Parecía un gato negro, pero lo que tiene en casa es otro animal: "Querían venderla"

Imagina que un día te encuentras a una gatita recién nacida abandonada. La recoges para salvarla de las peores condiciones, la cuidas y, poco a poco, va creciendo sana y salva. Sin embargo, en un momento dado, su crecimiento pone en evidencia algo más: resulta que no era una felina. De pronto, tienes en casa a una pantera (no, las panteras no son felinos, sino panterinos).

Esto es lo que le ha ocurrido a Victoria, una joven rusa que en la actualidad comparte su vida con su peculiar compañera de cuatro patas, pero qué patas. La compañera en cuestión se llama Luna, la pantera Luna, y se ha convertido en todo un fenómeno en las redes.

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Carmen Macías

Victoria y Luna viven, además, con Venza, un rottweiler con el que hacen todo tipo de planes y se lo pasan en grande. Parte de su día a día es compartido a través de TikTok, YouTube o Instagram, con miles y miles de visitas en cada imagen o vídeo. Pero, ¿cuál es la historia de Luna? ¿Cómo es convivir con un animal así? ¿Está o debería no estar permitido? Seguro que ahora mismo tienes muchas preguntas, así que aquí van las respuestas:

De un zoológico ambulante a casa

Según explica en sus redes Victoria, Luna nació en un zoológico ambulante, donde su madre se negó a alimentarla al séptimo día de nacer. Los empleados de dicho zoológico no se dieron cuenta de que la cría había sido expulsada del "nido". Esto, señala la joven, "tuvo consecuencias desfavorables".

"Me pidieron que la cuidara porque ya lo había hecho antes en una experiencia similar. Acepté, pero más tarde me dijeron que planeaban venderla, y era muy probable que Luna no hubiera recibido los cuidados y control veterinario necesarios que necesitaba en ese momento. Ha estado conmigo desde el octavo día de haber nacido", dice Victoria.

Hoy vemos a Luna jugueteando (a su manera, claro) por el campo, disfrutando de una siesta en casa o compartiendo la merienda con su compañero perruno. También conociendo a nuevos animales, nuevos entornos y demostrando cariño a su familia, mientras sigue algunos tratamientos médicos para poder ser una pantera adulta con la mejor salud.

Sigue un tratamiento

En palabras de Victoria: "Esta chica ha pasado por muchas pruebas y todavía tiene algunos problemas de salud, pero su progreso es bastante bueno, y en unos años todas esas dificultades existentes deberían desaparecer, según los especialistas. Por el momento, necesita tomar algunos medicamentos, suplementos activos, seguir una dieta específica y realizar una actividad física adecuada".

"Qué alegría que la hayas rescatado", es uno de los comentarios más repetidos por los usuarios y usuarias que llegan a sus redes. Luna, mientras tanto, se muestra a cámara dócil y curiosa, creciendo "a la velocidad de la luz". Por supuesto, como también muestra esta joven, no todo es estupendo, y al aceptar cuidar de ella también tuvo que aceptar hacia sí misma que no sería un trabajo fácil debido a la naturaleza misma del animal.

De la misma manera que cualquier gato araña queriendo, pero muchas veces también sin querer, Luna no puede dejar quietas sus patas (y sus garras). Por sus dimensiones y su fuerza innata, eso sí, ya imaginarás que esos arañazos son considerables. No obstante, tal y como podemos ver en sus vídeos, Luna se comporta como una mascota más, ignorando que sus cualidades la convierten en un animal peligroso.