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Por qué es tan común tener ansiedad cuando estás de resaca
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Por qué es tan común tener ansiedad cuando estás de resaca

Esta vendrá acompañada de dolores de cabeza y otros síntomas de lo más molestos. Para evitarlo, ya sabes lo que debes hacer: nunca consumirlo en exceso o borrarlo completamente de tu dieta

Foto: Foto: iStock.
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El consumo excesivo de alcohol, sobre todo si se hace de manera más o menos frecuente, es uno de los peores hábitos de salud en los que se puede incurrir. A pesar de que está muy normalizado en nuestra cultura, el alcohol es una sustancia que destruye al organismo de manera lenta y prolongada, exponiendo al sujeto a un sinfín de enfermedades crónicas, no solo hepáticas, sino también cardiovasculares o mentales.

Si alguna vez has sufrido una resaca (que no es más que el período de abstinencia del alcohol), seguramente hayas padecido cierta ansiedad, sensación de irrealidad o un bajón en el estado anímico, además de otros muchos efectos de lo más desagradables, como dolor de cabeza, debilidad, cansancio extremo o apatía. Lo cierto es que el consumo etílico trastoca varios sistemas de neurotransmisores, que son las sustancias químicas que las neuronas utilizan para comunicarse entre sí. Dicho esto, ¿por qué es tan común que sientas ansiedad después de haber ingerido alcohol?

Este estado de estrés, que puede venir acompañado de tristeza o irritabilidad, se produce debido a una alteración de la actividad neuronal del cerebro que regula la excitación y la inhibición de determinados circuitos cerebrales. En concreto, hay un aminoácido y neurotransmisor llamado GABA (ácido gamma-aminobutírico), que está distribuido por las neuronas del córtex cerebral para inhibir ciertas respuestas del cerebro, de ahí que se le conozca como el neurotransmisor de "la calma y la relajación".

Una persona que no bebe habitualmente, pero padece graves intoxicaciones etílicas frecuentes, experimenta una forma muy breve del síndrome de abstinencia

Es por ello que, cuando bebemos alcohol, este desata en nosotros una sensación de calma y relajación típica. El etanol reduce la sensación de ansiedad al inhibir la respuesta a ciertos estímulos que provocan ansiedad, asegura John H. Krystal, catedrático de psiquiatría de la Universidad de Yale, en un reciente artículo publicado en IFL Science. Muchos de los fármacos que se prescriben contra los trastornos de ansiedad, como las benzodiacepinas, actúan sobre los receptores GABA para generar una sensación de tranquilidad. Algo parecido hace el alcohol, solo que si lo consumes en exceso, volver a equilibrar esta actividad cerebral será mucho más complicado.

"Al tener demasiada activación de los receptores GABA cuando estás borracho, alivias la ansiedad, pero al día siguiente eso se traduce en un mayor trabajo para el cerebro de cara a volver activar estos neurotransmisores para encontrarse en sus plenas facultades o en equilibrio", asegura el doctor. De hecho, un estudio publicado en la revista Personality and Individual Differences afirma que cuanto más tímido o calmado seas, peores síntomas de resaca tendrás debido a lo mucho que le costará al cerebro volver a su estado normal.

Mejor ni un poquito

"Cuando dejamos de consumir alcohol tras una ingesta excesiva, los receptores GABA son menos funcionales, produciendo una menor inhibición, lo que se traduce en una mayor excitación", prosigue Krystal. Esto es especialmente peligroso en aquellos que tienen un problema grave con el consumo de alcohol y el riesgo que padecen de mostrar lo que se conoce como síndrome de abstinencia. "Una persona que no bebe habitualmente, pero padece graves intoxicaciones etílicas frecuentes, experimenta una forma muy breve del síndrome de abstinencia del alcohol, además de otras consecuencias para la salud como deshidratación, irritación de la mucosa del estómago o problemas en el sueño", advierte el doctor.

"La aparición de síntomas leves de este síndrome puede contribuir a síntomas como el aumento de la ansiedad, lo que produce una mayor excitabilidad de la amígdala, y un aumento de las respuestas a los estímulos sensoriales, consistente con una mayor excitabilidad cortical", concluye el experto Por tanto, tanto si ya padeces episodios de ansiedad como si no, la mejor manera de poner freno a estos síntomas pasa por dejar de beber durante un período prolongado. O mejor, con el objetivo de llevar un estilo de vida más saludable y cuidar a tu mente: no volver a hacerlo nunca más.

El consumo excesivo de alcohol, sobre todo si se hace de manera más o menos frecuente, es uno de los peores hábitos de salud en los que se puede incurrir. A pesar de que está muy normalizado en nuestra cultura, el alcohol es una sustancia que destruye al organismo de manera lenta y prolongada, exponiendo al sujeto a un sinfín de enfermedades crónicas, no solo hepáticas, sino también cardiovasculares o mentales.

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