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"Nadie se muere por no tener sexo en tres meses", tampoco un concursante de 'Operación Triunfo'
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Entrevista

"Nadie se muere por no tener sexo en tres meses", tampoco un concursante de 'Operación Triunfo'

Las redes sociales se han escandalizado por las palabras de una exconcursante de 'OT' y la sexóloga Ana Lombardía habla de la periodicidad con la que deberíamos mantener relaciones sexuales para estar satisfechos

Foto: Finalistas de 'Operación Triunfo 2023'. (Prime Video)
Finalistas de 'Operación Triunfo 2023'. (Prime Video)

En el año 2019, en la undécima edición de Operación Triunfo, participó Samantha Gilabert, una artista alicantina que aguantó en el programa casi hasta el final del mismo, fue eliminada en la gala 12 de dicha competición. Samantha, al igual que su compañera de edición Maialen, más conocida como Chica Sobresalto, además de por su música, ha conseguido un gran éxito con su podcast 'Triunfitas con traumitas' que ambas presentan.

Ha sido en este podcast donde la artista alicantina ha lanzado una afirmación que ha causado un gran revuelo en las redes sociales, unas palabras sobre las que han opinado miles de personas en internet, el espacio donde casi nadie se queda sin compartir sus pensamientos. "Estamos solos y es, o follamos entre nosotros o no follamos. ¿Qué haces?", pregunta Samantha a su entrevistado, el actor y humorista Manuel Huedo.

El tiempo que pasaron en la Academia de Operación Triunfo fueron tres meses y, durante este tiempo, algunos concursantes del programa mantuvieron relaciones sexuales entre ellos en la habitación, donde dormían junto a sus compañeros: "Pues follas ahí (la habitación) o tienes que irte al baño. Y un día o dos... pero son tres meses, son tres meses follando de pie", explica Samantha.

A Huedo también le parece imposible que haya gente que pueda estar dos meses sin masturbarse, por lo que pregunta a las presentadoras cómo lo hacían estando allí dentro, a lo que Samantha responde: "Con las mujeres es más fácil porque no eyaculamos de esa forma y te puedes masturbar en silencio y después irte a dormir". Mientras que ellas podían masturbarse en la cama, sus compañeros probablemente lo hacían en las duchas. Sin embargo, "no se masturbaban mucho porque no hacía mucha falta".

Estas palabras de Samantha se han vuelto muy virales en diferentes redes sociales donde quienes la han escuchado no dan crédito: "Yo me quedo flipando porque habláis de tres meses sin follar como si fuese una locura y de verdad me parece más rara la necesidad de sexo que tenéis que pasarte el tiempo que sea sin follar. Quizás soy solo yo, pero...", "no ser capaz de no follar en tres meses es de ser más pringado que no follar en tres meses" o "tenéis un problema enorme con el sexo. Pero, ¿cómo vas a estar en celo todos los días?".

La normalidad en la frecuencia de mantener relaciones sexuales es muy relativa. Mientras que a algunas personas les puede parecer muchísimo tiempo estar tres meses sin mantenerlas, otras pueden considerar que esto es lo más común. "No existe una frecuencia para tener relaciones sexuales que sea óptima para todo el mundo. Hay personas con más o menos deseo, en una época distinta de su vida, en un momento distinto de la relación de pareja... Todo eso va a condicionar la frecuencia sexual que tengamos, ¡y la que deseemos!", explica Ana Lombardía, experta en salud y bienestar sexual de We-Vibe a El Confidencial.

"El hecho de estar tres meses sin contacto con otras personas no es algo que provoque que, sí o sí, se tengan que liar entre compañeros para 'cubrir una necesidad'"

A pesar de ello, de no existir una frecuencia "normal", Lombardía considera que "el hecho de estar tres meses sin contacto con otras personas no es algo que provoque que, sí o sí, se tengan que liar entre compañeros para 'cubrir una necesidad'. Si lo hacen es porque les ha apetecido, ha surgido la complicidad y la atracción entre ellos. Nadie se muere por no tener sexo en tres meses ni se va a ver obligado a acostarse con quien no quiere por ello. Desde luego, si estás aislado de los demás, las opciones de pareja disminuyen y se limitan a los compañeros, y es normal que surja esa atracción".

Nuestro estilo de vida afecta a nuestro sexo

El concepto de 'normalidad', al hablar de relaciones sexuales, no se puede aplicar. "Cada persona es un mundo y cada uno definimos lo que es mejor para nosotros, lo que nos gusta, lo que no... A veces la gente soltera tiene más deseo por el hecho de no tener el sexo disponible, y otras tienen menos deseo precisamente por lo mismo. Con las parejas, pasa igual", por lo que no existen patrones de normalidad, lo importante y, donde Lombardía pone el foco, es en el deseo y el consentimiento.

¿Son más felices las parejas que más relaciones sexuales mantienen? No tiene por qué. "Lo más importante de la frecuencia sexual es que ambos miembros de la pareja estén conformes y a gusto con ella. Lo más habitual es que siempre haya uno de los dos que tiene más deseo que el otro, esto es algo normal y nada patológico, y no tiene por qué ocasionar conflicto en la relación. Lo más importante es que las relaciones sean de calidad, placenteras, deseadas y consentidas".

Ana Lombardía considera que es muy común entre parejas que uno de los miembros de la misma tenga un mayor deseo sexual que el otro; lo cual no debería suponer un conflicto: "Sí que es un motivo de conflicto cuando el que tiene más deseo cree que su pareja no le quiere, no le desea, que tiene otra persona, no se encuentra atractivo... o incluso cuando se cree con derecho a mantener relaciones sexuales con su pareja solo por el hecho de serlo", asegura la sexóloga.

"Podemos intentar seducir, pero nunca convencer con argumentos o negociar para tener relaciones sexuales. El sexo tiene que ser consentido pero, sobre todo, deseado"

Son muchos los factores que pueden influir en que disminuya el deseo sexual en una pareja, los más comunes son: la falta de tiempo, la poca intimidad y el estrés. También "una buena salud, tanto mental como física, puede incidir muy positivamente en nuestra vida sexual, haciendo que esta sea de más calidad". Si nuestra pareja, sea por el motivo que sea, no quiere mantener relaciones sexuales contigo, negociar con ella no es la solución: "Podemos intentar seducir, pero nunca convencer con argumentos o negociar para tener relaciones sexuales. El sexo tiene que ser consentido pero, sobre todo, deseado".

Educación sexual sí, pornografía no

La pornografía, durante años, ha servido a miles de jóvenes como 'escuela sexual'. Estas personas han replicado, o intentado hacerlo, comportamientos que han visto al otro lado de la pantalla y que han interpretado como normales, cuando no lo son. Sucede también por la escasa educación sexual que recibimos, en muchos casos, desde pequeños: "La educación sexual es primordial para entender el deseo sexual, ajustar las expectativas en torno a la frecuencia y poder aceptar mi deseo, el de mi pareja y mis posibilidades al respecto", declara Lombardía.

Por tanto, si recibimos una buena educación, en la cual entendemos "que es normal tener diferente deseo al de mi pareja, que no pasa nada por tener relaciones sexuales una vez al mes, si estoy a gusto con ello, que el deseo es muy distinto cuando estoy en el periodo de enamoramiento que en una relación estable... tendré unas expectativas más ajustadas y me frustraré menos".

Foto: Foto: iStock.

A esta gestión de expectativas no ha ayudado, sino todo lo contrario, el consumo de pornografía, junto con "los contenidos con mensajes distorsionados que recibimos de las redes sociales, nos hacen tener unas expectativas poco ajustadas sobre la frecuencia sexual. Las pantallas suelen mostrarnos un modelo de vida en el que las relaciones sexuales son muy frecuentes, fáciles, espontáneas, muy creativas... pero debemos recordar que todo eso es ficción y no se parece a la realidad".

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, coincide con Lombardía en su preocupación por el consumo de porno en España; sobre todo por parte de los menores. Es por eso que anunció la creación de un comité de expertos para la generación de un entorno digital seguro para la juventud y la infancia. "Basta con teclear la palabra ‘porno’ en internet para que, en 0,23 segundos, se ofrezcan más de 5.700 millones de resultados desde los que se puede acceder a portales que ofrecen contenidos extremos de forma gratuita y accesible. Sin verificar la edad de los visitantes", manifestó Sánchez el 29 de enero en la presentación de la Estrategia sobre menores, salud digital y privacidad de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).

El tiempo afecta

"Es frecuente que, pasado el enamoramiento en el que las hormonas hacen que tengamos deseo a todas horas, el deseo se estabilice y tengamos ganas con menos frecuencia". El paso del tiempo afecta a la asiduidad con que las parejas mantienen relaciones sexuales y esto no quiere decir que estés más o menos enamorado, que te atraiga más o menos la otra persona: "La frecuencia y la forma de las relaciones sexuales cambia a lo largo de una relación, y eso es algo normal y no patológico", explica Lombardía.

"Es fundamental también buscar otras formas de sexualidad e intimidad no genitales que nos acerquen y nos hagan sentir queridos y deseados"

Que decaiga el deseo sexual no tiene que ser igual al fracaso de una relación. Además, "no todo el deseo se tiene por qué gestionar dentro de la pareja (podemos masturbarnos, por ejemplo). Es fundamental también buscar otras formas de sexualidad e intimidad no genitales que nos acerquen y nos hagan sentir queridos y deseados; de hecho, muchas veces el conflicto viene no porque el que tiene más ganas se sienta frustrado por una baja frecuencia, sino porque no se siente 'visto' por su pareja".

Otro consejo de Ana Lombardía para afrontar las parejas el declive de la periodicidad con la que mantienen relaciones sexuales es "hablar frontalmente del tema"; aunque el problema reside en que "a veces nos cuesta expresarnos con estos temas, incluso aunque tengamos mucha confianza con la pareja en otros temas". Es por eso que una buena estrategia es la de 'utilizar soportes' que nos den el pie a la conversación, como comentar una película o serie que estemos viendo juntos en la que salgan escenas eróticas, una noticia o artículo que hayamos visto en internet...".

No obstante, los juegos no son lo que más ayudan a mantener o revitalizar la intimidad sexual en las relaciones de pareja muy duraderas, "lo que más suele ayudar es cambiar la dinámica de las relaciones sexuales un poco. En las relaciones de pareja, sobre todo en las heterosexuales, se tiende a centrar todo en la penetración y en lograr el orgasmo, haciendo que los encuentros se vuelvan previsibles, monótonos, que nos causen pereza y presión... Suele funcionar muy bien plantearnos que, durante algunas semanas, no tengamos penetración y esté prohibido llegar al orgasmo; esto nos obligará a buscar otras formas de sentir placer, a conocernos más, a buscar nuevas zonas erógenas... ¡Funciona muy bien!", concluye Lombardía, recomendando también "introducir un juguete en la relación".

En el año 2019, en la undécima edición de Operación Triunfo, participó Samantha Gilabert, una artista alicantina que aguantó en el programa casi hasta el final del mismo, fue eliminada en la gala 12 de dicha competición. Samantha, al igual que su compañera de edición Maialen, más conocida como Chica Sobresalto, además de por su música, ha conseguido un gran éxito con su podcast 'Triunfitas con traumitas' que ambas presentan.

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