La oscuridad y la abstracción cromática de Soulages tiñen de negro el IVAM

El Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) exhibe, desde este lunes y hasta el próximo 15 de abril, siete lienzos del artista francés Pierre Soulages, galardonado con el séptimo Premio Internacional Julio González, que resumen 60 años de excesos cromáticos, oscuros y abstractos, en búsqueda de la luz.

Soulages (Rodez, 1919), considerado uno de los artistas europeos de la posguerra más característicos del informalismo y el expresionismo abstracto -aunque el pintor reniega de etiquetas y sólo reconoce su obsesión por el negro como "fenómeno artístico"-, ha sido premiado por el IVAM gracias a una carrera "madura".

Así lo reconoció, en rueda de prensa, el comisario de la exposición, Tomás Llorens, acompañado por el artista francés y la directora del museo, Consuelo Císcar, para añadir que este galardón reconoce a artistas "en plenitud" y, en este caso, relacionados artísticamente con Julio González.

Un homenaje a Soulages

La exposición que se inauguró este lunes pretende homenajear a Soulages, cuya carrera artística comenzó poco después de la Segunda Guerra Mundial basada ya en colores oscuros, que iría evolucionando hacia una monocromía pura y, a finales de los años 70, hacia una fase "ultranegra", con un uso exclusivo del negro como camino a la luminosidad instantánea.

El IVAM ya organizó, en 1989, la mayor retrospectiva hecha hasta entonces en España sobre Soulages y, desde ahora, exhibe siete grandes óleos sobre lienzo (de 222 centímetros de alto por 157 de ancho), realizados en 1990.

La oscuridad de la sala y de los propios cuadros sumerge al espectador en una suerte de cueva abstracta, donde los finos trazos blancos y grises que rasgan las obras se ofrecen como único contacto con la luz, alterando la monocromía con retazos abstractos que reflejan el "esfuerzo" del creador por llegar a su objetivo.

Ésa es la intención del artista, quien rehuye del minimalismo y la austeridad frente al exceso y la pasión de su búsqueda de la luminosidad, heredera de Zurbarán, Caravaggio o Rembrandt.

Según reconoció en la rueda de prensa, su obra "no se encuentra, se alcanza; hay un esfuerzo" por hacer del color negro, antes que un efecto óptico, "un fenómeno artístico" que permite el mejor contraste de la luminosidad pictórica, casi escultórica.

El cambio que experimentó en 1979, en pleno proceso creativo, "no fue una decisión" calculada ni consciente, sino la evolución consecuente de su trabajo con la oscuridad cromática, señaló Soulages, quien vestía con camisa, pantalón y zapatos negros.