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"Hacer política con el teatro es un error"
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denis rafter estrena un monólogo sobre oscar wilde

"Hacer política con el teatro es un error"

El actor y director irlandés estrena en la sala pequeña del Teatro Español 'Beloved Sinner', un monólogo inspirado en los últimos años del escritor Oscar Wilde

Foto: El actor y director irlandés Denis Rafter (Javier Naval)
El actor y director irlandés Denis Rafter (Javier Naval)

Un teatro en el que prime lo humano, lo espiritual y el descubrimiento de lo profundo que hay en un hombre. Así concibe el teatro Denis Rafter. El actor y director irlandés, afincado en España desde más de 30 años, defiende ese teatro del ser humano porque, asegura, “hacer una obra sólo para atacar políticamente hace más daño a nuestro arte”. Eso sí el teatro más comprometido socialmente que prolifera hoy en día es necesario y, asegura, no nos alarmemos, frente a un IVA injusto y que desprecia a la profesión, “el teatro va a sobrevivir” aunque para ello llama a la responsabilidad de todos.

Rafter convierte desde ayer la sala pequeña del Teatro Español en un café parisino para mostrarnos la decadencia de los últimos años de Oscar Wilde, de quien el pasado mes de octubre se cumplió el 160 aniversario de su nacimiento. En Beloved Sinner se mete en el papel del escritor en un monólogo (en inglés con sobretítulos en castellano) que se vale de fragmentos de obras como El retrato de Dorian Grey, El ruiseñor y la rosa, La casa de la ramera o De profundis para descubrirnos a ese Wilde fracasado, arruinado, adicto a la absenta y solitario, condenado por homosexual, condenado por la sociedad y condenado por sí mismo. Un Wilde decrépito y fracasado, un antihéroe queve sus pecados reflejados en su Dorian Grey.

P: No es la primera vez que se enfrenta a interpretar a Oscar Wilde, ¿no?

R: Hice uno hace unos 30 años pero centrado en sus obras y su vida desde el punto de vista de su sentido del humor, su ironíay su crítica de la alta sociedad. Esto es Wilde sin máscara ni disfraz. Está actuando y abriendo su alma al público a través de lo que ha dicho en sus obras.

P: Nos presenta a un Wilde que ha pasado de héroe a condenado, que los juicios y el final de su vida le ponen frente a esa humanidad o esa humildad, como dice en la función, que es lo único que descubre y a lo que se puede agarrar.

R: Él decía que lo que aprendió del fracaso es su lección de la vida. Y cuando hace este resumen de su vida, ve las cosas importantes que todos tenemos que conocerporque el mundo hoy en día está lleno de superficialidad. Me gustaría que la obra sirva para acercar al público otra lectura de Wilde y la profundidad de lo que piensa.

P: Dice que su tragedia es autoinfringida, explíquelo.

R: Wilde tenía una fama y un éxito enormes en Londres cuando estreno La importancia de llamarse Ernesto. Como muchos héroes, tenía tanto ego que sentía que no podía fracasar ni caer. Es como Ícaro, volaba demasiado cerca del sol y se quemó. Pensaba que iba a salir de los juicios por la puerta grande, incluso durante el primero estaba actuando, pero se dio cuenta que iba al desastre. En esta autoculpa hay algo de dejarse llevar por su propia decadencia porque estaba influido también por su Dorian Grey. Su autodestrucción es no reconocer la fragilidad de su éxito.

P: Beloved Sinner tiene una puesta en escena desnuda en la que todo es la palabra. ¿Es necesario para llegar a esa profundidad?

R: El teatro, en el sentido del texto e incluso minimalistas como Beckett, debe dar a la palabra el protagonismo. Tirar un texto es un error. El texto es el sonido exterior de los sentimientos del alma de la persona. Quien destruye el texto, destruye la verdad del personaje. Yo uso todo los registros que tengo de tono y ritmo, que cambian cada noche porque es algo espontáneo, para dar belleza y energía a la palabra del autor.

P: A la luz de ese teatro que refleja lo que es el ser humano que reivindica, ¿cómo ve el teatro en estos tiempos en España?

R: El teatro va a sobrevivir porque siempre ha sobrevivido. Lo veo desde un punto de vista positivo pero por el talento y la fortaleza de los actores y lagente del teatro en España. Creo que todos tenemos la responsabilidad de hechizar al público y traerlo al teatro. Para ello, la mejor forma es explicarle qué es el teatro. El teatro es una cosa imprescindible para el ser humano. Es la manera en la que podemos respirar y entender los sentimientos, pero la calidad tiene que ser siempre de alto nivel. No debemos vender teatro de fuegos artificiales, eso quita el corazón, el alma y el espíritu de lo que es el teatro. El teatro es un instituto natural del ser humano. Hacer política con el teatro es un error, llamarlo político es un error, lo que estamos haciendo es algo espiritual. De hecho, la iglesia ha entendido eso mejor que nadie porque está haciendo teatro desde Jesucristo. Ha usado el teatro siempre como una forma de comunicar. La misa es teatro, y no lo digo para ofender, pero el simbolismo del teatro tiene mucho potencial. Y en la Edad Media, el renacimiento del teatro fue a través de la Iglesia. Yo siempre les digo que tienen que apoyar más al teatro por su parte espiritual,no desde el punto de vista de creencia sino del hecho de que el ser humano es un ser espiritual.

P: Dice que el teatro no debe hacer política, ¿qué opina de la multitud de obras que vemos hoy en España de compromiso político y social con lo que está pasando?

R: Quiero decir que en el teatro no hacemos política sino al ser humano, a esa faceta del hombre. Hace falta ese tipo de teatro pero bien hecho porque una obra sólo para atacar políticamente hace más daño a nuestro arte, que al final de todo tiene que ser arte. El Guernica de Picasso es arte, no es un ataque sino mostrar la universalidad del sufrimiento. Escribir obras solo para atacar a izquierda, la derecha, el centro, los de arriba o los de abajo no es la forma hacerlo. ¿Por qué los grandes clásicos de la historia del teatro perduran? Porque son los que muestran la grandeza y la debilidad del ser humano. EnShakespeare todos sus reyes son universales. Demuestra su parte humana. A mí me gustaría ver una obra que me muestre lo que pasa por la cabeza de un político corrupto o por la mente de los sacerdotes pederastas de Granada, ver qué hay detrás. Eso es lo que me interesa.

P: Hablaba de responsabilidad de todos para cuidar al teatro.¿Se cuida al público y al sector con una IVA del 21%?

R: El IVA es totalmente injusto. No tiene ningún argumento. No llegaría a decir que está destruyendo a una edad entera de actores pero sí les está haciendo sufrir mucho. Es injusto pagar un 21% cuando los futboleros no, por ejemplo. Es un ataque y un desprecio. Para el actor lo importante no es la crítica sino la indiferencia. Yo trabajo con muchos actores en España y tienen ilusión pero no de dinero o fama sino de comunicar sentimientos. Eso es lo que mueve a un actor, el deseo de comunicar sentimientos.

P: Además de Beloved Sinner, está preparando una obra sobre Santa Teresa de Jesús que se verá en febrero del año que viene coincidiendo con el 500 aniversario de su nacimiento. ¿Cómo seráTeresa, la jardinera de la luz?

R: Lo que más me interesa no es la santa sino Teresa. Creo que ha hecho cosas fuera de serie durante su vida contra todos. Ha dado mucho más como persona que como santa. He escrito una conversación entre Santa Teresa y Oscar Wilde, que se publicará en una revista dentro de poco, y creo que hubieran sido amigos.

P: Pero no es la primera vez que se mete en la piel de un santo. También lo hizo con sor Juana de la Cruz o Vicente Ferrer. Muchos santos…

R: Pues sí, la verdad (ríe). Las historias de los santos desde el punto de vista humano están llenas de todo lo que hace falta para un drama. Hay una época de muchas dificultades, momentos de superación... Para ser santo, primero tienes que ser humano. Los santos han entrado en mi vida. No les he evitado pero me han perseguido, supongo que porque soy un pecador.

P: Por último, ¿cree que los grandes escritores clásicos españoles están suficientemente bien reconocidos?

R: España se ha quedado corta en la promoción y la posibilidad de llevar a sus clásicos fuera. Los ingleses han conseguido mucho con Shakespeare. Todos decimos quees dios pero en Inglaterra hay a mucha gente que no le gusta. No me digas que La vida es sueño o las comedias de Lope no tienen un material y unos personajes a la altura. Pero para acercarse a esos personajes hay que rasgar más e ir a la profundidad de esos seres humanos. Creo fuera de España se ha podido hacer mucho más para dar a conocer los clásicos y dentro, debemos continuar enfocándonos en la parte humana de las obras.

Un teatro en el que prime lo humano, lo espiritual y el descubrimiento de lo profundo que hay en un hombre. Así concibe el teatro Denis Rafter. El actor y director irlandés, afincado en España desde más de 30 años, defiende ese teatro del ser humano porque, asegura, “hacer una obra sólo para atacar políticamente hace más daño a nuestro arte”. Eso sí el teatro más comprometido socialmente que prolifera hoy en día es necesario y, asegura, no nos alarmemos, frente a un IVA injusto y que desprecia a la profesión, “el teatro va a sobrevivir” aunque para ello llama a la responsabilidad de todos.

Oscar Wilde
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