Es noticia
La sexualidad reducida a un mal teatro
  1. Cultura
EN CONTRA DE 'cincuenta SOMBRAS DE GREY'

La sexualidad reducida a un mal teatro

La saga de E.L.James se reduce a un catálogo de fantasías sexuales contaminado, falso y aburrido

Foto: Fotograma de la adaptación cinematográfica de la saga
Fotograma de la adaptación cinematográfica de la saga

Vaya por delante que me cuesta escribir en serio sobre un libro que contiene la frase: “Debería estar prohibido ser tan guapo”. Dicho lo cual, hay muchas razones por las que me resulta imposible conectar o simplemente, disfrutar de la ficción que debería serCincuentasombras de Grey, cuya cuarta parte acaba de publicarse. La principal es el aburrimiento que me genera volver a leer la misma historia que me llevan vendiendo desde que era pequeña: exitoso hombre con experiencia y dineroconquista, instantaneamente, a jovencita virgen y soñadora;primero sexualmente,y luego con el paquete completo: "Amor eterno / matrimonio / manutención de lujo"; vamos, el clásico príncipe azul con un poco más de sexo explícito.

Desde mi experiencia como mujer y librerales aseguro que sociedad y ficciónllevan desarrollando este argumento desde tiempos inmemoriales (Pamela o la virtud recompensadade Samuel Richardson, editada en 1740). La única novedad que prometía Cincuentasombras(a diferencia de su musa, Crepúsculo) parecía ser el erotismo encarnado en las prácticas BDSM...pero en esto también decepciona; ni es tan erótico/exótico como lo pinta el marketing, ni es la primera vez que se plantea en la novela rosa(en mis 11años vendiendo libros ha pasado mucha novela del género por mis manos; y los argumentos no varían demasiado dela esencia de estahistoria, ni falta sexo explícito).

Por lo tanto, si a una idea mil veces usada y toqueteada-en este caso, con personajes predecibles, planos, con escasovocabulario y registro:escenas dramáticas/sentimentaloides cada diezpáginas-le añadimos la normalización de la sumisión completa (y fuera de la mazmorra)por parte del personaje femenino (que sólo se "rebela" para rogar por una relación “normal” con Grey), el acoso sistemático, el aislamiento y todas la características clásicas del maltratador...pues en fin, el "entretenimiento betselleresco" que podía haber sido,se desploma. Mucho más interesantesy menos sumisos son los libros de Doña Corín Tellado, que vendió 400 millones de ejemplares y además era asturiana.

Ah,y claro, no olvidemos esa parte de ciencia ficción que es el funcionamiento de Grey en la cama, siempre preparado, intimidante, seguro de sí y "de larga duración", como las pilas Duracell (“si fueras mía, no podrías sentarte en una semana”, afirma). Lo dicho, ciencia ficción, más o menoscomo la mayoría del porno.Y vaya, soy una gran fan de la ciencia ficción,pero de la creíble dentro de sus propios parámetros, como Lovecraft o Asimov.

'¿Cuántos siglos llevan dominándonos? Ellos con el látigo en la mano y nosotras con la venda en los ojos'

La novela, en fin, es tópica en su visión de las relaciones, tiene la consistencia literaria de las letras de David Civera y no debería haber dado de sí para crear semejante debate. Su contenido es enervante, desde luego; pero sólo es una manifestación más ruidosa (125 millones de copias en el mundo) del machismo imperante contra el que tenemos que luchar todos los días.

Tampoco cumple su supuesta función de novela para la liberación sexual femenina,ya que la sexualidad de la protagonista nunca está en sus propias manos,depende enteramente de esa “sex machine” siempre perfecta que es Grey, macho alfa de corte randiano. Y de una manera totalmente equivocadaexpone la práctica del BDSM como una consecuencia derivada de una infancia marcada por el dolor, que puede ser abandonada pasando por la redención del amor conyugal. Propone un catálogo de fantasías sexuales contaminado, falso, aburridísimo, que reduce la sexualidad a un mal teatro, arrasa con toda idea de confianza mutua en las prácticas sexuales y cede el poder absoluto a una de las partes.

En resumen, estoy en contra de Cincuentasombras de Grey, sí. Y citando a Doña Corín Tellado: “¿Cuántos siglos llevan dominándonos? Ellos con el látigo en la mano y nosotras con la venda en los ojos. Digamos que soy feminista...".


María Herráez es librera

Vaya por delante que me cuesta escribir en serio sobre un libro que contiene la frase: “Debería estar prohibido ser tan guapo”. Dicho lo cual, hay muchas razones por las que me resulta imposible conectar o simplemente, disfrutar de la ficción que debería serCincuentasombras de Grey, cuya cuarta parte acaba de publicarse. La principal es el aburrimiento que me genera volver a leer la misma historia que me llevan vendiendo desde que era pequeña: exitoso hombre con experiencia y dineroconquista, instantaneamente, a jovencita virgen y soñadora;primero sexualmente,y luego con el paquete completo: "Amor eterno / matrimonio / manutención de lujo"; vamos, el clásico príncipe azul con un poco más de sexo explícito.

Libros