El día en que el buen gusto secuestró a las fantasías sexuales
Los críticos vapulean el nuevo libro de E.L. James y los expertos recomiendan no leerlo. ¿Y si todos ellos estuvieran equivocados?
En una escena de la películaLos chicos están bien(Lisa Chodolenko, 2010)el hijo adolescente de Nic y Jules descubre a sus madres, una pareja de respetables lesbianas, viendo una película porno gay con cowboys. La confusión que se produce a continuación no tiene que ver tanto con que su hijo les haya pillado viendo porno como con que a esta pareja estable y monógama de bolleras cuarentonas les ponga ver cowboys “en acción”.
Se trata de una secuencia excelente para describir de manera aguda y sencilla la complejidad de la sexualidad humana.
Tan difícil como explicarle a tu hijo adolescente que lo que te pone es el porno gay con vaqueros es que los expertos entiendan que a muchas mujeres nos pone Christian Grey. Lo sé por propia experiencia: recomendé Cincuenta sombras de Grey con entusiasmo a varias amigas intelectuales que no pudieron pasar de la página diez...
Ahora ha llegado a las librerías la cuarta entrega de la saga de E. L. James, Grey, yal mismo ritmo que se desatan las ventas, crece la polémica.
UnareseñaenThe Guardiandice que es imposible leerGreysin asumir que el narrador (que en la última entrega es el propio Christian) “va a acabar irremediablemente en la cárcel”. LareseñadelDaily Telegrahpdiceque “la broma ha llegado demasiado lejos y que repugnante ya no sirve para describirlo”. Como en los libros anteriores de la saga, asistimos a un rasgado generalizado de vestiduras.
Pero, oigan, las señoras que leemos Grey no somos idiotas. Sabemos que Anastasia y Christian no son personajes reales y somos plenamente conscientes de que su relación no es un modelo de igualdad y buen trato.
Se trata de una fantasía sexual y, por lo tanto, no tiene porque entrar en los parámetros de lo políticamente correcto. La fantasía, como el humor, juega en otra liga. Ana y Christian son, si se me permite la analogía, nuestros cowboys favoritos.
No es precisamente calidad literaria lo que buscamos las lectoras de los libros de E.L. James
Aparte de los críticos paternalistas que señalanlo que es o no correcto que de placer a las mujeres, están los críticos que arremeten contra el libro exclusivamente por el flanco literario. Y, por seguir con la analogía, ¿alguien se pregunta cuando ve una película porno si se trata de un Orson Wells menor? No es precisamente calidad literaria lo que buscamos las lectoras de E.L. James...No es más que una novela rosa con sexo explícito, sí, pero nos pone. Con esta saga las mujeres accedemos al porno de consumo masivo por primeravez en la historia.
Contra todo pronóstico, la cuarta entrega de la saga no va a defraudar. Cumple sin fisuras su objetivo. Afortunadamentemillones de mujeres pasan olímpicamente de la opinión de los expertos.Algunas nos alegramos al ver que muchas de ellasse lo van a pasar mejor que bien leyendo Grey.
Lee el artículo En contra de Grey.
Violeta Buckley es sexóloga yexperta en género. Trabaja en Pandora Mirabilia. Género y Comunicación
En una escena de la películaLos chicos están bien(Lisa Chodolenko, 2010)el hijo adolescente de Nic y Jules descubre a sus madres, una pareja de respetables lesbianas, viendo una película porno gay con cowboys. La confusión que se produce a continuación no tiene que ver tanto con que su hijo les haya pillado viendo porno como con que a esta pareja estable y monógama de bolleras cuarentonas les ponga ver cowboys “en acción”.