Es noticia
Las torres inclinadas de Santiago de Compostela
  1. Cultura
LA CATEDRAL ESTUDIA COBRAR ENTRADA A LOS VISITANTES PARA AFRONTAR LAS RESTAURACIONES

Las torres inclinadas de Santiago de Compostela

Aunque distan mucho de asimilarse a la Torre de Pisa, dos torres de la Catedral de Santiago también están inclinadas. La Torre de las Campanas –la

Foto: Las torres inclinadas de Santiago de Compostela
Las torres inclinadas de Santiago de Compostela

Aunque distan mucho de asimilarse a la Torre de Pisa, dos torres de la Catedral de Santiago también están inclinadas. La Torre de las Campanas –la derecha si se observa desde la plaza del Obradoiro- es la que más desafía a la gravedad con una inclinación  de unos 40 centímetros, una desviación que viene desde que se levantó el templo.

La otra torre inclinada es la Berenguela, que presenta una inclinación de 12 centímetros descubierta recientemente. 

El arquitecto director de la Catedral, Javier Alonso, explica que la más inclinada lo está por un fallo de construcción que se remonta a la Edad Media. “Cuando se empezó a construir la torre románica en el siglo XII, se llegaron a plantear tirarla y volverla a levantar, porque el lado sur se estaba inclinando, pero finalmente decidieron dejarla así”, explica. “Sin embargo, en el siglo XVII se construyó un contrafuerte hacia el lado oeste para frenar su avance, y obras posteriores han permitido que esta inclinación “no aumente ni suponga un peligro a día de hoy”.

Es la parte románica, la base de esta torre, la que está deformada en planta por la inclinación. Siglos más tarde se añadirían las secciones barroca y gótica hasta configurar su aspecto actual, con el resto de piezas que erigen este templo declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. “Pese a que todavía se detecta algún movimiento, los controles anuales permiten mantener la calma”, afirma Alonso.

Pero recientemente se ha descubierto que otra de las tres torres mayores, la Berenguela o Torre del Reloj, también sufre una inclinación de unos 12 centímetros en su parte más alta, aunque el arquitecto afirma que no se puede estimar a ciencia cierta cuándo se torció. “Esto puede ser debido a la misma acción de los rayos sobre la torre", apunta. En todo caso, Alonso afirma que solo afecta a la linterna que culmina la estructura, y “no supone un riesgo para el resto de la columna”.

En julio de 2011 varias piedras de esta misma torre cayeron a los pies de una de las puertas de la Catedral. A pesar de que los transeúntes cirbulaban por la zona, no hubo que lamentar ningún daño personal y todo quedó en un susto. Pero esto sirvió para acelerar el proceso de reparación las zonas más dañadas de las torres, que presentan “un importante deterioro”.

Reformas en la Catedral

El monumento se encuentra inmerso en un programa de restauración, pero aún falta dinero para que pueda completarse. Entre las principales urgencias, Alonso indica las  humedades de la Catedral, puesto que cuando llueve el agua se filtra dentro de las torres. “En algunas estancias las paredes están encharcadas”, asegura el arquitecto. Esto da lugar a vegetación, roturas y grietas, a lo que se une el peligro "serio" de desprendimiento de piedras.

Alonso también culpa de los desperfectos a la “indebida utilización de materiales como hormigón” y a la “escasa cultura obrera” de principios del siglo XX. Además, la acumulación de humedad ha deteriorado la madera. La escalera de la inclinada Torre de las Campanas “es inaccesible por estar podrida debido al agua filtrada”, entre otros desperfectos.

La reforma de las torres, según el arquitecto, es un proceso “imprescindible” para eliminar humedades y poder continuar con las obras de adecuación del Pórtico de la Gloria. La reforma costará unos dos millones de euros y cuenta con un plazo de ejecución de entre 1 año y medio y 2 años, pero aún no hay fecha de inicio, ya que está a la espera de que Fomento le conceda el 75% de este dinero.

Estas obras se unirían a las ya realizadas en la fachada de Azabachería, Torre del Reloj y Pórtico Real, a falta de intervenir en otros espacios como el resto del cuerpo central o la cripta.

Se estima que la completa restauración del monumento –en el marco del Plan director de la Catedral- se produzca antes del próximo Xacobeo en 2021. Las obras, en total, suponen cerca de 30 millones de euros.

Cobrar entrada por “falta de recursos”

El canónigo Daniel Lorenzo, encargado de asuntos culturales de la Catedral, declaró hace un par de semanas que el templo necesitaría un millón y medio de euros anuales para su mantenimiento, y apuntó que actualmente cuenta con 300.000. Alonso precisa que este dinero sale de la Catedral y comenta la “falta de recursos” necesarios para el mantenimiento óptimo del edificio. Sin embargo, el santuario, -se estima- recauda unos 12.000 euros diarios que no declara, y que obtiene gracias a las donaciones de miles de peregrinos y feligreses que visitan el monumento.

“En la Catedral de Santiago entra mucha gente a diario y la entrada es gratuita, por lo que no tiene tantos medios para afrontar las restauraciones, como puede tenerlo otras iglesias que sí cobran”, indica el arquitecto.

 “Se están estudiando nuevas medidas de ahorro, como buscar financiación de empresas privadas o cobrar para entrar en determinados sitios de culto”. Alonso menciona el acceso a la Berenguela, o a la tribuna “en horarios no de culto” como posibles vías recaudatorias que está estudiando la Fundación de la Catedral de Santiago. “En todo caso, esto no se llevaría a cabo hasta dentro de dos años, cuando se espera que terminen las reformas de las torres”.

Los responsables de la Catedral tienen prevista una reunión con Fomento en octubre para conseguir el 75% de los dos millones necesarios para esta reforma. En ese caso, el templo deberá buscar el 25% restante a través de entidades privadas. “La Catedral de Santiago es una obra importante desde todos los puntos de vista, por su representatividad y su importancia social y artística para Galicia y para España, por lo que confiamos en que Fomento nos conceda esta financiación”, remarca Alonso. 

Aunque distan mucho de asimilarse a la Torre de Pisa, dos torres de la Catedral de Santiago también están inclinadas. La Torre de las Campanas –la derecha si se observa desde la plaza del Obradoiro- es la que más desafía a la gravedad con una inclinación  de unos 40 centímetros, una desviación que viene desde que se levantó el templo.