Javier Bardem: "'Invisibles' es un homenaje a la realidad"

El actor Javier Bardem considera que la película Invisibles, que incluye cinco historias sobre las víctimas de varias crisis internacionales "olvidadas", de la que él es productor y que se estrenará en cinco salas de cine de Madrid y Barcelona el 9 de marzo, es "un homenaje a la realidad".

Acogida con aplausos en su estreno internacional en la Berlinale el pasado 16 de febrero, cada uno de los capítulos de este film está dirigido por un cineasta distinto: el alemán Wim Wenders, los españoles Isabel Coixet, Fernando León de Aranoa y Mariano Barroso y el peruano Javier Corcuera.

Después de su pase a la prensa este martes en Barcelona, Bardem, acompañado por León de Aranoa, Barroso, Corcuera y el director de Médicos Sin Fronteras (MSF) España, Aitor Zabalgogeazkoa, explicó que el proyecto, que calificó de "gratificante", se fraguó hace un año y medio, después de viajar él con esta ONG a Etiopía, con la única intención de que "se vea lo máximo posible" en todo el mundo.

El espectador español, que a finales de marzo también podrá visionar la película gracias a un programa de TVE y a otro de TV3, conocerá cómo afecta el mal de Chagas en Bolivia (Isabel Coixet); las agresiones sexuales a mujeres en la República Democrática del Congo (Wim Wenders) o el secuestro de niños para convertirlos en soldados en Uganda (León de Aranoa).

También sabrá de la enfermedad del sueño en África Central (Mariano Barroso) y de los desplazados de la guerra en Colombia (Javier Corcuera).

Zabalgogeazkoa, a quien no le importaría que se rodara una segunda parte de Invisibles, agradeció a Bardem su implicación en esta empresa y de los cinco directores, que denominó como "expatriados de honor", su trabajo "teniendo en cuenta que las circunstancias del rodaje no fueron siempre fáciles".

Protagonistas de verdad

Excepto el capítulo de Coixet, un docudrama que transcurre en Barcelona, el resto de episodios de esta filmación, tres de ellos puro documental, fueron grabados sobre el terreno con protagonistas de los conflictos que se cuentan.

En este sentido, León de Aranoa rememoró su estancia de tres semanas en Uganda, en "una guerra contra los niños, que tiene algo de cuento gótico" y cómo los pequeños y los adolescentes que aparecen "son unos buenísimos narradores, muy conscientes, además de su invisibilidad, por lo que querían contarnos su historia".

En parecidos términos se expresó Javier Corcuera, quien de su experiencia en Colombia resaltó las ganas que tienen los afectados por poder volver a recuperar sus tierras, de "dar a conocer su lucha por ser visibles, ya que es la única garantía que tienen de salvar sus vidas".

Mariano Barroso, que viajó hasta la República Centroafricana para poder narrar los estragos que causa la enfermedad del sueño en su población, mezclando ficción con realidad, sostuvo que ha evitado "el tono paternalista y de lamentos, porque estando allí uno se da cuenta de que aquella gente vive con las mismas alegrías y tristezas que nosotros, aunque la picadura de una mosca los puede llevar a la tumba".

Bardem, que disculpó la ausencia en Barcelona de Wenders y Coixet porque están rodando nuevas películas, concluyó que aunque no asistió a ninguno de los rodajes sí pudo conocer en Etiopía el trabajo sobre el terreno de Médicos Sin Fronteras, una organización formada "no por unos hippies altruistas, sino por gente muy preparada y que trabaja con mucha lógica sobre el terreno".

Dando libertad absoluta a cada uno de los cinco creadores, Bardem también aseguró que no es que sea una persona optimista pero "sí creo que en cada uno de nosotros hay siempre una parte que se acciona y al final resuelve".