Lara hace caja y se embolsa dos millones de euros gracias al 'rally' de Antena 3

Los magnates de los medios de comunicación no quieren quedarse al margen de la fiesta que viven las bolsas. Según información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), José Manuel Lara, dueño de Planeta y accionista de referencia de Antena 3, ha decidido aprovechar el rally alcista de la cadena y se embolsó la semana pasada más de dos millones de euros tras vender 200.000 acciones de la compañía. El empresario catalán ultima en paralelo la refinanciación de la deuda de su gigante editorial, del que afronta en diciembre un vencimiento inasumible de 670 millones.

Lara vendió cada título a 10,267 euros, sacando partido al momento dulce de la compañía en el parqué. Atresmedia, la antigua Antena 3, corteja ya los once euros después de empezar el año en 3,990 y transitar a finales de julio por debajo de los siete euros. Las televisiones, compañías cuya facturación depende casi exclusivamente de la publicidad y del ciclo económico, manejan informes internos que apuntan a una mejoría del consumo el año próximo, lo que avalaría un cambio de tendencia en sus cifras de negocio. Un sentimiento que se ha trasladado a los analistas y a los mercados.

En todo caso, no es la primera transacción de esta índole que realiza el editor en apenas meses. Ya en julio se desprendió de una remesa de 374.500 acciones, a 5,086 euros por título, que le reportaron 1,9 millones. En aquellas fechas también se deshizo de diversos paquetes de acciones del Banco de Sabadell, entidad de la que también es consejero. En total, obtuvo unos ingresos adiciones de 2,54 millones. Por tanto, en los últimos cuatro meses ha obtenido la nada despreciable cantidad de casi 6,5 millones de euros por sus movimientos en bolsa.

Tras estas operaciones y pese a controlar un 41,6% de Atresmedia a través de Planeta Corporación, el también presidente de la patronal de las televisiones (Uteca) apenas mantiene un 0,077% de la cadena a título individual, un porcentaje cuatro veces inferior al que atesoraba a principios de 2012. Lara tenía que renunciar este año al tradicional dividendo complementario que Antena 3 abona en el mes de junio, debido a las estrecheces del sector en último ejercicio. La compañía, que ha mantenido por norma un pay-out mínimo del 80%, optaba este año por la prudencia.

El tycoon se ha puesto en el foco en los últimos días, en el marco de la entrega del LXII Premio Planeta. Primero, por la concesión del galardón a la exministra Ángeles González-Sinde, un desenlace de estética discutible. Y también por sus referencias a la situación política catalana, siempre en tono crítico con la deriva soberanista en marcha. “No nos conviene”, precisó el pasado lunes, subrayando que ya “nadie nos ahorra un fraccionamiento de la sociedad civil catalana”. Lara ya amenazó en el pasado con que sus empresas dejarían Cataluña si el plan independentista sale adelante.

Pactos con la banca

Entretanto, Lara intenta resolver sus cuitas con la banca. No en vano y según consta en las cuentas de la firma correspondientes al año 2011, la editorial afronta este año un pago de casi 670 millones en concepto de un crédito sindicado firmado en 2010. Un importe que le obliga a renegociar la deuda antes del mes de diciembre. Según informaba la semana pasada el diario Expansión, el acuerdo de refinanciación con las 15 entidades bancarias implicadas podría firmarse a finales de mes, renovaría créditos por importe de mil millones y garantizaría la estabilidad del grupo hasta el año 2019.

Este diario ya avanzó que Lara estaba llevando las conversaciones en primera persona y que no habría problema alguno para que la reestructuración saliera adelante. “La Caixa no va a dejarle en la estacada. Es cuestión de tiempo”, explicaban fuentes conocedoras de las conversaciones allá por el mes de julio. Justo en esos días otro problema se esfumaba. Atresmedia también lograba financiación sindicada por importe de 270 millones para hacer frente a las obligaciones derivadas de la adquisición de La Sexta. Una transacción que daba aire a la cadena para los próximos cuatro años.