Es noticia
Nuevas caras en el universo Almodóvar
  1. Cultura
LOS ROLES CLÁSICOS DEL CINEASTA DESPEGAN EN EL VUELO DE 'LOS AMANTES PASAJEROS'

Nuevas caras en el universo Almodóvar

La heroína cotidiana, el galán ausente, la puritana desmelenada, el homosexual divertido y fugaz... Con 18 películas y 30 años de cine a sus espaldas el

Foto: Nuevas caras en el universo Almodóvar
Nuevas caras en el universo Almodóvar

La heroína cotidiana, el galán ausente, la puritana desmelenada, el homosexual divertido y fugaz... Con 18 películas y 30 años de cine a sus espaldas el cineasta Pedro Almodóvar ha tenido ocasión de abundar en algunos de los roles dramáticos que más y mejor resultan en sus guiones, que aparecen y reaparecen una y otra vez por su universo homónimo encarnados, eso sí, por diferentes actores. En Los amantes pasajeros, su esperado regreso al terreno de lo bufo, una nueva generación de jóvenes chicas y chicos Almodóvar toma el testigo así de los más veteranos en sus comedias, vistiendo con nuevas caras algunos de los temas más emblemáticos del autor. He aquí algunos ejemplos.

Javier Cámara, la heroína se hizo hombre

La heroína del día a día ya no es en Almodóvar una mujer. Al menos, no necesariamente. La prueba está en Joserra, el sobrecargo de Los amantes pasajeros que, pese a ser un héroe light, no deja de serlo. Como la Pepa de Carmen Maura en Mujeres al borde de un ataque de nervios –1988–, Javier Cámara insufla ahora vida en Joserra al único personaje principal capaz de cordura en el vuelo de la ficticia compañía Península, desplegando una vez más sus probadas habilidades como hombre orquesta.

placeholder

El director manchego ya explotó el talento multitarea de Cámara cuando le entregó en 2004 a Paquito –un entrañable travesti que brilla por divertido entre la oscuridad de La mala educación– y su talento a secas con Benigno, el atormentado enfermero protagonista de Hable con ella –de 2002– . En la inminente Los amantes pasajeros Cámara es un sobrecargo que no puede mentir –como la portera y testiga de Jehová de Mujeres..., Chus Lampreave– y que dirige la pequeña troupe de azafatas, azafatos y pilotos en un avión que pierde el control, tanto por fuera como por dentro del fuselaje.

Carlos Areces, una innovación 'chanante' en lo almodovariano

No cabe duda: el Fajardo de Carlos Areces es ese personaje hosco y malhumorado de la comedia almodovariana que Rossy de Palma interpretó en varias ocasiones –como en Kika, de 1993, o Mujeres...–. No debe extrañar que sea él quien retome precisamente este rol, capaz como es de hacer reír a la audiencia espetando todas sus frases y de ganarse, pese a eso, su total complicidad. Fajardo es un azafato arisco, seco y antipático, pero también entrañable.

placeholder

Carlos Areces, por su parte, es un todoterreno del humor que solo interpretando ha conseguido colarse en casi tanta gran comedia se haya rodado en España desde 2007, cuando se dio por cerrado el boom chanante y empezó el ascenso meteórico de sus integrantes. Antes de eso fue un dibujante laureado –ganó el premio a la mejor serie de animación en Animadrid 2001 y Josep Toutain al autor revelación en el Salón Internacional de Cómic de Barcelona de 2007– y después participó en Lobos de Arga, Extraterrestre, Balada triste de trompeta o Spanish Movie. Tiene muchas medallas, pero sobre todo una vis cómica que enamora al espectador y convence a los guionistas para escribir pensando en él. Como en el inminente estreno de Almodóvar, Areces está –repitiendo en ambos casos– en las próximas cintas de Alex de la Iglesia y Nacho Vigalondo.

Raúl Arévalo, el relámpago gay

La loca propia de la comedia almodovariana normalmente llega, suelta el chiste y se va, pero en Los amantes pasajeros el director ha querido que el personaje, encarnado en esta ocasión por Raúl Arévalo, se quede a lo largo de toda la película. La confianza no debe extrañar, ya que, pese a ser el actor más joven del trío protagonista, Arévalo ha tenido ocasión ya de demostrarse capaz casi de todo y firmó con su Julián en Primos –de Daniel Sánchez Arévalo en 2011– uno de los mejores personajes cómicos del reciente cine español.

placeholder

Con el azafato Ulloa repite fórmula dramática –la del trío, ahora con Cámara y Areces, antes con Quim Gutiérrez y Adrián Lastra– demostrando, talento aparte, la solidez técnica necesaria rendir en semejante ménage à trois humorístico. El madrileño estrena registro para el gran público al interpretar a un azafato afeminado o "con plumón", en las propias palabras de Almodóvar, que recuerda a las apariciones súbitas que hicieron Fabio McNamara en Laberinto de pasiones –1982– o Guillermo Montesinos en Mujeres...

Lola Dueñas, entre Forqué y Maura

El instinto de divertirse y dejarse llevar está en todos, según Almodóvar. Incluso entre las personas más contenidas y las más frías, incluso cuando se trate de abandonarse a las bajas pasiones. A las primeras las encarnó en lo almodovariano Verónica Forqué, capaz como nadie de encarnar simultáneamente inocencia y picardía, y a las segundas Carmen Maura, cuyos personajes demostraron que la rigidez no está reñida con el carpe diem. El testigo de ambas lo tiene en Los amantes pasajeros Lola Dueñas, una repetidora en la cosmogonía kitsch del manchego que confiesa, sin embargo, que no se siente más confiada porque el director le haya regalado ya varios caramelos. "Cada vez que llego al rodaje estoy tan nerviosa como la primera vez", confiesa ante la prensa poco antes del estreno. "Él confía en mí mucho más de lo que lo hago yo misma".

placeholder

El papel que interpreta en Los amantes pasajeros bien podría ser la Sole a la que dio vida en Volver –2006–, solo que insertada ahora en una atmósfera de comedia y dejando, naturalmente, que el personaje reviente al final por sus instintos. Tímida y contenida, su Bruna –una mujer virgen con poderes psíquicos que vuela a México para intentar encontrar a unos españoles raptados– se niega al principio a participar en la locura pero cede al final, consiguiendo con su evolución escenificar la del propio espectador, a quien el personaje de Dueñas se aúpa en los hombros más que ningún otro.

Cecilia Roth, regreso a Sexi

Como Dueñas, Cecilia Roth también repite rol, que no personaje, en la última cinta de Almodóvar. Su Norma Boss, una prostituta madura especializada en dominación, recuerda en sus formas a Sexi, la joven ninfómana con la que se estrenó con Almodóvar en Laberinto de pasiones.

placeholder

De esta manera la actriz argentina se convierte en una de los pocas antiguas chicas Almodóvar que repite habitualmente en el nuevo cine del manchego, en particular tras su recordada protagonista Manuela en la oscarizada Todo sobre mi madre –1999–.

Miguel Ángel Silvestre, el nuevo Antonio Banderas

Es inocente, voluntarioso y muy guapetón, pero el hombre florero de las películas de Almodóvar nunca llega a serlo del todo, ya que el cineasta le reserva habitualmente un papel determinante en la trama. El valenciano Miguel Ángel Silvestre se hace cargo en Los amantes pasajeros del novio, un personaje cuya ausencia de nombre revela su naturaleza eminentemente funcional.

placeholder

Es un papel que, de haberse escrito veinte años antes, habría ido a parar a Antonio Banderas, y Silvestre se muestra encantado de hacerlo. "Es un tipo con un magnetismo arrollador", explica sobre Banderas, al que reconoce como un referente en su actuación.

Willy Toledo, el amante esquivo

Es el Iván que interpretó Fernando Guillén en Mujeres..., aunque ahora el amante ausente característico del cine Almodóvar –no solo de sus comedias– no esquiva a la cámara.

placeholder

El espectador presencia en esta ocasión la huida de Ricardo Galán, interpretado por Willy Toledo, y son sus amantes-víctimas las que están ausentes de la trama principal, aunque el guionista las invocará en el texto –será la única vez que salgamos del avión– y con ello, la aparición de Blanca Suárez, Paz Vega y Carmen Machi.

José María Yazpik, el galán misterioso

Otro de los arquetipos a los que recurre Pedro Almodóvar es el galán, una figura clásica de la comedia revestida, en su caso, con perfume exótico.

placeholder

El actor José María Yazpik interpreta a Infante, un misterioso hombre mexicano con traje negro y corbata cuya seriedad arroja sombra sobre los ácidos colores del avión con destino México D.F. 

La heroína cotidiana, el galán ausente, la puritana desmelenada, el homosexual divertido y fugaz... Con 18 películas y 30 años de cine a sus espaldas el cineasta Pedro Almodóvar ha tenido ocasión de abundar en algunos de los roles dramáticos que más y mejor resultan en sus guiones, que aparecen y reaparecen una y otra vez por su universo homónimo encarnados, eso sí, por diferentes actores. En Los amantes pasajeros, su esperado regreso al terreno de lo bufo, una nueva generación de jóvenes chicas y chicos Almodóvar toma el testigo así de los más veteranos en sus comedias, vistiendo con nuevas caras algunos de los temas más emblemáticos del autor. He aquí algunos ejemplos.