¿Cómo saber que estás seguro y preparado para casarte, incluso después del "sí quiero"?

Sí el año que viene resuenan campanas de boda en tu vida y por fin vas a dar el gran paso, es posible que te surjan dudas de si realmente es la persona indicada o, como mínimo, que es el modelo de vida que quieres a partir de ahora. A pesar de que la edad del matrimonio se está retrasando cada vez más en España, el fin de la pandemia ha producido que muchas parejas se decidan a pasar por el altar una vez superado el agujero temporal de los días marcados por la cuarentena. Otras, en cambio, habrán tomado la decisión este último año tras conocerse después de la crisis sanitaria. Sea como sea, por muy enamorados que estéis, la conciencia siempre habla para prevenirte ante la que se considera como una de las decisiones más importantes de tu vida.

En realidad, tienes que estar plenamente seguro, pues un matrimonio temprano es una de las causas más comunes de divorcio debido al desenamoramiento. Hay detalles que no debes pasar alto y que resultan muy relevantes, como es el hecho de tener experiencia viviendo juntos; ya se sabe que la convivencia puede producir algún que otro disgusto inicial o directamente echar por tierra el idilio amoroso que cuando cada uno vivía en su casa parecía irrompible.

En primer lugar, ¿cuándo podríamos considerar que es demasiado pronto para casarse? Según Stan Tatkin, terapeuta de pareja estadounidense, deberías esperar como mínimo un año para conocer a alguien de verdad. "Siempre damos lo mejor de nosotros mismos cuando nos conocemos", asegura, en un artículo reciente publicado en Men's Health. "El proceso de conocer a alguien incluye resolver conflictos y probar cómo sería compartir vuestra vida entre los dos".

Hay aspectos que debéis tener en cuenta: el tema económico, los objetivos profesionales o si queréis tener hijos y cuál sería vuestro modelo de crianza

Una vez os hayáis tomado el tiempo suficiente como para conoceros de verdad, con todas vuestras manías y defectos, lo siguiente en lo que debes pensar es que si realmente el deseo de pasar por el altar sale de ti y no de agentes externos. Puede que otra gente de tu entorno haya tomado la decisión ya y esté en su luna de miel presumiendo de las bondades del matrimonio; o que tu propia familia esté intentándote convencer porque esperan que de una vez te asientes con alguien en la vida y generes descendencia. En este sentido, debes pensar en el matrimonio no como un paso vital que tiene que venir, sino como un deseo personal y genuino.

¿Y la otra persona?

Si tú lo tienes claro, tienes que asegurarte de que la otra persona también. Y eso no solo incluye el "sí quiero" y la correspondiente emoción que supone el hecho de tomar la decisión juntos. "Ya no estáis en vuestra época de pasión desenfrenada, ni la dopamina actúa tanto, a diferencia del principio, que impera más el deseo de saber quién es realmente la otra persona y conoceros", asegura Tatkin.

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Al fin y al cabo, si estáis viviendo un buen momento... lo fácil decir que sí, pero luego hay otros aspectos que debéis tener en cuenta para que realmente el deseo de casaros sea recíproco. Por ejemplo, el tema económico, los objetivos profesionales a corto y largo plazo que tenéis, vuestra idea de familia o si queréis tener hijos y cuál sería vuestro modelo de crianza. Sí, son temas que así, de primeras, asusta pensar, pero si queréis pasar por el altar, son cosas que más o menos tenéis que tener aseguradas.

Por otro lado, tienes que saber lo que le aportas a la otra persona. "Tal vez sea solo el mismo humor, la paciencia o que tienes un plan", expresa Nathanael Carela, terapeuta familiar. "Identificar esto es importante, y tu pareja debe apreciar lo que le das, esta es la razón de peso por la que deberías casaros". Lo más importante es que estás listo para emprender un camino de vida en común con tu pareja, no solo cuenta el romance o lo bien que os lleváis. Y, como sucede con las cosas importantes, si dudas más de lo necesario, eso es porque no es la persona indicada y debes seguir buscando.