte debía salir el dinero para pagar el desempleo”. Así es, el cine pasó a subvencionar al Estado a los pocos meses de que Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, implantara la medida. “Incrementamos porque así lo pidió Europa. El Gobierno era consciente de que se tomaban medidas duras, pero necesarias. La subida del IVA no está en el ADN de este Gobierno, pero había que hacerlo en ese momento. Debíamos consolidar las finanzas públicas”, explicó y cuestionó que el IVA haya afectado al consumo cultural.

Gobierna Bruselas

“Las hemos pasado canutas, señorías”, dijo. “Yo espero que lo bajemos porque esa es la actitud política del gobierno, pero el margen de maniobra que se tiene no es un margen grande. Al final, hay que tomar una decisión que no es libre. Eso es bueno porque así no nos encontraremos gobiernos que toman decisiones a su libre albedrío”, añadió el ministro sobre las directrices de la Unión Europea a las que el Ejecutivo se somete.

Al ministro no le gusta tener “una visión demasiado mercantilista de la cultura”

“Tienen que aprobarnos los Presupuestos Generales del Estado. La Comisión Europea te los puede echar atrás”. Y aclaró que no le faltan ganas para actuar como ministro de Cultura en el Consejo de Ministros, pero “yo seré un ministro de Cultura leal con el ministro de Hacienda”. José María Lassalle, secretario de Estado de Cultura, escuchaba antentamente al fondo de la sala Clara Campoamor. Su nuevo ministro se acordó de él: "Lassalle ha hecho el milagro de los panes y los peces y es bueno decirlo".

Al ministro no le gusta tener “una visión demasiado mercantilista de la cultura”. Así se defendía de la destrucción del consumo cultural por el alto IVA, del recorte en más del 50% de los Presupuestos Generales destinados a la cultura en las legislaturas de Mariano Rajoy y del fracaso de la reforma de la Ley de Mecenazgo. “Me dice –a Montes- que triunfar es bajar el IVA cultural, es que me pide usted cosas imposibles”. Y puso el ejemplo del Museo Nacional del Prado como institución a la que "las exposiciones temporales no le han costado nada porque las han sacado de los almacenes y eran magníficas". "El dinero no es lo más importante en la vida", ha insistido.

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El otro campo de acción en el que quiere hacer crecer el sector cultural es la Marca España. Ha llegado el momento en el que Exteriores, que ha apoyado tanto a las empresas de servicios fuera de nuestras fronteras, deje paso a las industrias culturales. “Ha llegado el momento de incorporar el elemento cultural y de Patrimonio Histórico a la Marca España. En España tenemos que hacer un esfuerzo para que el turismo sea cultural y no solamente playa y sol. Nuestro riquísimo patrimonio cultural debe estar en las rutas”, dijo.

No le gusta Unamuno, pero asegura que cada vez acuden más personas a este país por la riqueza del patrimonio. “¡Y nuestra gastronomía! Es la mejor del mundo y quien viene repite gracias a ella”. La paella siempre tan atractiva en el extranjero.

Primera intervención pública de Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deporte, para descartar, a petición propia, los objetivos que se ha planteado cumplir para el sector cultural antes de las Elecciones Generales. Ha sido en el Senado y con un cuarto de su mandato consumido. La última vez que los senadores de la Comisión de Cultura escucharon a un ministro en sus salas fue hace más de tres años, cuando José Ignacio Wert, marido de Montserrat Gomendio, les visitó por primera y última vez.

Íñigo Méndez de Vigo José María Lassalle
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