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Woody Allen y Emir Kusturica fortalecen el vínculo entre la ópera y el cine
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Woody Allen y Emir Kusturica fortalecen el vínculo entre la ópera y el cine

Woody Allen y Emir Kusturica han sucumbido a la experiencia operística y mientras el primero debutará en 2008 en la Ópera de Los Ángeles con una

Foto: Woody Allen y Emir Kusturica fortalecen el vínculo entre la ópera y el cine
Woody Allen y Emir Kusturica fortalecen el vínculo entre la ópera y el cine

Woody Allen y Emir Kusturica han sucumbido a la experiencia operística y mientras el primero debutará en 2008 en la Ópera de Los Ángeles con una de las partes de Il Trittico, de Puccini, el segundo estrenó recientemente en la Ópera Nacional de Bastilla, en París, su ópera-punk El tiempo de los gitanos. Basada en su propio film, esta ópera hace que Kusturica cruce un puente entre la vocación cinematográfica y la operística que ya trazaron Zhang Yimou, Luchino Visconti, Robert Altman o Pilar Miró y para el que Woody Allen está citado para 2008.

El genio neoyorquino prosigue su fascinación con los artistas españoles y, además de al rodaje en Barcelona con Penélope Cruz y Javier Bardem, sucumbió a las plegarias de Pláido Domingo para que le dirigiera en Gianni Schicchi", una de las piezas de Il Trittico, de Giacomo Puccini. La ópera se completa con Il Tabarro y Suor Angelica, que realizará el director de El exorcista, William Friedkin, y tiene previsto su estreno para el 6 de septiembre de 2008, como apertura de la temporada 2008/2009 de la Ópera de Los Ángeles.

Domingo inició su coqueteo con los directores de cine con John Schlesinger -autor de Cowboy de medianoche-, que le dirigió en Los cuentos de Hoffmann en 1984, y el tenor español estrenó el año pasado El Primer Emperador, en la que trasladó la explosión cromática y sensorial de cintas como El camino a casa al Metropolitan de Nueva York gracias a labor de su realizador, Zhang Yimou.

Minghella y 'Madame Butterfly'

Esa misma temporada se abrió con el innovador montaje que Anthony Minghella realizó de Madame Butterfly, también de Puccini, con la que recibió en Londres el Premio Olivier a la mejor producción del año. Pero el hermanamiento por excelencia entre ambas disciplinas lo encarnó el italiano Luchino Visconti, cuya magnificencia cinematográfica en El Gatopardo o La caída de los dioses fue a menudo comparada con una representación de música lírica y cuya musa fue, más allá de las cámaras, María Callas, a la que dirigió, entre otras, en La Traviata en la Scala de Milán en 1955.

Uno de sus ayudantes, Franco Zeffirelli, siguió sus pasos con una prestigiosa carrera en la que no sólo debutó en el Covent Garden de Londres con Pagliaccio y llenó los cines con Romeo y Julieta, sino que filmó para las pantallas la ópera La Bohème, en 1965. El francés Patrice Chéreau también recoge elogios en una y otra actividad, y ha dirigido la escena de óperas de Mozart -Così fan tutte o Don Giovanni- o de Wagner -El anillo de los Nibelungos-, y el exceso y la convulsión del compositor alemán parecieron contagiarse al celuloide de películas suyas como La Reina Margot.

Otros cineastas con menos formación operística pasaron más desapercibidos en sus experiencias líricas, como Robert Altman, que en 1992 dirigió McTeague con la música de William Bolcon, o Pilar Miró, que en 1982 estrenó Carmen en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Esa misma composición de Bizet protagonizó el curioso caso de la cinta sudafricana U-Carmen eKhayelitsha, que ganó el Oso de Oro en el Festival de Berlín de 2005 por reinterpretar la ópera en xhosa, una de las once lenguas oficiales del país.

Woody Allen y Emir Kusturica han sucumbido a la experiencia operística y mientras el primero debutará en 2008 en la Ópera de Los Ángeles con una de las partes de Il Trittico, de Puccini, el segundo estrenó recientemente en la Ópera Nacional de Bastilla, en París, su ópera-punk El tiempo de los gitanos. Basada en su propio film, esta ópera hace que Kusturica cruce un puente entre la vocación cinematográfica y la operística que ya trazaron Zhang Yimou, Luchino Visconti, Robert Altman o Pilar Miró y para el que Woody Allen está citado para 2008.

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