Un superhéroe llamado Edward Snowden

La habilidad de volar de Superman, el esqueleto de adamantio de Lobezno, la agilidad de Spider-Man y, ahora, la capacidad para poner a todo un gobierno en jaque de Edward Snowden.

Hábil con los ordenadores y en busca de un mundo más justo, así es este nuevo superhéroe. Su villano: un país capaz de violar la privacidad de todos sus ciudadanos en pos de una falsa sensación de seguridad. Fue su propio enemigo el que le otorgó sus superpoderes: valor para denunciar públicamente a la mayor potencia mundial.

Acusado de espionaje y robo de información del gobierno y en paradero desconocido, así se encuentra el exagente de la CIA y de la Agencia de Seguridad Nacional, NSA, que se ha convertido en el protagonista de un cómic que narra su vida.

Una publicación titulada Beyond: Edward Snowden(Más allá de de Edward Snowden), escrita por Valerie D'Orazio, y que intenta desvelar las claves de una persona compleja e indescifrable. Para ello se remonta a su infancia, cuando el pequeño Ed no es más que un fanático de la cultura japonesa, las armas, los videojuegos y las chicas.

Allí se dará cuenta de que muchos soldados sólo quieren matar árabes, en vez de ayudar a la gente. Un accidente en el que se romperá las dos piernas provocará su salida del ejército, donde su sentido del patriotismo es puesto a prueba: “No quiero vivir en una sociedad que es capaz de hacer este tipo de cosas” comenta el héroe del cómic desde la cama donde convalece.

Ahí nace el “mago de los ordenadores”, el que podría ser su alter ego como superhéroe. Comienza entonces una carrera brillante que le conducirá directo a la CIA y a la NSA.

Algo hará que cambie de opinión, no sólo su fácil acceso a la información confidencial que demostraba que el país espíaba a los ciudadanos, sino también el miedo impuesto en una sociedad paranoica y obsesionada con la seguridad tras el atentado del 11 de septiembre del 2001 y que aceptaba de buen grado que el Gobierno hiciera todo lo posible por defenderles.

A partir de ese momento se convirtió en el enemigo número uno de EEUU. Snowden nunca pidió que se ocultara su identidad, ya que nunca tuvo nada de lo que esconderse. Un superhéroe que actúa sin máscara, a cara descubierta. Un superhéroe cuyo pasaporte es revocado y que tiene que pedir asilo político por todo el mundo.

El cómic se centra en dos momentos posteriores a la publicación del artículo de The guardian y The Washington Post. El primero recoge la reacción de la sociedad, que por un lado valora lo que hace Snowden, le encumbran y piden que no sea perseguido, pero que por otro siguen aceptando las condiciones de uso de los diferentes programas y aplicaciones informáticas a sabiendas de que posiblemente puedan ser cedidos sin su consentimiento. De nada ha servido la misión de Edward Snowden si seguimos dejando que nuestra privacidad se vea constantemente amenazada.

El segundo momento es el periplo que vive el exagente para encontrar un nuevo hogar. Convertido en apátrida muchos gobiernos socialistas ofrecen en un primer momento su ayuda a Snowden, pero rápidamente la retiran ante el miedo a un complot norteamericano. Sólo Rusia dejó que este héroe de cómic cruzara su frontera, aunque Putin nunca se manifestó especialmente contento y puso la condición de que “dejara de hacer daño a nuestros compañeros americanos” para quedarse en el país.

Las últimas viñetas ironizan con que su vida es como los libros de Escoge tu propia aventura, su futuro dependerá de a qué página decida pasar: regresar a EEUU, desaparecer, vivir en Rusia de por vida… Una cosa queda clara “Su historia no ha terminado”.

De Marvel a Snowden

Beyond: Edward Snowden ha sido publicado por la editorial de cómics Bluewater, dibujado por Dan Lauer y escrito por Valerie D'Orazio. Esta última ha sido la cabeza visible del proyecto gracias a su labor en series de Marvel como El castigador.

Una de las historietas más populares que escribió, llamada Butterfly para la saga de El castigador, ya contaba como una mujer, antiguo miembro de la mafia, decidía escribir todas sus experiencias en un libro, por lo que era perseguida para ser aniquilada.

D'Orazio dedicó mucho tiempo a leer todos los artículos escritos sobre Snowden, pero asegura que lo que más le ayudó fueron los pequeños detalles que fue descubriendo: sus post atacando a los soplones, el detalle del cubo de Rubik con el que se identificó ante el periodista de The Guardian… Datos que le alejan del retrato habitual que siempre se da de Edward Snowden.