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Como Demi Lovato o Taylor Swift, yo también he cambiado de look tras una ruptura; ¿por qué?
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Entrevista a un experto

Como Demi Lovato o Taylor Swift, yo también he cambiado de look tras una ruptura; ¿por qué?

Un desencuentro amoroso es una experiencia común a la mayoría de seres humanos y saber cómo transitarla de manera correcta no es en absoluto sencillo. Para ello, hablamos con un experto, un terapeuta de parejas

Foto: Demi Lovato (REUTERS Mario Anzuoni)
Demi Lovato (REUTERS Mario Anzuoni)

Tenía 18 años, dejé mi pueblo para mudarme a Madrid a estudiar Periodismo y Comunicación Audiovisual; y lo hice manteniendo una relación que había comenzado cuando tan solo tenía 15 años. Por supuesto, llegué a la universidad y este noviazgo adolescente no fuimos capaces de mantenerlo a distancia, así que a los ocho meses decidimos que era el momento de ponerle punto y final. ¿Cómo afronté esta ruptura? Con un cambio de look radical.

Al mes de mi ruptura, fui a mi peluquera de confianza, le pedí que me cortase el pelo como nunca antes lo había querido: "como un chico". Ella no lo podía creer, seguro que pensó que algo me tendría que estar pasando, probablemente por eso me preguntó hasta en 10 ocasiones si estaba segura de la decisión que estaba tomando, me harté a responderle una y otra vez que sí; y ese fue el motivo por el que terminé con un corte de pelo del que me cansé mucho más rápido que de mi ex.

No he sido la única que ha gestionado una ruptura amorosa con un cambio radical de su estética. Y no es solo que no haya sido la única lo que me consuela, sino que he actuado como Taylor Swift, Demi Lovato o Selena Gomez

¿Lo mejor de esta historia? ¿O lo que me reconforta a mí, al menos? Es que no he sido la única que ha gestionado una ruptura amorosa con un cambio radical de su estética. Y no es solo que no haya sido la única lo que me consuela, sino que he actuado de la misma manera que lo hicieron grandes estrellas como Taylor Swift, Demi Lovato o Selena Gomez.

Taylor Swift, por ejemplo, ha cambiado su peinado hasta en varias ocasiones después de diferentes rupturas. Cuando rompió con Calvin Harris, se atrevió con un corte de pelo más corto y moderno. Selena Gomez, tras romper con Justin Bieber, fue mucho más atrevida, se cambió varias veces el color y Demi Lovato, al romper con Wilmer Valderrama, se tiñó el pelo de un rubio platino y se lo cortó muchísimo.

Por tanto, si tú también has aprovechado una ruptura para dar un giro de 180 grados a tu vida, no estás solo, estás en el barco de Taylor Swift (no en su avión); pero, ¿por qué lo hacemos? ¿Por qué sentimos la necesidad de romper con todo y buscar cambios en nuestra vida? Tomás Angulo, psicólogo clínico, terapeuta de parejas y escritor de más de 15 libros de autoayuda, lo tiene claro: "Cambiar de look tras una ruptura tiene varios significados y depende de cómo terminó la relación, el mensaje que quieras enviarle al otro o de la necesidad de reafirmación y autovalidación".

placeholder Tomás Angulo, psicólogo clínico y terapeuta de parejas (Imagen cedida)
Tomás Angulo, psicólogo clínico y terapeuta de parejas (Imagen cedida)

Un cambio ¿necesario?

En una conversación con El Confidencial, Angulo asegura que cambiar de look tras una ruptura puede lanzar un mensaje y que, depende de quien lo haga, puede tener una intencionalidad u otra: "El cambio de estilo es una propuesta para uno mismo, es intentar adquirir esta nueva imagen con la que me siento más cómodo y feliz. Es también a veces una manera de recordarnos 'que el cambio es algo que estamos controlando'. Elegimos una nueva imagen para sentirnos nuevamente atractivos".

Además, en momentos como este, lo que se necesita muchas veces es atención y piropos "para incrementar nuestra autoestima", algo que según Angulo recibiremos por parte de nuestros conocidos y amigos si nos arriesgamos.

El cambio físico, de estilo o de look es el más evidente, el más visible; pero tras una ruptura, el cambio puede ir mucho más allá. Dar un cambio de 180 grados en tu vida en cuanto a hábitos o nuevos retos personales o profesionales es también algo muy común. Por ejemplo, quienes aprovechan este suceso para apuntarse al gimnasio, lo hacen, según Tomás Angulo para intentar "recuperar masa muscular" y lanzar mensajes a la expareja: "'Me voy a poner guapo para otra', 'quiero recuperar el cuidado de mi cuerpo, me había descuidado mucho, quiero ser la misma de antes', o, 'con el cuerpazo que voy a tener obtendré más miradas y eso me va a gustar mucho'. También el ejercicio nos libera de la rabia contenida y a través del sudor eliminamos cortisol".

Viajar "es buscar en otro lugar respuestas, es un cambio de ambiente, es la búsqueda de algo que se perdió"

No obstante, eso no es todo, ir al gimnasio es también una manera de sentirse acompañado y tener un objetivo en el que centrarse y ocupar nuestro tiempo y pensamientos. Otras formas de afrontar una ruptura pasan por irse de viaje o ponerse a estudiar; esto sucede porque viajar "es buscar en otro lugar respuestas, es un cambio de ambiente, es la búsqueda de algo que se perdió".

En cuanto al motivo que nos puede llevar a ponernos a estudiar, no es otro que "dejar de pensar en lo que nos pasó y pasar a pensar en el futuro. La exigencia de estudiar nos obliga a dejar de pensar en la persona".

Consejos para afrontar una ruptura

Hacer cambios en tu vida o en tu look puede ayudarte a enfrentarte al momento catártico que supone una ruptura; sin embargo, no es suficiente. En una ruptura pasamos por varias fases emocionales: la de negación, la de ira, el intento de autorregulación o autonegociación personal, depresión o desolación, y, aceptación. Estas fases no tienen por qué sucederse en este orden y las personas pueden moverse entre ellas de manera no lineal. Además, el tiempo que se demora cada uno en pasar por cada fase varía significativamente. "La recuperación de una ruptura es un proceso personal y altamente complejo", afirma Angulo.

Para superar una ruptura, no basta con transitar por estas fases, sino que hay que intentar mantenerse positivo, ser consciente de que aunque el proceso sea doloroso, se va a pasar: "Es muy útil saber que las personas solemos salir de situaciones de alto dolor. El ser humano puede y debe salir de situaciones altamente dolorosas. Solemos querer salir rápido del dolor sin procesarlo, cuando hacerlo es una forma de aliviarlo".

Y es que, superar el duelo emocional es un proceso personal y varía mucho en función de quien lo viva; sin embargo, Tomás Angulo ha compartido seis consejos para aumentar la felicidad personal, que es la única que puedes controlar:

  1. Permítete sentir: reconoce y acepta tus emociones, y genera autoconsuelo. Rabia, ira, cólera, enojo, tristeza, pena, soledad, miedo, impotencia... Valora estas emociones con un argumento positivo.
  2. Habla de tus sentimientos con alguien que sepa escuchar: necesitas hablar, desahogarte, soltar y reestructurar tus ideas y emociones. Esto lo logras cuando hablando te escuchas a ti mismo. También consigues autorregularte emocionalmente. Claro está que conversar con un especialista es mucho mejor porque conoce las técnicas para desahogar a plenitud a una persona y cómo procesar las emociones.
  3. Imagina una nueva identidad después de superar este duelo: imaginar cómo serías de diferente si superas el duelo emocional ayuda mucho a construir una nueva identidad personal.
  4. Empieza a deshabituarte de las costumbres que tenías dentro de esta relación: establece rutinas nuevas. Construye una nueva identidad positiva que refleje tranquilidad y alegría.
  5. Si vas a recordar a la persona amada, es mejor recordar lo que tú eres cuando lo amabas, porque esa persona aún eres tú: es normal que te extrañes a ti misma amándolo; por lo tanto, agradece el aprendizaje que te llevas de esa relación. Encuentra una manera de honrar tu participación en esta historia de amor.
  6. Utiliza el tiempo sin reproche: recuerda que el duelo es un proceso de aceptación y reacomodo de emociones y vivencias. Sé paciente contigo mismo. Estás en plena limpieza emocional, ordenando tu hogar mental, eso lleva tiempo.

Recuperar nuestra identidad

Con cada relación aprendemos mucho y desaprendemos muchas otras cosas. Aunque queramos mantenernos fieles a nuestra identidad, lo cierto es que hay cosas de ella que acabas perdiendo y otras que terminas ganando. Es normal 'mutar' de alguna manera cuando te enamoras y "una persona va a enamorarse varias veces en su ciclo de vida, le van a romper el corazón varias veces, y también será quien rompa el corazón a otras personas. Funcionamos así, la vida amorosa tiene esta complejidad. Nos dejan y dejamos a otros", explica Tomás Angulo.

Tras años o meses de relación, cuando esta se termina, es normal sentirse vacío, sentir que una parte de tu vida y de la persona que eres, de la identidad que has construido, desaparece; pero reconstruirla es posible. Para ello, según el terapeuta, debes hacerte dos preguntas: ¿Quién soy ahora?, y ¿cómo quiero sentirme ahora? Siendo sincero y respondiendo a estas dos preguntas desde tu momento presente como punto de partida, podrás dar con las respuestas que te ayuden a volver a encontrarte después de semejante huracán emocional.

Tenía 18 años, dejé mi pueblo para mudarme a Madrid a estudiar Periodismo y Comunicación Audiovisual; y lo hice manteniendo una relación que había comenzado cuando tan solo tenía 15 años. Por supuesto, llegué a la universidad y este noviazgo adolescente no fuimos capaces de mantenerlo a distancia, así que a los ocho meses decidimos que era el momento de ponerle punto y final. ¿Cómo afronté esta ruptura? Con un cambio de look radical.

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