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Marco Aurelio degollado en el maletero de un coche
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recuperada LA PIEZA DEL SIGLO iv ROBADA EN LEÓN

Marco Aurelio degollado en el maletero de un coche

Recuperada la cabeza de un busto del emperador del siglo IV que había sido robada en Quintana del Marco, León, donde estaba a la intemperie

Foto: El fragmento del busto de Marco Aurelio recuperado en Córdoba. (GUARDIA CIVIL)
El fragmento del busto de Marco Aurelio recuperado en Córdoba. (GUARDIA CIVIL)

No es lo que uno espera encontrar en un coche cuando es guardia civil y le da el alto de forma rutinaria. El pasado junio una patrulla de este cuerpo detuvo un vehículo en la ciudad de Córdoba y descubrió que sus ocupantes transportaban en el maletero una mercancía, cuanto menos, exótica: la cabeza de mármol de un hombre con barba y rizos, la nariz mellada y aspecto de llevar varios siglos dando tumbos por el mundo.

No era una cabeza cualquiera, en efecto: el decapitado no era otro que Marco Aurelio, emperador romano entre los años 160 y 181 cuya familia, para más coincidencia, era natural del municipio de Espejo, a 30 kilómetros escasos del aparcamiento cordobés en el que se dio el alto al vehículo. Aunque se trata de una estatua posterior a su imperio –del siglo IV–, los rizos y la barba del emperador –similares a los del busto que se conserva de él en el Metropolitan Museum de Nueva York, por ejemplo– y el gesto sereno del gobernante, al que sus coetáneos apodaron El Sabio, no dejan lugar a dudas: estamos ante una pieza original de más de 1600 años de antigüedad.

¿Y a dónde iban los infelices traficantes con semejante tesoro en el maletero del coche? A venderlo, claro, o a intentarlo. "Aunque el mercado ilegal no es accesible con facilidad, sí parece que estas personas tenían algún conocimiento del mismo y estaban buscando a un intermediario para deshacerse de la pieza", explica a El Confidencial Jesús Gálvez, del Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. "Desde luego, actuaron lejos del lugar de donde se sustrajo y dejaron que se enfriase unos meses después del robo confiando en que la presión policial disminuyese", precisa. "Es el procedimiento típico en este tipo de robos".

Confundido con San Pedro

Porque la cabeza de Marco Aurelio, en efecto, fue robada en febrero a casi 700 kilómetros de allí, en un pequeño municipio leonés de apenas 500 habitantes llamado Quintana del Marco. El pueblo, en cuya tradición se atribuye haber sido fundado por el mismísimo emperador, conservaba un busto del mismo empotrado en la espadaña de la iglesia de San Pedro, al aire libre y sin más protección que su inaccesibilidad. "La única medida de seguridad era la altura", comenta Gálvez sobre los 10 metros a los que se alzaba.

placeholder El busto de Marco Aurelio en la iglesia de San Pedro de Quintana del Marco en 2009. (RAFAEL ALARCÓN)

El busto de Marco Aurelio en la iglesia de San Pedro de Quintana del Marco en 2009. (RAFAEL ALARCÓN)

En 1899 las labores agrícolas destaparon un gran complejo romano a las afueras de Quintana del Marco entre cuyos numerosos hallazgos –como los mosaicos conservados hoy en el Museo Arqueológico Provincial de León y una excepcional placa consagrada al dios local Marti-Tileno, hoy en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid– figuraba este busto del último emperador de la dinastía antonina. Según la tradición fueron los mismos vecinos quienes decidieron empotrarlo en lo alto de iglesia para que oficiase desde allí como improvisado San Pedro, dado el parecido que encontraron entre el gobernante y el santo.

Allí ha estado más de un siglo este busto de Marco Aurelio, similar al que conserva la Gliptoteca de Múnich –con mucho más celo, todo sea dicho–, hasta que el pasado febrero los avezados ladrones se encaramaron a la torre de la iglesia amparados por la noche y desprendieron la cabeza del conjunto aunque, precisa Gálvez, sin practicar daños mayores. "La cabeza ya estaba pegada al resto del busto con una especie de cemento", especifica. "Aunque aún hay que estudiar la pieza, todo parece indicar que fue desprendida simplemente quitando este material".

Traicionados por las prisas

De hecho, no ha sido la brutalidad la que ha traicionado a los delincuentes, sino las prisas. En la inspección ocular realizada in situ tras el robo "los agentes hallaron diversos objetos de escalada –arneses, cuerdas, poleas, etc– utilizados por los autores para acceder a lo alto del campanario", según la nota distribuida este lunes por la Guardia Civil. Los investigadores pudieron así rastrear su compra, que tuvo lugar poco antes en un centro comercial de Sevilla.

El fragmento del busto de Marco Aurelio robado. (GUARDIA CIVIL)Las sospechas sobre la autoría de los hechos se centraron entonces "sobre varias personas residentes en una barriada la localidad Alcolea del Río, Sevilla, averiguándose que intentaban contactar con posibles compradores para proceder a la venta" de la mutilada escultura, según la misma nota.

No es lo que uno espera encontrar en un coche cuando es guardia civil y le da el alto de forma rutinaria. El pasado junio una patrulla de este cuerpo detuvo un vehículo en la ciudad de Córdoba y descubrió que sus ocupantes transportaban en el maletero una mercancía, cuanto menos, exótica: la cabeza de mármol de un hombre con barba y rizos, la nariz mellada y aspecto de llevar varios siglos dando tumbos por el mundo.

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