Podemos redobla el pulso con Yolanda Díaz y advierte: "Es imprescindible" que Montero sea ministra

Podemos eleva el pulso con Yolanda Díaz, anuncia que redefinirán su relación con Sumar, y traslada varias exigencias de cara a la investidura de Pedro Sánchez, aunque no quiera considerarlas líneas rojas, ni sus dirigentes aclaren qué ocurrirá si no son atendidas. La secretaria general morada, Ione Belarra, ha anunciado este sábado cinco "propuestas" para la investidura de Pedro Sánchez, y ha tildado de "imprescindible" que Irene Montero repita como ministra de Igualdad. Hasta ahora, los morados habían presionado públicamente a Díaz para que cuente con Montero, algo que dan prácticamente por imposible, pero hoy han elevado el órdago para afirmar que su inclusión en el Ejecutivo es irrenunciable. Ni Sumar ni el PSOE contemplan este escenario, y los morados lo saben, pero han querido escenificar que tienen entidad propia en la negociación con el socio mayoritario. De esto, de la rivalidad con Sumar, del legado de Montero y de los mensajes a la interna iba todo.

"Podemos no está muerto" ha sido uno de los mensajes clave este sábado. En un acto de su partido cargado de elementos de reafirmación, y presumiendo de músculo militante, Belarra ha exigido "autonomía" y libertad de movimiento para los suyos, cinco diputados de los 31 que componen el grupo parlamentario de Sumar en el Congreso. Ha reciclado propuestas para rebajar los precios de los alimentos o en materia de vivienda, ha reclamado hacer permanente las rebajas al transporte y ha planteado congelar los precios de los contratos de alquiler durante toda la legislatura. Poco antes, los suyos desempolvaban sus dardos contra la vicepresidenta segunda, acusándola de "ponerse de perfil" en multitud de ocasiones, y contraponiendo esta forma de actuar a la "valentía" que se atribuyen. "Si se ha frenado a las derechas es gracias a la responsabilidad de Podemos"; "Nunca se deja caer a compañeras" que se "se han puesto en la primera línea"; espetaba Belarra.

Entre los gestos frente a Díaz, la secretaria general morada ha alertado de que no volverán a aceptar un "acuerdo injusto" para confluir electoralmente junto a Sumar, a dos semanas de que se active el reloj de la cuenta atrás para la repetición de la cita con las urnas, si Sánchez fracasa en su investidura. "Acuerdos en estas condiciones no se pueden volver a repetir", aseguró. En ese pulso con la vicepresidenta en funciones y ministra de Trabajo, le ha disputado incluso la bandera de la lucha por la subida del salario mínimo interprofesional —reclamó dispararlo desde los 1.080 hasta los 1.500 euros—. Es uno de los caballos de batalla de Díaz, que siempre se reserva esta medalla, y que hoy la líder morada ha atribuido en exclusiva a Podemos.

En lo órganico, y tras dos convocatorias electorales con durísimos resultados para su formación, Belarra ha anunciado un proceso de "redefinición" de su hoja de ruta política que culminará el 4 de noviembre. Las bases podrán hacer aportaciones a un documento ya escrito por el núcleo dirigente, que previsiblemente lo hará público este mismo sábado.

La ministra de Derechos Sociales en funciones ha intentado separar su intervención en dos partes: una primera, con sus "propuestas" para la investidura, y una segunda con su plan para adoptar un nuevo rumbo político, tras haber sido incapaces de cumplir los objetivos acordados en la Asamblea Ciudadana que la situó al frente del partido, hace dos años y medio. Ni hay un nuevo congreso en el horizonte inmediato, ni el resto de oradores se han apartado de la exaltación de los logros de su partido y de Montero. O de exhibir su rivalidad con la líder de Sumar, a la que han dejado varios recados.

El carácter combativo y de reafirmación del encuentro, denominado "Con vosotras Podemos", quedaba claro desde el primer minuto. "¡Irene, Irene!", coreaban desde el público cuando Montero, Belarra y el resto de oradoras aún estaban tomando asiento en el escenario, con media hora de retraso. Quinientas personas han abarrotado el Teatro Fernando de Rojas de Madrid y cerca de mil, según la organización, se distribuían entre una sala anexa y la calle. El aforo del teatro era más modesto que el de la plaza Nelson Mandela, en Lavapiés, donde querían celebrarlo inicialmente, antes de la previsión de lluvias.

Entre las figuras en el escenario y las primeras filas estaba presente prácticamente todo el núcleo duro de Montero y Belarra, de Lilith Verstrynge a Victoria Rosell, responsable de Organización y secretaria de Estado y delegada del Gobierno contra la violencia machista, respectivamente. Pasando por las portavoces del partido, Isabel Serra y María Teresa Pérez. Martina Velarde era, junto con Belarra, la única diputada en el Congreso en tomar la palabra.

En primera fila, los parlamentarios Javier Sánchez Serna y Noemí Santana seguían el acto acompañados por varios integrantes de la cúpula, entre los que también había dirigentes de otras fuerzas políticas. Entre ellos, Gabriel Rufián (portavoz de ERC), abiertamente enfrentado con la vicepresidenta segunda en funciones, y Juantxo López de Uralde (Alianza Verde), dentro de Sumar pero apartado de las listas al Congreso. También había representantes de Izquierda Unida o EH Bildu.

Montero dispara contra el PSOE

Por su parte, la ministra de Igualdad en funciones ha presumido de que su partido "ha hecho de todo menos calentar la silla" en el Gobierno, y ha insistido en que son la garantía de nuevos cambios de calado. Montero contraponía la determinación de los suyos frente a la actuación de "muchos compañeros y compañeras" de su espacio político, que en situaciones como las negociaciones para formar el primer Gobierno de coalición estaban dispuestos a renunciar: "Veían que el coste era demasiado alto".

También sostuvo que "habría sido más fácil" asumir que la ley del solo sí es sí "tiene un error garrafal", para señalar al Ministerio de Justicia, en manos del PSOE, porque "las reformas del Código Penal las decide Justicia". "La mayoría de tribunales aplican bien la ley, y hay algunos que no han querido aplicarla bien", apostilló. Entre medias, ensalzó a Belarra por su buen hacer como secretaria general y por su "lealtad".

La dirección, convocada a posteriori

Belarra y Montero han desvelado sus planes antes de reunirse con el Consejo Ciudadano Estatal, máximo órgano de decisión política del partido, convocado para esta misma tarde. El órgano llevaba casi dos meses sin reunirse, desde la convocatoria en la que Belarra asumió el sacrificio político de Montero, antes de que Podemos rebajase notablemente su perfil público.

Desde entonces, buena parte de los esfuerzos se han centrado en reivindicar la labor de la ministra de Igualdad en funciones, y en venderla como garante de los avances en derechos feministas. Más, si cabe, en un contexto en el que creen que Díaz no ha entendido la importancia de esta lucha. "El feminismo tiene que seguir siendo el motor de nuestro Gobierno", exigió Montero. "No puede ser una nota al pie", "un complemento que te pones en campaña". Para los suyos, es ella quien lo encarna.