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El rap que viene: de la West Coast a la East Coast (más o menos)
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2015, un gran año para el género

El rap que viene: de la West Coast a la East Coast (más o menos)

No todo es Kanye West en el mundo del rap. La escena musical se prepara para recibir los nuevos trabajos de figuras como Kendrick Lamar o Chance The Rapper

Foto: Kendirck Lamar en el Hudson Valley Music Festival de Nueva York (EFE)
Kendirck Lamar en el Hudson Valley Music Festival de Nueva York (EFE)

Remontémonos un momento a 2013. Estamos en Estados Unidos meses antes del lanzamiento del disco más importante de este género (en términos mainstream, mal que le pese a Kanye West) de las últimas décadas, Yeezus y nombres como los de los MCs de la nueva escuela Kendrick Lamar o Big Sean suenan fuerte. Sin embargo no es hasta después de Yeezus, o paralelamente, cuando la cosa explota dejando un año apoteósico y siembra lo que quizá pueda ser el principio de una época gloriosa.

Ese mismo año se publican también dos largos y una mixtape memorables: Old, tercero y consagración del héroe independiente de la antiestética Danny Brown (Detroit), LONG.LIVE.A$AP, del miembro del colectivo neoyorquino A$ap Mob A$ap Rocky y Acid Rap, quizá la mixtape más increíble que haya lanzado un rapero jamás, obra del prodigio de Chicago Chance The Rapper. Todos ellos están sonando estos días por distintos motivos, y podemos seguirles la pista a la espera de que se vayan concretando esos trabajos que anuncian, quizá, otro año grande. Dejando a un lado lo nuevo de West (ya podemos escuchar el espectacular adelanto All Day) veamos, de costa a costa, qué se cuece:

New York

Un neoyorquino de Brooklyn, El-P, ha sido, quizá, junto al nacido en Atlanta Killer Mike, quien lo ha petado el año pasado con su propuesta Run The Jewels. Su segunda entrega fue lo más gordo que han parido estas dos figuras ya veteranas de la vertiente digamos “alternativa”, más cercanos formalmente a raperos como Brown o al también neoyorquino de Queens Action Bronson (su nuevo trabajo está a puntito de salir y ya podemos degustar Baby Blue junto a otro de los protas de esta historieta, Chance The Rapper).

Killer Mike es, además, un activista social muy respetado y ha tenido un papel preponderante en el (eterno) conflicto reavivado a partir del asesinato del joven Michael Brown, así que podríamos decir que tanto por la relevancia del disco como por carisma y compromiso, igual reinan como pocos artistas en este terreno. Legendarios ambos, este año los vemos por Españita en festivales varios, aleluya y podremos escuchar la versión GATITOS de RTJ2 (Meow The Jewels, no me digas) además de investigar qué están haciendo en un estudio de grabación con Massive Attack o esperar a lo que están preparando (un track inédito) para el Record Store Day. Raur.

Algo lejos tanto en la forma como en el fondo, está el colectivo de Harlem A$ap Mob, de luto por la lamentable muerte de uno de sus fundadores y pilares, A$ap Yams Rodríguez el pasado mes de enero. Él le dio forma al sonido de A$ap Rocky, experimental y ecléctico para un MC con el aplomo de ser un GUAPO, FLACO, pero también de quien ha crecido en el epicentro de la cultura hip-hop pero que disfruta fluyendo despacio y cool, en las antípodas del estilo clásico neoyorquino más enérgico.

Hace un par de semanas presentaba Lord Pretty Flaco Jodye 2 (single y videoclip junto a un curioso Q&A con sus fans en Tumbrl ) como adelanto a su próximo trabajo A.L.L.A., producido por el fallecido Yams y Danger Mouse y que promete (lo promete él, claro) que será LA BOMBA. Hay algún que otro leak rulando por Soundcloud pero suponemos que merece la pena esperar un poquito más. Otra buenísima noticia es que lo veremos en la próxima edición de Sónar, que no defrauda y perfila uno de los line-ups más atractivos de su historia.

Detroit

Si dejamos a un lado la imponente e influyente figura del fallecido productor J Dilla, quien puso en el mapa allá por los noventa en términos de hip-hop a esta ciudad fue Dr Dre fichando para su sello Aftermath a Eminem y pariendo uno de los discos clave de los noventa The Slim Shady LP. De Dre hablaré en otra ciudad y Eminem está de enhorabuena por haber recogido hace nada un Grammy al Mejor Álbum de Rap por The Marshall Mathers LP 2. Pero quien nos gusta mucho, aparte de otro ilustre de la capital del motor (siempre a la sombra de Kanye) Big Sean, cuyo disco Dark Sky Paradise estamos disfrutando MUCHO desde que se publicó el pasado día 23 (atiende a cortes como Paradise Extended), es nuestro amigo el salvaje y excéntrico Danny Brown, uno de los personajes más fascinantes de la escena y que con Old firmó una prematurísima obra de “madurez” (forzada estéticamente, os recomiendo un docu titulado Detroit State Of Mind si no conocéis al colega).

Singular como es él, que rapea con su agudo pitch sobre casi cualquier cosa y militante de la independiente Fool's Gold, hemos podido escucharle estas semanas en uno de los cortes del nuevo trabajo colaborativo de Ghostface Killah y BADBADNOTGOOD Sour Soul. Un disco bastante flojito, por cierto, pero suficiente para calentarnos el hocico y esperar con más ansia el cuarto trabajo del rapero si es que termina su libro infantil y le da tiempo, claro. Como no nos da más bola, nos vamos aquí cerquita.

Chicago

Porque de Illinois, como Common, que acaba de recibir hace unos días junto a John Legend un Oscar a la Mejor Canción Original por su trabajo para la peli Selma, es el virtuoso que rapea sobre texturas soul y acid jazz (literalmente ácidas como en Acid Rap, en cuya grabación parece que corrieron los tripis) Chance The Rapper. Calentito está el single Lady Friend, último que ha lanzado con su banda The Social Experiment (puedes escucharlo en Soundcloud), una soulful delicia como lo son todos los lanzamientos (únicamente digitales, hasta el momento) de este rapero perteneciente a otro colectivo, SAVEMONEY.

Pocos días antes podíamos escuchar su feat. en el (nunca me cansaré de repetirlo) HORRIBLE Iconic de Madonna, con una intro de Mike Tyson que mira, no me quiero ni acordar. Pero lo que nos llena de ilusión es la posibilidad de disfrutar pronto de su free álbum Surf, anunciado allá por octubre y que tendrá colaboraciones, nada más y nada menos que de Rick Rubin (co-fundador de Def Jam y figura clave en el hip-hop) y Frank Ocean. Será de nuevo un proyecto de The Social Experiment, ansiosos estamos.

Y ya sí que nos vamos a la Costa Oeste, a California.

Straight Outta Compton

En 1988 se publicaba Straight Outta Compton, el clasicazo de N.W.A del que ya se ha escrito todo así que no voy a ser pesada. Este año se estrena por fin la peli sobre la banda, puedes ver el tráiler que ya está rulando por ahí. Si ya el arranque del disco con sonido de sirenas y ese You're now about to witness the strenght of street knowledge forma parte de la historia de la música, fue precisamente Dr Dre, miembro fundador de N.W.A quien “apadrinó” a la que es hoy, no albergo ningún género de dudas, LA FIGURA del hip-hop: Kendrick Lamar.

Porque antes hablaba de Yeezus como una especie de pistoletazo de salida, pero lo cierto es que meses antes, en 2012, se publicaba el álbum debut de Lamar y obra maestra de la narrativa en términos de rap Good Kid. m. A.A.d City. A día de hoy me hago cruces con la potencia de este disco inmersivo con retazos de vida cotidiana (por no abusar de la palabra conceptual), que parece residir en que, como he leído hace poco, lo que cuenta lo cuenta de una forma que parece que nunca se ha contado.

Reside también en la fuerza de las imágenes que se forman en la cabeza cuando lo escuchas hablando de violencia y desamparo, de muerte y de fe, del dinero, el tráfico de drogas, de sus homies. Hombre profundamente religioso como es, se marca un viaje espiritual existencialista casi unamuniano en Sing About Me. I'm Dying Of Thirst después de definir las tentaciones a las que se enfrenta un pecador como Halle Berry or Hallelujah (“pick your poison”), en unas contradicciones de una complejidad realmente inéditas.

Pero tras este disco y más recientemente hemos podido escucharle junto a Flying Lotus y en el single que le ha dado un Grammy a la Mejor Canción Rap, I(Love Myself), una especie de concesión groovy antes de lanzar, hace dos semanas, la BOMBA. Y es que The Blacker The Berry es algo MUY GORDO. El otro día decían en FACT que era el lanzamiento de un tema hip-hop más importante tras New Slaves de Kanye West. Humildemente creo que está situado bastante por encima de éste en términos de complejidad y dado el contexto.

Y es que el tipo se proclama el hipócrita más grande de 2015 de forma irónica y proyectándolo a la sociedad tras las insinuaciones que surgieron sobre su compromiso y postura frente a los conflictos raciales a raíz a sus declaraciones en la entrevista que ofrecía a Billboard el pasado nueve de enero. Kendrick responde y responde con una fiereza devastadora. Solo tienes que escuchar la canción y tratar de hacer tu propia lectura (algo que ha hecho el Pulitzer Chabon y que puedes leer en Genius). Sin embargo, es evidente que nos encontramos ante la verdadera esencia del MC. Esa que se encuentra en la finísima línea en la que confluyen la lucha (ya sea un conflicto íntimo o un conflicto social) y el espectáculo.

Esta misma semana y tras dejarnos locos marcándose un freestyle sobre bases de Notorius B.I.G, se anunciaba POR FIN la fecha de lanzamiento de su nuevo trabajo. Apuntaos el 23 de marzo o mira, id pidiendo cita con vuestro tatuador de cabecera, casi, porque será uno de los acontecimientos del año. Primero se especuló con una portada negra y el título Untitled para días más tarde, anoche mismo en su instagram, lanzar la PORTADAZA DEFINITIVA con sus homies ahí en la Casa Blanca y el título, que ya parece que definitivo, To Pimp A Butterfly. Kendrick dice que se estudiará en las escuelas. Poco más que añadir, YA BISH.

Remontémonos un momento a 2013. Estamos en Estados Unidos meses antes del lanzamiento del disco más importante de este género (en términos mainstream, mal que le pese a Kanye West) de las últimas décadas, Yeezus y nombres como los de los MCs de la nueva escuela Kendrick Lamar o Big Sean suenan fuerte. Sin embargo no es hasta después de Yeezus, o paralelamente, cuando la cosa explota dejando un año apoteósico y siembra lo que quizá pueda ser el principio de una época gloriosa.

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