Compartir cama con desconocidos a cambio de dinero: así es el 'hot-bedding'

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La mayoría de estudiantes que tienen lejos la universidad deciden compartir piso y así ahorrarse dinero en el alquiler. Una práctica extendida en todo el mundo que acerca a los más jóvenes a la emancipación. También es una opción para quienes se marchan del hogar familiar, pero no ganan lo suficiente para costearse el alquiler al completo. Pero quizás no sabías que existe otra forma de alojamiento llamado hot-bedding.

El hot-bedding comenzó a investigarse poco antes de la pandemia en Australia, donde se ha encontrado que este tipo de hospedaje va en aumento por la crisis económica.

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Qué es el hot-bedding

La Universidad de Tecnología de Sydney publicó una encuesta realizada a 7.000 estudiantes internacionales que vivían en Sydney y Melbourne sobre la situación económica. Según el estudio, el 3% (200 estudiantes) alquilaban camas solo por unas horas. El descanso en los colchones solo está disponible durante algunas horas del día o de la noche para que otros puedan usarlas el resto del tiempo.

Estas personas no usan el resto de las estancias, solo pagan por utilizar la cama. Como refleja la encuesta, se trata de una consecuencia de no poder afrontar el coste del alquiler de una habitación. Y es que aproximadamente cuatro de cada diez de estos estudiantes que se utilizan las hot-bedding se quedaban sin comer para poder pagar este tipo de alojamiento.

Una proporción considerable de los 'hot-beddders' tienen dificultades financieras

Además, el 14% de estos estudiantes hot-bedders dijeron que su empleador los había amenazado con cancelarles el visado. Por tanto, como señala la Universidad, estos resultados sugieren que una proporción considerable de los hot-beddders tienen dificultades financieras y se encuentran en una situación vulnerable. Muchos dijeron que sus circunstancias estaban teniendo un impacto negativo en sus estudios.

A pesar de tener que alojarse en estas peculiares condiciones, el 78% de estos estudiantes dijeron que estaban satisfechos o muy satisfechos con la casa que alquilaban y la mayoría asegura tener una buena relación con su arrendador.