Hacienda aflora irregularidades en Unidad Editorial y recorta sus créditos fiscales
Los problemas en Unidad Editorial no solo tienen que ver con la difusión y la rentabilidad. Hacienda también cuestiona su desempeño fiscal tras una inspección.
Los problemas en Unidad Editorial no sólo tienen que ver con la difusión y la rentabilidad. Y es que, según admite la compañía en las últimas cuentas remitidas al Registro Mercantil, correspondientes al año 2013, el Ministerio de Hacienda ha detectado irregularidades en su desempeño fiscal, al punto de obligarle a rebajar drásticamente los créditos fiscales que se había apuntado y que le habrían permitido aliviar el Impuesto de Sociedades cuando volviera a beneficios. La compañía admite pérdidas de 67,5 millones en el pasado ejercicio.
“Como resultado de la inspección fiscal que se ha realizado del Impuesto de Sociedades del grupo fiscal correspondiente a los ejercicios 2008 a 2011 (ambos inclusive), la sociedad ha suscrito determinadas actas que implican la reducción conjunta de bases imponibles negativas de dichos ejercicios por 58.678 miles de euros –expone la firma en la memoria que acompaña a las cuentas–. Como consecuencia de esta regularización, Unidad Editorial S.A. ha ajustado créditos fiscales por 17.874 miles de euros, en relación con las bases imponibles ajustadas anteriormente mencionadas”. En todo caso, la compañía no ha recibido sanción alguna, lo que determina la existencia de dolo por parte del declarante.
Todo comenzaba el 18 de enero de 2013, casualmente el mismo día en que El Mundo daba el pistoletazo de salida al caso Bárcenas, al publicar que el extesorero del PP pagó durante años sobresueldos en negro a parte de la cúpula del partido. En esta fecha, Unidad Editorial recibía comunicación por parte de la Agencia Tributaria del inicio de actuaciones de comprobación e inspección de hasta seis gravámenes, entre ellos los impuestos de Sociedades e IVA, así como las retenciones o ingresos a cuenta por rendimientos de trabajo o las tasas de juego. Todos entre los citados años 2008 y 2011.
Tras la comunicación, fuentes internas de la casa se encogían de hombros al ser preguntados sobre la relación de la inspección con el affaire Bárcenas y sí subrayaban que era una investigación de una amplitud notable, muy inusual. Más adelante y avanzado el proceso, dejaban claro que las anomalías detectadas por Hacienda no eran relevantes y remitían a las cuentas de 2013 para consignar su alcance. Como es preceptivo, el grupo tiene también abiertas a inspección todas las declaraciones presentadas con posterioridad a la investigación.
Beneficios futuros
A pesar de las pérdidas, los gestores de Unidad Editorial consideran que las ventajas tributarias generadas en el pasado podrán aplicarse en los próximos ejercicios, “debido a que los planes de negocio del grupo fiscal y de la sociedad muestran que es probable que se vayan a obtener ganancias fiscales futuras que permitan compensar los importes registrados a 31 de diciembre de 2013 y 2012 en un plazo de tiempo razonable”. Tras los ajustes derivados de la inspección fiscal, la sociedad consignó un crédito fiscal de 5,6 millones de euros correspondiente a las bases imponibles negativas de hace dos años.
A 31 de diciembre de 2013, el importe total activado en concepto de créditos por pérdidas a compensar se situó en 46,37 millones, frente a los 58,55 del ejercicio precedente. La editora de El Mundo tiene margen para aplicarlo hasta el año 2030. “Las deducciones a que tiene derecho la sociedad tienen origen principalmente en gastos por actividades vinculadas a los proyectos especiales (Vuelta al Mundo a Vela; Barcelona World Race; Expo Zaragoza 2008, etc.)”, remacha el grupo en sus balances.
Los medios de comunicación han estado desde el primer momento en el radar del ministro de Hacienda. Corría el mes de diciembre yCristóbal Montoroapuntaba directamente a periódicos y televisiones en pleno debate sobre la amnistía fiscal. "En vez de dar tantas lecciones de ética a través de editoriales, lo que tienen que hacer es pagar religiosamente los impuestos en los plazos pertinentes”, aseguró, añadiendo que haygrupos con “importantísimas deudas con la Hacienda Pública”. De hecho y además de Unidad Editorial, han sufrido los embates de la Agencia Tributaria conglomerados como Prisa o Vocento, además de editoriales presentes en el sector como Planeta.
Los problemas en Unidad Editorial no sólo tienen que ver con la difusión y la rentabilidad. Y es que, según admite la compañía en las últimas cuentas remitidas al Registro Mercantil, correspondientes al año 2013, el Ministerio de Hacienda ha detectado irregularidades en su desempeño fiscal, al punto de obligarle a rebajar drásticamente los créditos fiscales que se había apuntado y que le habrían permitido aliviar el Impuesto de Sociedades cuando volviera a beneficios. La compañía admite pérdidas de 67,5 millones en el pasado ejercicio.