Un camarero cuenta cómo reaccionó al echar a dos clientes por insultarle en inglés: "No sabían ni por dónde salir"

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Muchos trabajadores de la hostelería han sufrido, en algún momento de su trayectoria profesional, las malas formas de algún cliente. Y, aunque se diga lo contrario, el cliente no siempre tiene la razón, y se dan situaciones de lo más desagradables. Como cuenta en un vídeo el tiktoker Unay Ferrer, que trabajaba en una hamburguesería en el centro de Madrid, un día dos clientes que no eran españoles le faltaron al respeto de una manera un tanto personal.

El joven los describe como “dos clientes bocazas”, que comenzaron muy bien y que terminaron insultándole. Se trataba de un matrimonio, que “se notaba que no eran españoles” y hablaban inglés entre ellos. Unay explica que “hicieron el esfuerzo de comunicarse en español” para hacer la comanda, así que él les atendió en ese idioma y se puso a preparar su pedido.

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El problema vino cuando la mujer, para dirigirse a Unay, comenzó a chistarle, para luego gritarle. “No eres un aspersor, ni una serpiente de cascabel, ni yo soy una cabra montés. A mí no me chistes, y mucho menos después me grites”, se desahogaba airado el joven tiktoker. Unay considera una falta de respeto dirigirse a otra persona de manera tan poco adecuada, y hubiese preferido que se le dirigiesen a él con un sencillo “oye, perdona” o un “oye, disculpa”.

Al final, se fueron al “hotel”

Lo que la mujer quería comunicar era que “no quería hielo en la bebida”, pero esta vez lo hizo en inglés. “Les daba pereza buscarlo en el traductor de Google”, bromeaba el joven. A su vez, explica que, “ante el ‘chisteo’ y que estaba trabajando, tampoco reaccioné mucho”. Los clientes no se tomaron bien este gesto, y pensaron que “no les había entendido y que no hablaba inglés”, deduce el joven.

En este punto fue cuando ambos clientes comenzaron a hablar de Unay entre ellos, en inglés y de muy malas formas. El joven tiktoker escuchó cómo la mujer se compadecía de él, opinando que “ni para camarero sirve, que se ponga a estudiar”. “Mira, yo para camarero no sé si sirvo, pero usted para clienta desde luego que no”, se desahoga Unay mientras continúa explicando lo que ocurrió a continuación.

“Yo lo dejé estar. Me mordí la lengua, pero escuché al marido decir, ‘no te preocupes cariño, si mírale, es uno de esos, cada día hay más y no hacen más que contratarlos’”, recuerda Unay con un sentimiento desagradable. El joven explica que los comentarios del hombre eran “homófobos”, y se sorprende de que fueran capaces de hablar tan mal de él, estando a menos de un metro de distancia.

La falta de respeto de esos clientes hizo que Unay estallase y les respondiese

Si bien el joven cuenta que aguantó estoico los insultos y las faltas de respeto, acabó explotando cuando escuchó al hombre mentar a sus padres. “Seguro que sus padres están muy orgullosos”, fue la frase que le “hizo estallar”. “Yo cogí la bandeja ya con todo preparado, se lo puse y les dije en español, ‘aquí tienen, Gracias’”, explica Unay, que afirma que añadió un comentario en inglés que hizo que el matrimonio se quedase lívido.

“Por cierto, la bebida no lleva hielo como me han pedido. Ojalá poder servirles también un poquito de educación. Y no se preocupe, que aunque sea uno de esos, sería la última persona a la que yo me lanzaría”, fue su colofón. Inmediatamente, el matrimonio comenzó a decir que “no estaban hablando de él”, demostrando además una “gran falsedad”.

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Al final, la pareja no le pidió disculpas, y se excusaron pidiéndole a Unay una bolsa para llevarse la comida al hotel porque “se les hacía tarde”. El joven finaliza el vídeo preguntándose por qué “la gran mayoría de clientes son así”. “La cara de ellos sería para verla”, comentan los seguidores de Unay, que no dan crédito a las situaciones que ha vivido el joven cuando trabajaba en hostelería.