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El deportista a seguir | Jaume Jardí, el nuevo 'caso Figo' para el Castilla de Raúl
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El deportista a seguir | Jaume Jardí, el nuevo 'caso Figo' para el Castilla de Raúl

Un espacio en el que destacaremos a ese deportista con menos nombre, pero que lo tiene todo para ocupar grandes titulares y que queda eclipsado por las estrellas de (casi) siempre

Foto: Imagen: Sergio Beleña.
Imagen: Sergio Beleña.
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Les confesaré algo: mi padre siempre ha tenido muy buen ojo para los jóvenes futbolistas. De manera habitual, cuando ve un partido, no suele hablar demasiado, sino que se concentra en entender el juego y ver cómo se está desarrollando, disfrutando de esa extraña pasión que va más allá de los goles y la emoción, analizando y paladeando el sustrato táctico que hace que todo funcione. Pero si ve algo que le emociona, no duda en decirlo... muchas veces. Eso es lo que suele pasar cuando ve a un joven que le ilusiona y que cree que tiene un gran recorrido: le pasó con Raúl, Torres, Iniesta, Ramos y con alguien con el que me sorprendió. Un tal Luis Figo.

Tenía unos siete años cuando mi padre me dijo: "Hay un chaval portugués que debería de fichar el Madrid. Se llama Figo". En aquella selección, había talentos como Joao Pinto, Rui Costa o Emilio Peixe, incluso otros jóvenes que hicieron un gran torneo como Toni o Gil —que nunca llegaron a triunfar en el fútbol—, jugadores que marcaban el ritmo de una Portugal que terminaría siendo campeona del mundo sub 21 en 1991. Yo poco o nada sabía de fútbol, pero mi padre insistía. "Ese chico es muy bueno: dribla, regatea y genera muchas ocasiones". Sería muchos años después cuando se cumpliría su deseo... Pero de una forma que pocos podían imaginar.

Foto: Imagen: Rocío Márquez.

Solo cuatro años después, aquel talentoso joven portugués se convertiría en jugador del Barcelona, siendo santo y seña del club y la afición... hasta que en el año 2000 ocurrió lo impensable, la historia que ya todos conocemos: como promesa electoral de Florentino Pérez, pasaría a ser jugador del Real Madrid y, por ende, el centro de las iras de los culés. No era la primera vez —ni sería la última— que un jugador hacía el 'puente aéreo', pero sí la primera en que la palabra 'traición' se repetía de manera tan asidua. Hagi, Prosinecki, Schuster, Laudrup, Milla, Soler, Celades, Luis Enrique, Eto'o, Saviola, Ronaldo... y, ahora, una de las grandes perlas de la cantera culé.

Con solo cinco años, Jaume Jardí comenzó a jugar al fútbol en su Reus natal. Su padre —que jugaba como portero— y su abuelo paterno fueron los encargados de transmitirle la pasión por el balón, algo que a día de hoy continúa demostrando. Desde muy pequeño, tanto cuando jugaba en la Escola de Fútbol La Pastoreta como cuando en categoría benjamín pasó a formar parte del Santes Creus, Jardí era seguido por el Barça. Delantero menudo, rápido, versátil y con mucho gol, era uno de los jóvenes más prometedores de Cataluña. Sería en cadetes cuando, tras comprobar que Jardí seguía anotando, el Barcelona se haría con los servicios del jugador.

Detrás de él había otros clubes como el Espanyol o el Valencia, pero el joven decidió apostar todo por el conjunto blaugrana, club por el que sentía absoluta afinidad como aficionado: jugar en el club de tus amores no es algo que esté al alcance de todo el mundo. Pronto, demostró que su idilio con el gol no era flor de un día: año tras año, siempre destacaba en el aspecto anotador, hasta el punto de que en la temporada 2018-2019, en el Juvenil B, se convirtió en el jugador que más goles hizo en una solo temporada de toda La Masía. El Barcelona tenía un delantero de futuro para rato... pPero, entonces, algo cambió que rompió una relación que parecía duradera.

Su progresión era evidente, lo que le llevó esta campaña a convertirse en capitán del Juvenil A. La idea era sencilla: sería un jugador importante del Juvenil A, pero con la idea de que fuera entrando poco a poco en los planes del Barça B... Pero no sucedió ni una cosa ni la otra. Esta temporada, no ha gozado de demasiados minutos en su categoría, pero aun así ha sido capaz de anotar nueve goles y dar tres asistencias, además de jugar seis partidos en la Youth League, donde ha anotado un tanto en los 381 minutos disputados. Pero prácticamente ha pasado desapercibido en el filial azulgrana, donde solo ha jugado 10 minutos en toda la temporada.

Al acabar el curso, expiraba el contrato de Jardí, pero no ha conseguido llegar a un acuerdo de renovación... lo que ha provocado que el Madrid se haya interesado por él y se haya hecho con sus servicios, convirtiéndose en un refuerzo de lujo para el Castilla, que entrena Raúl González. El objetivo del filial blanco no es otro que conseguir el ascenso a Segunda y, para ello, la intención es crear un equipo competitivo que pueda luchar por todo y, al mismo tiempo, sirva de correa de transmisión para formar jugadores para el primer equipo. El Castilla se asegura un goleador de primer nivel, pero algunos lo han vuelto a ver como una traición.

Como le sucediera a Figo —aunque salvando las evidentes distancias—, Jardí es rápido, muy habilidoso y tiene un gran disparo exterior, que le puede convertir en una de las piezas clave del filial madridista. Como también le ocurrió a Figo, el que fuera capitán del Barcelona la pasada temporada —en este caso, del Juvenil A— y uno de los jóvenes con mayor talento de La Masía, ha cambiado de ciudad en busca de mayores éxitos. Eso sí, Jardí es zurdo y llega gratis al Madrid tras no llegar a un acuerdo con el Barça... y con mucho aún por demostrar. El último jugador en aprovechar el 'puente aéreo' llega a la casa blanca para demostrar que puede triunfar.

Les confesaré algo: mi padre siempre ha tenido muy buen ojo para los jóvenes futbolistas. De manera habitual, cuando ve un partido, no suele hablar demasiado, sino que se concentra en entender el juego y ver cómo se está desarrollando, disfrutando de esa extraña pasión que va más allá de los goles y la emoción, analizando y paladeando el sustrato táctico que hace que todo funcione. Pero si ve algo que le emociona, no duda en decirlo... muchas veces. Eso es lo que suele pasar cuando ve a un joven que le ilusiona y que cree que tiene un gran recorrido: le pasó con Raúl, Torres, Iniesta, Ramos y con alguien con el que me sorprendió. Un tal Luis Figo.

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