"La sociedad alemana no es tan idílica como os imagináis en España"

La última novela del escritor Tommy Jaud, El millonario (Ediciones B), ha vendido más de dos millones de copias en el país teutón y recientemente se ha publicado en español, después de haberse traducido a otras 17 lenguas. Jaud describe en clave de humor las desventuras del protagonista Simon Peters, un antihéroe en el paro que saca a relucir las miserias de una sociedad no tan espléndida como parece a simple vista. “Creo que la sociedad alemana ya no es tan idílica como la gente se imagina. La imagen del país se ha transformado en la última década debido a la enorme presión que existe en el mundo laboral y al creciente individualismo, aunque esto último varía dependiendo de la edad o la situación familiar”, apunta el autor.

Estos incipientes fenómenos sociológicos que moldean la historia de El Millonario se reflejan, según añade Jaud, en el hecho de que “la sociedad está estresada y su mayor preocupación es sobrevivir y salir adelante”. Unas características que son perfectamente extrapolables al resto de sociedades occidentales, y quizá este carácter universal de la historia narrada en la novela ha contribuido a que saltase las fronteras de tantos países. A pesar de ello, sorprende cómo derrumba los estereotipos sobre la ejemplarizante sociedad alemana. Pero, ¿cómo afrontan los propios alemanes estos cambios, con indignación o más bien con resignación? “Con total sinceridad, creo que la mayoría de la población no se entera, no tiene tiempo, y los que reflexionan sobre ello consideran que es algo normal porque ocurre en todos los países y no es específico de Alemania. Yo, personalmente, intento no aceptarlo como algo inevitable”, añade el autor.

La sociedad no nos determina

La falta de tiempo en la sociedad moderna, donde llevarse el trabajo a casa o invertir las horas de ocio en proyectos laborales es una rutina cada vez más extendida, ha dinamitado las relaciones personales e incluso familiares, según Jaud. “Es curioso que por la escasez de tiempo ya no puedas quedar con los amigos cercanos como sí se hacía antes, aunque simplemente para tomar algo. Con la familia también ocurre que, por las apretadas agendas y el creciente individualismo, los compromisos y lazos verdaderos son menos intensos. Por ejemplo, planeas una cena de Nochevieja y la gente se reserva la posibilidad de no ir en el último momento, por si le surgen otros eventos. Esta falta de compromiso ya es un rasgo propio de la sociedad alemana que antes no tenía”, lamenta el escritor.La falta de tiempo y el estrés están destruyendo las relaciones personales

El protagonista de la novela parece una víctima más de este entorno social, aunque esta lectura pueda parecer un poco superficial pues, como matiza, Jaud, “en realidad es víctima de sí mismo, de sus decisiones y de las tonterías que hace. Es por ello por lo que pierde el trabajo y todo lo demás, pero a él le gusta verse a sí mismo como una víctima de la sociedad”. Ciertamente, se agradece al autor que sortee la recurrente justificación de que todas las desgracias personales están provocadas por la influencia de la sociedad, que no provoca más que la inacción de los perjudicados e imposibilita cualquier cambio vital.

Las enseñanzas latentes en El millonario están contadas en clave de humor, en ocasiones incluso de humor negro, pero bien es cierto que cuando nos reímos de los actos de los demás será porque los consideramos como un ejemplo a no imitar. Precisamente, el próximo libro de Jaud será de autoayuda, aunque también con sus característicos trazos humorísticos. Un estilo en el que se reconoce encasillado, pero también cómodo por las posibilidades que ofrece. “No sé si esta novela hubiese sido igual de exitosa si no fuese cómica, pero entonces ya sería un libro de crítica social, algo que no me interesa en absoluto”. Por otro lado, el autor defiende que cuánto más absurdas son las situaciones que vive el protagonista y más distante está del final de la historia “creo que se consigue un mejor efecto dramático”.

El sistema está agotado, ya no funciona

Jaud parece haber encontrado en el personaje de Simon Peters la mejor herramienta para construir sus novelas, al margen de que diga sentirse identificado con él, y es que ya fue el protagonista de su anterior obra (titulada Resturlaub) y volverá a repetir en la siguiente. Una nueva novela en la que la crisis financiera ya está mucho más presente. De hecho, Peters perderá todo su dinero tras invertir en activos tóxicos, una situación que lo acercará todavía más a la locura hasta provocar que pierda todos sus amigos. ¿Cree que el dinero está en el origen de todos los males del ser humano? “El dinero en sí mismo no, pero el sistema financiero que lo rodea sí”.Nuestra imagen de los españoles es en general muy positiva

Para el escritor alemán el sistema en el que vivimos hoy en día está viciado y nadie es capaz de entenderlo. “Nadie sabe cómo reaccionar, unos eligen la opción de emigrar, otros compran oro, los hay que se dan a la bebida e incluso los que se gastan todo su dinero. La gente no sabe qué está pasando y por eso no sabe qué hacer. La prueba de que este sistema no funciona es que si la misma crisis económica que estamos atravesando nos hubiese ocurrido hace 20 años nadie estaría perdido, sabríamos analizar mejor la situación y así prever cuáles serán los siguientes pasos a corto plazo. Hay mucha incertidumbre”, sentencia Jaud.

No me gusta el término ‘países del sur’, solo existe a nivel financiero

Esta falta de certeza de cómo evolucionará la situación no es ajena al mundo literario y del resto de expresiones artísticas. Jaud reconoce que no sabe cómo evolucionarán los géneros o las temáticas, pero opina que en este contexto habrá un resurgir a nivel artístico. “No hay más que ver a los Beatles que no hubiesen surgido si no fuese por el contexto determinante de la ciudad de Liverpool en aquella época. La literatura no sé por dónde irá, pero me conformo con que no se repitan las mismas fórmulas del pasado y no sigamos ahondando en las misas temáticas, como la II Guerra Mundial o aquí la Guerra Civil española.La literatura no sé por dónde irá, pero me conformo con que no se repitan las mismas fórmulas del pasado

Aprovechando las referencias concretas a España, le preguntamos al escritor alemán sobre cómo cree que es la visión de los alemanes sobre los españoles y, en general, de los países del sur de Europa (PIGS). “Nuestra imagen de los españoles es en general muy positiva, al fin y al cabo es el país donde más veranean los alemanes y eso crea lazos. Con Grecia, por ejemplo, ya no ocurre lo mismo. Sin embargo, hay que diferenciar; yo no estoy de acuerdo con el término ‘los países del Sur’ porque sólo existe a nivel financiero y, aún así tengo dudas ya que la situación económica en Italia, por poner un caso, es totalmente diferente a la de España. La identidad se impone sobre los criterios de riqueza, y en este caso no hay una misma imagen para los países del Sur”.