The Chemical Brothers... son la noche

Vuelven los sonidos de maquinitas e increíbles efectos especiales para reunirlos en un único sentido, hacia la melodía. Estos científicos de la electrónica, The Chemical Brothers, asumen con modestia que ellos son la noche con su nuevo álbum, We are the Night. Grabado en un búnker a prueba de bombas al sur de Londres.

Son doce temas menos ‘bailongos’ que sus mejores discos, Surrender y Come With Us. Pero en cualquier caso, Tom Rowlands y Ed Simons no se cansan de buscar ruidos imposibles y de combinar todo tipo de estilos sintetizados para englobarlos en su sexta composición, más ácida y psicodélica que ninguna otra.

Se presentan con el tema que da origen al título del disco. Fiel al estilo techno que les ha lanzado a la fama. Mecanismos de siempre y una base que hará bailar a toda la discoteca o lugar donde se escuche.

Si ‘We are the Night’ es un tema puramente de techno, ‘All Rights Reserved’ se desvía de su vertiente más conocida y se moderniza hacia un break beat muy pausado y con unas voces que predominarán en todo el tema. También repetirá en canciones con títulos tan originales como ‘The Salmon Dance’, en la que el hip hop es expresado desde el punto de vista de los dos compositores.

La variedad es una constante en los ‘hermanos’. ‘Saturate’ introduce ritmos de batería acústica y la base electrónica desaparece para dejar paso a lo tradicional. Siempre está conducido por ritmos hechas a base de ordenador. Que nadie se asuste. Es un estribillo progresivo que contrasta con las continuas paradas que ofrece la canción.

Encuentran un hueco para la evasión

Pero The Chemical Brothers no sólo se caracteriza por hacer bailar a todo lo que se le ponga por delante. La relajación y la evasión al escuchar ciertos temas también es su especialidad, sin aproximarse al chill out. ‘Das Spiegel’ es uno de los mejores del álbum y consiguen hacer que, escuchando el mismo corte, unas personas puedan bailarlo y otras dejarse llevar. Y con unas pautas muy similares han creado ‘Burst Generator’. Siete minutos en busca de la calma mientras todo gira en torno a quien escucha el tema.

Un espacio original es el de la batucada que tocan con cubiertos. Al menos esa es la impresión que da cuando ‘A Modern Midnight Conversation’ es escuchada.

Para cerrar, un consejo a muchos noctámbulos de la noche, ‘The Pills Won´t Help You Now’. En clave tranquila y sosegada invita a caminar hacia el descanso. Otra estupenda composición que, lejos de poderlo pinchar por un dj en plena sesión, sirve como última canción para invitar a la gente que vaya a sus respectivas moradas.