Dormir en armarios: la moda medieval que podría estar resurgiendo

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Las tendencias humanas en el estilo de vida diario han ido cambiando a lo largo de los siglos, no solo para las actividades que se realizan estando despiertos sino también para las maneras en que se duerme y se entiende el descanso.

Aunque lo normal ahora sea dormir en camas que estén en el centro o en algún lado visible de la habitación, durante mucho tiempo en Europa estaba muy arraigado el concepto de cama armario, también conocida como cama caja o cama cerrada. Un reciente artículo de la BBC profundiza sobre esta cuestión, y llega a sugerir que esa moda está volviendo a abrirse paso en los tiempos modernos.

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Ada Nuño

A simple vista, tenían un diseño muy similar a los armarios en los que solemos colocar nuestra ropa, con sus puertas y su material de madera. Pero al abrirlos, no se encontraban en su interior perchas ni estantes, sino una cama con su colchón. Había camas armario de muchos tipos, desde las más básicas para personas humildes hasta las que incorporaban decoraciones más cuidadas y mayores comodidades, destinadas a las clases altas e incluso a la nobleza.

Al cerrarse las puertas del armario, el durmiente quedaba aislado de alguna manera en su interior, aunque era normal que también incluyesen una especie de ventanilla, con cortina incluida, para que entrase luz y aire.

Motivos para dormir en una cama armario

Las camas armario contaban con varias ventajas, que contribuyeron a que este formato estuviese muy extendido en Europa desde la Edad Media hasta principios del siglo XX. Una de ellas era el ahorro de espacio: no solo ocupaban menos al poder colocarlas fácilmente en un rincón de la habitación, sino que también era habitual que dentro de uno de esos armarios durmiesen varias personas, a veces incluso cinco.

El ahorro de espacio era una de las ventajas de usar este formato, pero también el frío

Por otra parte, dormir en el interior de un armario era de gran ayuda contra las inclemencias meteorológicas, especialmente en países del norte de Europa en los que hacía mucho frío en invierno. Por entonces no contaban con sistemas de calefacción como los que tenemos ahora, y estar completamente rodeado de una robusta madera podía mantener a la gente a una temperatura razonablemente cálida. Además, en aquellos siglos Europa vivió olas de frío muy intensas: en Londres, el río Támesis llegó a congelarse 18 veces, y hasta la madera de las chimeneas acababa congelándose.

También se cuenta que una motivación podría ser protegerse durante la noche de posibles animales salvajes que entrasen en la casa por sorpresa, como los lobos.

¿Resurgir en el siglo XXI?

Con el paso del tiempo, las camas armario quedaron relegadas únicamente a las personas con bajos recursos y a las que vivían en el campo, y a mediados del siglo XX ya prácticamente habían desaparecido. Pero según la autora del artículo de la BBC, en la actualidad ese tipo de formato está haciendo "un retorno silencioso".

Aseguran que el concepto de las camas armario está volviendo, aunque con nuevas características

Señala que hoy en día existen tiendas de campaña modernas pensadas para el hogar, que no se diferencian tanto en su concepto, y también rincones de madera con cama integrada que evocan el estilo de las cabañas, y que considera "sospechosamente similares" a las antiguas camas armario.