"No programo contra nadie ni quiero dar lecciones", dice Josep Pons, director de la ONE

Firmada la paz laboral y negociando un nuevo reglamento, la Orquesta Nacional de España (ONE) está lista para la gran "escalada", según su director titular, Josep Pons, motor de un proyecto artístico "plural", del que dice: "No programo contra nadie, ni quiero dar lecciones, pero había que ampliar el repertorio". La Orquesta Nacional llevaba 10 años sin director titular cuando en 2003 se incorporó a este cargo Josep Pons, quien este año negocia su renovación y quien, en una entrevista habló del proceso de reestructuración interna que vive esta formación musical y de su proyecto artístico, "la parte en la que me divierto".

El Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) y los profesores de la Orquesta Nacional de España firmaron en diciembre un acuerdo que desbloqueó un viejo conflicto y desconvocó la huelga "latente" de los profesores funcionarios.

Ambas partes se comprometían a iniciar en 2006 las negociaciones sobre el nuevo reglamento que regirá el funcionamiento interno de la Orquesta Nacional y sobre la estructura jurídica que adoptará cuando el INAEM -del que depende la ONE, el Centro Dramático Nacional o el Teatro de la Zarzuela, entre otros- se convierta en una agencia en virtud de la Ley de Agencias.

"En esto ya estamos trabajando. Estamos muy cerca de definir lo que queremos ser en el futuro y diseñar una orquesta moderna", afirmó el domingo Pons, quien se reconoció "impaciente" y quiere que el reglamento se implante en 2007.

Son unas "obras en profundidad", en las que se ha empleado mucha "energía" por parte de todos los implicados. "No ha sido nada fácil; parecía imposible", afirmó Pons, quien respondió a los malos augurios que circulaban cuando asumió este cargo: "Cuando cogí la ONE me tragué risitas. He defendido la institución y espero algún día reír yo también".

Pero en todo este proceso el tiempo pasa y el director catalán es consciente de que "todos tenemos fecha de caducidad" y "estoy mentalizado de que soy un sembrador, y no tanto un recolector. Si todo va bien, el que venga detrás mío será el recolector. Es difícil que yo haga los dos roles".

Respecto del proyecto artístico, "hemos echado a andar", comentó Pons, quien ha configurado sus programaciones en torno a un eje temático y ha conseguido un "éxito enorme" de público con el ciclo fuera de abono "Septiembre Sinfónico".

Tiene pensado configurar un Ciclo Sinfónico Coral, que arrancará la próxima temporada, y seguir con "Carta Blanca a....", un programa dedicado a conocer a fondo a un compositor vivo y gracias al cual han pasado por Madrid Hans Werner Henze y George Benjamin. "De esta manera somos noticia en el resto de Europa", advirtió.

Pero nunca llueve a gusto de todos y Pons lo sabe: "No programo contra nadie ni quiero dar lecciones, pero había reduccionismo en el repertorio y hay que dar más amplitud. Al lado de obras de primer orden, como las sinfonías de Brahms o Beethoven, tenemos que poder oír otro tipo de repertorio".

"Esto es dinero público y tengo el deber de dar una programación plural; busco obras que estén muy bien y que aporten algo que no conocemos; no sólo hay que hacer una inversión en reconocer, sino en conocer", explicó.

En cualquier caso, adelantó, "habrá una gran cantidad de obras del gran repertorio" y "solistas rutilantes" en la próxima temporada, sin olvidar a los jóvenes instrumentistas, que son el futuro, y los "lazos" que se van creando con las primeras batutas internacionales.