RTVE afronta salvedades en sus cuentas por sobrevalorar sus inmuebles

El nuevo presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, ya tiene otra inquietud que añadir al déficit de 105 millones que la Corporación registrará este año. “Hay salvedades contables”, concedía ayer el primer ejecutivo de la casa, que el pasado 24 de julio formuló sus primeras cuentas al frente de la sociedad sin cambiar la constante de los últimos ejercicios. Y es que desde hace tres años, la auditora KPMG cuestiona los números de la televisión pública por no ajustar el precio de sus activos –por ejemplo, sus terrenos o inmuebles- a su valor real. A tenor de las palabras del directivo, los reproches de 2011 insisten en esa dirección. “Son criterios que se vienen reiterando”, dejó caer.

Fue el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Ramón Aguirre, quien dio la señal de alarma durante una comparecencia en el Congreso hace apenas dos semanas. El político popular aseguró entonces sin ambages que la contabilidad de la Corporación estaba manipulada y los balances sobrevalorados. “Sería muy bueno que los anteriores responsables de RTVE, que ya no están, hubieran tenido a bien hacer un balance verdadero, ajustar los precios de sus deudas a lo que realmente son, ajustar los precios de sus inmuebles a lo que realmente son”, subrayó, a la vez que instaba a González-Echenique a “hacer los ajustes pertinentes”. La SEPI es el principal accionista de la cadena pública.

¿Existen irregularidades o es Aguirre “un lenguaraz”? ¿Y si la SEPI no aprueba las cuentas? Visiblemente incómodo por la batería de preguntas lanzadas desde la oposición, González-Echenique quiso ser ayer muy cauto durante su intervención en el Senado. “Yo me hago cargo de mis palabras y de mis actos. Hemos elevado las cuentas al accionista y está previsto que las apruebe”, dijo. “Sí, hay salvedades contables, que no son irregularidades ni trucos. Reflejan un criterio que a juicio del auditor debe ser considerado por la empresa auditada. Una auditora no firma las cuentas si cree que están trucadas”, remató, dejando claro que los balances se formularon con un retraso de tres meses por el vacío de poder en la sociedad.

En tiempos de Oliart y Fernández

Las advertencias de la auditora no podían ser más claras en su informe a las cuentas de 2010: “Al 31 de diciembre de 2010, el epígrafe de Terrenos y construcciones del balance de situación de la Corporación RTVE incluye activos por un valor neto contable de 818.054 miles de euros (…) De acuerdo con el marco normativo de información financiera que resulta aplicable a la sociedad, es necesario evaluar al menos al cierre del ejercicio, si existen indicios de que algún elemento del inmovilizado material o intangible (…) pueden estar deteriorados, en cuyo caso, deberán estimarse sus importes recuperables efectuando la correcciones valorativas por deterioro que procedan”.

Un trabajo que los gestores de la casa obviaron para las cuentas de 2010. Y también para las de 2009, ya con Alberto Oliart al frente de la Corporacion. Según expone KPMG, “la sociedad no nos ha proporcionado la mencionada evaluación relativa al deterioro de dichos terrenos y construcciones a la fecha de emisión de este informe ni a la del informe de auditoría sobre las cuentas anuales del ejercicio anterior, lo que motivó la inclusión de una salvedad al respecto. En este sentido, no hemos dispuesto de evidencia suficiente que nos permita concluir sobre la razonabilidad de la valoración de los terrenos y edificios al 31 de diciembre de 2010”. Lo peor es que llueve sobre mojado, en tanto las cuentas de 2008, con Luis Fernández como presidente de la sociedad, también reciben la reprimenda de la auditora.

Déficit de 105 millones en 2012

“Al 31 de diciembre de 2008 el valor neto contable que figura en los epígrafes de balance inmovilizado intangible, inmovilizado material, inversiones inmobiliarias e instrumentos de patrimonio asciende a 1.316.355.611 euros –reza el informe en cuestión-. Aunque durante el ejercicio 2008 la sociedad ha generado pérdidas significativas que pudieran ser indicativas de la existencia de deterioro del valor de dichos activos, no ha llevado cabo un cálculo de sus valores recuperables al considerar (…) que el Estado le aportará las transferencias necesarias que le permitan continuar con su actividad y cubrir sus costes y debido a que entiende que el valor de mercado de los activos es superior a su valor neto contable”.

Una falta de rigor en la formulación de las cuentas que se une al pozo sin fondo en que se han convertido las televisiones públicas, con RTVE a la cabeza. González-Echenique avanzaba ayer que la Corporación registrará un déficit de 105 millones en 2012, al no poder absorber el recorte superior de 200 millones impuesto por el PP al acceder al poder. Los populares se estrenan así en la cadena de la peor forma posible, esto es volviendo a los años del déficit. Fue precisamente el Gobierno socialista quien decidió poner el contador a cero en su primera legislatura al acordar que las cuentas públicas de 2006 absorbieran una deuda que alcanzaba ya los 7.500 millones, tras décadas de gestiones deficitarias. La ley establece claramente que la Corporación solo podrá recurrir al endeudamiento “para la financiación de sus inversiones en inmovilizado material e inmaterial y para atender desfases temporales de tesorería”. Incluso prevé el cese de los consejeros si hay desviaciones presupuestarias significativas.